Posible relaci¨®n de los GRAPO con grupos clandestinos obreristas de la miner¨ªa de Le¨®n
La polic¨ªa investiga posibles conexiones de los GRAPO y PCEr con unos autodenominados "C¨ªrculos Obreros de la MSP" (Minero Sider¨²rgica de Ponferrada), de car¨¢cter clandestino, que propugnan la disoluci¨®n de las centrales sindicales y acciones violentas contra la empresa como m¨¦todo de defensa de los intereses de los trabajadores.
Por el momento, las actividades de los c¨ªrculos se han limitado al reparto ocasional de propaganda en la cuenca minera de Villablino y, sobre todo, en la vecina localidad de Villaseca de Laciana, donde el mes pasado fueron detenidos una veintena de vecinos, acusados de militar en los GRAPO o el PCEr.Uno de los ¨²ltimos escritos difundidos por los c¨ªrculos acusa a las centrales de amparar los intereses de la patronal, a la vez que se pide la dimisi¨®n de todos los delegados sindicales -"con los que hay que tener mano dura" y "tomar medidas de escarmiento"-, el boicoteo de futuras elecciones y la "destrucci¨®n de las urnas". A estas propuestas se a?ade, para casos de conflicto laboral, la utilizaci¨®n de barricadas, cortes de tr¨¢fico, creaci¨®n de cajas de resistencia, sabotajes a los almacenamientos de carb¨®n y v¨ªas de ferrocarril y el secuestro de empresarios e "ingenieros desp¨®ticos".
En el mismo escrito, los C¨ªrculos Obreros de la MSP se autodefinen como "grupos de mineros no muy extensos, que se organizan clandestinamente", "comisiones de mineros independientes", en las que no hay "reglamentaci¨®n interna, cuotas ni carn¨¦" y "mineros ajenos a las centrales", que "no son ni un partido, ni un sindicato, ni una asociaci¨®n". Por ¨²ltimo, y en la misma l¨ªnea de descalificaci¨®n de los sindicatos mayoritarios, se alude a recientes intentos de crear "asociaciones de picadores" al margen de CC OO y UGT, calific¨¢ndolos como algo ingenuo y abocado al fracaso.
Sorpresa en sindicatos y partidos
El contenido del escrito, que est¨¢ redactado en t¨¦rminos llamativamente correctos, ha sorprendido a la totalidad de los dirigentes pol¨ªticos y sindicales de la zona. Seg¨²n el secretario local de CC OO, Manuel Lasca, hasta ahora los panfletos repartidos por los c¨ªrculos estaban "mal redactados" y su aparici¨®n coincid¨ªa sospechosamente con ¨¦pocas de elecciones sindicales o de negociaci¨®n de convenios colectivos, "m¨¢s o menos una vez al a?o desde los pactos de la Moncloa", desapareciendo despu¨¦s.Tanto CC OO como UGT coinciden en se?alar que ning¨²n dirigente sindical ha recibido amenazas por el momento y que las fracasadas asociaciones de picadores que se citan en, el escrito eran un intento de "sindicalismo amarillo y gremialista", propiciado por la patronal con el apoyo de antiguos cuadros de los sindicatos verticales. Estas asociaciones fracasaron radicalmente en Le¨®n por la negativa de los sindicatos de clase a negociar con ellas cualquier reparto de la representatividad de cara a los convenios, pero lograron sobrevivir en algunas minas asturianas.
Gran parte de los cargos pol¨ªticos, y sindicales afirmaron a EL PAIS desconocer las actividades de los C¨ªrculo Obreros -entre ellos, el secretario provincial de UGT, Ferm¨ªn Carnero, residente en la capital de la provincia- o conocerlos s¨®lo por "octavillas mal redactadas, como es el caso de Manuel Rodr¨ªguez Barrero, alcalde comunista de Villablino. Ninguno, incluido el secretario local de UGT, Pedro Fern¨¢ndez, hab¨ªa visto el ¨²ltimo panfleto.
La ausencia de datos en poder de la izquierda impide, seg¨²n las mismas fuentes, relacionar la aparici¨®n de este ¨²ltimo con los atentados que inmediatamente despu¨¦s -en enero de 1982- se produjeron en dos minas de Torre del Bierzo y en una torre de alta tensi¨®n pr¨®xima a la localidad de Astorga. En el primero de ellos falleci¨® un vigilante minero y otros siete trabajadores resultaron heridos graves al explosionar tres kilos de dinamita en los vestuarios de la mina Santa B¨¢rbara, de la empresa Antracitas de Bra?uelas. En el segundo resultaron da?adas las instalaciones de otra mina situada a menos de cinco kil¨®metros. Esta ¨²ltima explosi¨®n fue reivindicada por los GRAPO.
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