Incoherencias en la pol¨ªtica exterior
En estos meses, la coyuntura exterior ha ofrecido a los espa?oles m¨²ltiples ocasiones de definirse claramente y gran n¨²mero de oportunidades para mejoran la posici¨®n internacional de Espa?a. Dif¨ªcilmente, en los pr¨®ximos a?os, volver¨¢ a haber momentos tan decisivos. Una opci¨®n clara en pol¨ªtica exterior tiene tambi¨¦n un efecto multiplicador considerable en la orientaci¨®n de la pol¨ªtica interna ajust¨¢ndose al modelo de sociedad que se desea lograr.La legislatura que ahora acaba se caracterizar¨¢ por haber logrado, a trancas y barrancas, dar el primer paso hacia la incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN. No se ha avanzado apenas en la integraci¨®n en el Mercado Com¨²n, a pesar de los esfuerzos de nuestros negociadores, que han hecho una buena labor y no tienen la culpa de que la pol¨ªtica econ¨®mica que se ha seguido nos haya hecho descender y alejarnos en lugar de progresar y acercarnos a los niveles de Europa. Se han sentado unas bases de mejor entendimiento con el Magreb, olvid¨¢ndose las tentaciones polisarias y tercermundistas de Adolfo Su¨¢rez, c¨¦lebre por sus abrazos a Arafat, 31 se ha naufragado, desgraciadamente, en la pol¨ªtica iberoamericana, como lo prueba la tibieza de la oposici¨®n oficial de Espa?a en el conflicto de las Malvinas. Queda por hacer el reconocimiento de Israel, que, obviamente, no va a poder realizar un Gobierno de UCD que llega derrotado al final de su segundo mandato legislativo, y se dibuja con temor en el horizonte el ¨²ltimo gesto de entrega incondicional que se avecina con la apertura innecesariamente pactada de antemano de la verja gibraltare?a.
Justamente cuando se ha dado el paso de la incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN han surgido los oportunistas que creen ver una incompatibilidad entre la vinculaci¨®n iberoamericana y la pol¨ªtica atlantista de Espa?a y vuelven a sacar a colaci¨®n Gibraltar y el empe?o brit¨¢nico en mantener injustamente su soberan¨ªa, lo mismo que en las Malvinas. Los socialistas, una vez m¨¢s, han repetido as¨ª los argumentos de los comunistas. Triste historia de la pretendida socialdemocracia en Espa?a, incapaz de hacer una pol¨ªtica de centro-izquierda distinta y distante de los comunistas. Si se unen en la oposici¨®n, incluso cuando esa uni¨®n puede perjudicarles ante la opini¨®n p¨²blica, a pocos meses de las elecciones, es f¨¢cil imaginar el tipo de pol¨ªtica exterior y el modelo de sociedad que buscar¨ªan si llegaran a tener mayor¨ªa en el Parlamento.
Una ocasi¨®n ¨²nica
Espa?a ha debido mostrar su solidaridad con el pueblo argentino, a prop¨®sito de las Malvinas, antes y mejor de lo que lo ha hecho, sin temor a las incompatibilidades, que no existen, en la OTAN, ya que en esa Alianza, a diferencia del Pacto de Varsovia, no hay una imposici¨®n autoritaria y dictatorial de una determinada pol¨ªtica. Y buena prueba de ello son las discrepancias, por ejemplo, entre Grecia y Turqu¨ªa, en un conflicto, por cierto, que, gracias a caer en el ¨¢rea de la OTAN, pudo detenerse a tiempo, sin que llegara a las atrocidades y p¨¦rdidas humanas y de material de las islas Malvinas.
Entrada, pues, en la OTAN, pero respetando nuestra pol¨ªtica exterior, como Francia y otros pa¨ªses han hecho; fomento de las relaciones con el Magreb, particularmente con Marruecos, sin quedar descolgados del entendimiento creciente entre Washington y Rabat, y negociaci¨®n desde la firmeza y la dignidad con el Reino Unido sobre Gibraltar. Estos son los objetivos m¨¢s inmediatos. Y, en relaci¨®n con Iberoam¨¦rica, debemos articular la gran comunidad de naciones, dot¨¢ndola de instituciones y d¨¢ndole contenido propio. Ha llegado el momento de poner en marcha el mercado com¨²n iberoamericano, que quiz¨¢ s¨®lo puede arrancar con la convocatoria de una gran cumbre de jefes de Estado. Am¨¦rica del Sur, alejada de Washington y dolida con Europa por la crisis de las Malvinas, ofrece una ocasi¨®n ¨²nica en la historia para la acci¨®n inteligente de Espa?a.
Los socialistas, en Francia, han incrementado sus relaciones con Argelia a costa de su tradicional relaci¨®n con Marruecos, que busca ahora el di¨¢logo con Estados Unidos y con Madrid. Esa es la interpretaci¨®n que debe darse al viaje que realiz¨® Hassan II a Washington, precedido de su estancia en Palma de Mallorca con don Juan Carlos. Coincidiendo con estos contactos, Mitterrand viaj¨® a Argel. Las relaciones hispano-magreb¨ªes no pueden verse s¨®lo desde la ¨®ptica de la pesca o del proyecto de enlace fijo del estrecho de Gibraltar, sino con visi¨®n de hombres de Estado.
Y, a prop¨®sito de Gibraltar, la fecha pactada del 25 de junio se acerca y el tema no puede ser s¨®lo de calendario o de protocolo y forma en las negociaciones, sino que es preciso conjugar a fondo el verbo descolonizar. Por activa y por pasiva, en segunda persona del singular y en presente de indicativo. ?Qu¨¦ propuestas hay que llevar a Cintra? ?Cu¨¢l va a ser el orden del d¨ªa? ?Se va a fijar un plazo? Creo que, para empezar, bueno ser¨ªa crear en las Cortes una comisi¨®n parlamentaria que estudiara el tema, como han hecho en Wetsminster.
es secretario general adjunto de Alianza Popular.
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