La polic¨ªa disuelve violentamente en Buenos Aires a miles de personas que se manifiestan contra la Junta
Cerca de diez mil manifestantes que coreaban consignas contra la Junta Militar "Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar" impidieron ayer al presidente Leopoldo Galtieri dirigirse al pueblo argentino desde los balcones de la Casa Rosada, desde donde presidi¨®, en el mes de abril, la multitudinaria manifestaci¨®n de apoyo a la recuperaci¨®n del archipi¨¦lago. La polic¨ªa carg¨® anoche contra los manifestante, que acud¨ªan a la hist¨®rica plaza de Mayo cuando los gritos e insultos se personificaron en el presidente de la R¨¦publica.
El general Galtieri,que se dirigi¨® al pa¨ªs por radio y televisi¨®n a las dos de la madrugada, hora de Madrid, anunci¨® que los combates en las Malvinas "han terminado". En su discurso, de catorce minutos de duraci¨®n, no pronunci¨® ni las palabras derrota ni rendici¨®n.La manifestaci¨®n, que hab¨ªa sido convocada por el Gobierno a trav¨¦s de los medios audiovisuales, se convirti¨® desde el comienzo en una manifestaci¨®n contra el r¨¦gimen militar. Los manifestantes, cuyo n¨²mero crec¨ªa por momentos, comenzaron a lanzar todo tipo de objetos, especialmente monedas, contras las puertas de cristal del balc¨®n del primer piso de la Casa Rosada, desde donde deb¨ªa hablar el General Galtieri.
"Los hijos mueren, los jefes nos venden", "traidor, traidor" y otras frases irreproducibles coreadas por la multitud desencadenaron la acci¨®n de la polic¨ªaque dispers¨® a los manifestantes de la Plaza de Mayo con gases lacrim¨®genos y balas de goma. Los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes, donde se enfrentaron a la polic¨ªa levantando barricadas e incendiando autom¨®viles y autobuses.
Los t¨¦rminos "capitulaci¨®n" "rendici¨®n" y "derrota" aparecen ya en las p¨¢ginas de los principales diarios, seg¨²n informa desde Buenos Aires.
Mientras en Buenos Aires se abre un incierto futuro pol¨ªtico para el r¨¦gimen, Londres espera, con casi 15.000 prisioneros argentinos en sus manos, que el alto el fuego, establecido de hecho en el archipi¨¦lago por la rendici¨®n de las tropas argentinas, se extienda a todo el Atl¨¢ntico sur.
Margaret Thatcher, que disfruta del prestigio m¨¢s alto de su carrera pol¨ªtica, ha dejado ya claro que su Gobierno no tiene la intenci¨®n de negociar la soberan¨ªa de las Malvinas, "salvo con las personas que viven en ellas", escribe Andr¨¦s Ortega desde Londres.
Thatcher anunci¨® ayer ante la C¨¢mara de los Comunes que piensa restablecer la situaci¨®n que prevalec¨ªa en el archipi¨¦lago antes de la invasi¨®n argentina, el pasado 2 de abril.
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Editorial en la p¨¢gina 12
Mensaje victorioso
"En Port Stanley, a las nueve en punto, hora de las islas Falkland (dos de la madrugada, hora de Madrid), en la noche del 14 de junio de 1982, el general de brigada Men¨¦ndez me present¨®. la rendici¨®n de todas las I"uerzas argentinas sobre las islas occidental y, oriental de las Falkland, con su equipo militar. Se gestiona la reuni¨®n de los hombres para su regreso a Argentini, para recoger sus armas y pertrechos y para marcar y desactivar sus municiones. Las Falkland se encuentran de nuevo bajo el Gobierno que desean sus habitantes. Dios salve a la Reina. Firmado: Moore".
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