En La L¨ªnea esperan con ansiedad la apertura de la verja, por los beneficios econ¨®micos que supondr¨¢
La L¨ªnea de la Concepci¨®n espera con ansiedad la reapertura de la verja que la separa de Gibraltar, prevista para el pr¨®ximo viernes. Si no se abre ahora, ser¨¢ una cat¨¢strofe, coinciden en se?alar el alcalde de la ciudad y el presidente de la Asociaci¨®n de Peque?os y Medianos Empresarios (APYMEL). Quien m¨¢s quien menos, todo el mundo tiene su esperanza de futuro puesta en la reapertura y los que han solicitado cr¨¦ditos, que son muchos, para hacer sus inversiones y beneficiarse de la misma confiesan que no podr¨¢n aguantar por mucho tiempo.
El aspecto de la ciudad ha cambiado en los ¨²ltimos meses, para bien. Se mantiene el chabolismo en La Atunara, y la frontera sigue estando continuamente patrullada por contrabandistas, que te ofrecen desde lo alto de su vespino cartones de tabaco americano a 300 pesetas, como reclamo para que les acompa?es a un s¨®tano donde tratan de venderte desde relojes hasta prism¨¢ticos de visi¨®n nocturna. Pero en las restantes zonas de la ciudad se detecta una actividad nueva. Los escaparates parecen m¨¢s grandes y mejor ordenados y por todas partes se ven obras.Y as¨ª, mientras en la calle del Clavel, el hotel Universal, otrora uno de los cl¨¢sicos de la ciudad (inaugurado, por cierto, por Manolete, semanas antes de encon trarse con Islero en Linares) recibe sus ¨²ltimos toques para entrar de nuevo en servicio, en la del Merca do, Ceneque, suegro del cantante Camar¨®n de la Isla, que regenta un bazar, representa el sentido de to dos sus colegas cuando afirman que espera doblar sus ventas de relojes, c¨¢maras fotogr¨¢ficas y objetos de decoraci¨®n chinos, a partir del d¨ªa 25, "si es que de verdad abren, que vaya usted a saber".
Y es que en esta ciudad todo el mundo vio el cierre de la verja como una maldici¨®n y espera la reapertura con ansia. El efecto de pobreza que aquella medida caus¨® aqu¨ª es mayor que el de claustrofobia ocasionado a los llanitos. No solo se perdieron los puestos de trabajo en el Pe?¨®n, sino que tambi¨¦n el comercio y los servicios se vieron fort¨ªsimamente afectados. Aunque de los puestos de trabajos perdidos a ra¨ªz del cierre solo podr¨¢n recuperarse, seg¨²n las previsiones m¨¢s optimistas, unos quinientos (demasiado poco para esta ciudad, con el 38% de la poblaci¨®n activa en el paro), los beneficios para el comercio y la hosteler¨ªa deben ser enormes.
Un estudio solicitado por el ayuntamiento y efectuado seg¨²n las importacion.es de Gibraltar en el a?o 80 y de los precios a que paga los diversos productos, se?ala que caso de haber estado abierta la verja, los gibraltare?os hubieran comprado en ese a?o a Espa?a por valor de no menos de 4.000 millones de pesetas. Cerca de la mitad de ese dinero correr¨ªa a cargo de la cesta de la compra, pues pr¨¢cticamente la totalidad de los art¨ªculos de alimentaci¨®n.
La falta de vivienda en Gibraltar, donde existe una lista de 1.600 personas en espera de casa por falta material de espacio para construir, ofrece tambi¨¦n enormes posibilidades a los linenses, cuyo plan de ordenaci¨®n urbana prev¨¦ espacios edificables en cantidad suficiente como para doblar la poblaci¨®n de la, ciudad, fijada hoy en 60.000 habitantes. Por ¨²ltimo, la esperada afluencia de curiosos y el tr¨¢fico comercial dar¨¢ nueva vida a hoteles, restaurantes, bares, pubs y discotecas.
El anuncio de la apertura, fijada en principio para el 20 de abril, provoc¨® toda una actividad que ahora podr¨ªa verse por segunda vez defraudada si hubiera un nuevo retraso, que aqu¨ª todo el mundo teme, tal vez sin otra raz¨®n que una larga experiencia de desenga?os. Jaime Mart¨ªnez, presidente de APYMEL, estima en 1.500 millones de excedentes almacenados por los comerciantes de La L¨ªnea, lo que supone unas considerables p¨¦rdidas por cada mes que pasa. "Muchos est¨¢n al l¨ªmite de sus fuerzas".
Adem¨¢s, aqu¨ª no hab¨ªa dinero, y todo el mundo est¨¢ con un cr¨¦dito que pagar. As¨ª que mientras m¨¢s se aleje la esperada apertura, va a haber m¨¢s y m¨¢s comerciantes que se coloquen en una situaci¨®n dif¨ªcil". Ocurre tambi¨¦n que el ayuntamiento, al que la apertura obliga a hacer grandes gastos, ha apretado mucho a la hora de recaudar impuestos atrasados y eso ha terminado de complicarles las cosas a los peque?os ahorradores
Apertura sin negociaci¨®n
Juan Carmona, alcalde de la ciudad, no quiere ni pensar en un nuevo aplazamiento. El es partidario cien por cien de la apertura, a¨²n sin negociaci¨®n: "El cierre fue un error que adem¨¢s de ahogar a esta ciudad alej¨® a los gibraltare?os de Espa?a y supuso un retroceso enorme en su asimilaci¨®n, que era lo que se pretend¨ªa. Es un error que la democracia no tiene hoy por qu¨¦ asumir. Se reconoce la equivocaci¨®n, se vuelve a abrir y ya est¨¢".
Por su parte, Carlos Pozas, administrador de la Aduana, ha terminado ya de dar el visto bueno a sus modernas instalaciones, que incluyen v¨ªdeo-terminales como novedad absoluta en Espa?a para el trabajo de aduanas, y no le queda otra ocupaci¨®n que esperar la fecha de entrada en funcionamiento. Entretanto, sigue viendo cada tarde c¨®mo las familias rotas por aquella decisi¨®n de a?os atr¨¢s se hablan a gritos, haciendo correr su voz entre los edificios de la Aduana, y se preguntan con ansiedad si a uno u otro lado hay confirmaci¨®n de la reapertura o rumores sobre un nuevo aplazamiento.
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