Alegato de don Juan Carlos contra la violencia y en favor de la inmediata integraci¨®n de Espa?a en la CEE
Texto del discurso pronunciado por el rey Juan Carlos: "Se?or presidente: Constituye para la Reina y para m¨ª un honor y una satisfacci¨®n teneros entre nosotros esta noche"."Saludo en vuestra excelencia a representante de un gran pueblo vecino, con el que el espa?ol se encuentra ¨ªntimamente relacionado y os doy la bienvenida en nuestro pa¨ªs".
"Entendemos, se?or presidente que vuestra presencia aqu¨ª refleja y confirma ¨¦l inter¨¦s de Francia por fortalecer y poner al d¨ªa los v¨ªnculos seculares que de tantas y tantas diversas formas han entrelazado la aventura hist¨®rica de nuestras dos viejas naciones".
"El gran proyecto europeo que tenemos ante nosotros necesita absolutamente de la aportaci¨®n de esta Espa?a ilusionada y joven, en la que los valores de la democracia y la libertad han prendido con vigor y de manera irreversible".
"El pueblo espa?ol est¨¢ decidido a participar plenamente en este proyecto europeo aport¨¢ndole toda su vitalidad y su ilusionada fe en los valores de la democracia y de la libertad. Mi pa¨ªs, que es ya aliado del vuestro en el compromiso de seguridad colectiva del mundo europeo occidental, desea tambi¨¦n, como sab¨¦is, la integraci¨®n de Espa?a en la Comunidad Europea, y espera, por muchos motivos, que ¨¦sta pueda tener lugar -sin nuevos retrasos- de forma r¨¢pida y satisfactoria. No podr¨ªa hablarse de amistad, de solidaridad y de cooperaci¨®n si esto no fuese as¨ª".
"Pero no basta que Europa se abra y se complete a s¨ª misma mediante la plena y pronta incorporaci¨®n de Espa?a a todas sus estructuras. Europa no puede creer que es posible proseguir c¨®modamente instalada en el disfrute de su libertad y de su prosperidad, sino que tiene que abrirse a la fraternidad y a la cooperaci¨®n con los pueblos de Iberoam¨¦rica para ser fiel a su destino, aquel que dio grandeza a su misi¨®n hist¨®rica y universalidad a la proyecci¨®n de sus valores".
"El mundo en que vivimos necesita el mensaje y la presencia de una Europa fuerte, independiente y libre. Una Europa que, como quiso Jean Monnet, no sea una mera expresi¨®n geogr¨¢fica ni una coalici¨®n de Estados, sino el resultado de la uni¨®n fecunda de sus pueblos".
"Y nos corresponde hacerlo ahora, cuando ya no es demasiado pronto y antes de que sea demasiado tarde".
"Se?or presidente: El panorama internacional se encuentra hoy ensombrecido por las consecuencias del conflicto de las Malvinas y por la acci¨®n militar emprendida contra L¨ªbano. Espa?a ha hecho y har¨¢ todo lo posible por favorecer una soluci¨®n negociada, honorable y justa para el contencioso de las Malvinas. Yo mismo me dirig¨ª al secretario general de las Naciones Unidas para poner a disposici¨®n de los pa¨ªses contendientes toda mi buena voluntad y mi ayuda para contribuir al logro de la paz y de la justicia. Por encima de todo, Espa?a ha querido evitar el derramamiento de sangre".
"Hoy, lejano ya nuestro llamamiento a la paz y a la cordura, nos duelen en nuestro ser europeo y en nuestras entra?ables ra¨ªces iberoamericanas los sufrimientos, las p¨¦rdidas irreparables de vidas humanas y el da?o profundo que se ha causado al mundo occidental".
"Tampoco en el conflicto de L¨ªbano se ha escuchado la voz de la raz¨®n".
"Quiero reiterar, en este tenia que tanto preocupa a Francia y a Espa?a, que estamos a favor de la paz y pedimos el pleno respeto a la unidad, la independencia y la integridad territorial de L¨ªbano, amenazado hoy en su misma supervivencia como naci¨®n soberana".
"S¨¦ muy bien, se?or presidente, hasta qu¨¦ punto est¨¢ personalmente comprometido en la noble tarea de aportar el esfuerzo de Francia a la construcci¨®n de un orden econ¨®mico mundial m¨¢s justo. Tambi¨¦n Espa?a ha hecho de la acci¨®n contra la miseria y el subdesarrollo en el ¨¢mbito internacional una de las preocupaciones constantes de su pol¨ªtica exterior".
"La lucha por la justicia social internacional es la nueva frontera de la guerra justa de nuestro tiempo: una guerra cuyos objetivos consisten en poner fin a la ignorancia, al hambre, al dolor y a la miseria. Una guerra en la que los pueblos, m¨¢s favorecidos tienen que empe?arse con generosidad y con decisi¨®n en la construcci¨®n de un mundo m¨¢s solidario y menos injusto, en el que se vaya reduciendo la distancia que separa a los pueblos opulentos de la masa ingente de los pueblos menesterosos".
"Se?or presidente: Nuestras sociedades europeas democr¨¢ticas, organizadas en el imperio de la ley, en la igualdad ante la justicia y en el pleno respeto de los derechos humanos y de todas las libertades, est¨¢n hoy amenazadas por esa ¨²ltima forma de barbarie totalitaria que se expresa a trav¨¦s del terrorismo. No puede haber justificaci¨®n para aquellos que tratan de imponer, por el odio y la muerte, sus propias soluciones unilaterales, desesperadas y sangrientas".
"No puede haber cabida en la Europa de las libertades para los que no tienen otro objetivo que matar la libertad. No puede haber acogida en nuestras sociedades democr¨¢ticas para los que se han propuesto aniquilar por la fuerza el orden social y pol¨ªtico elegido en la libertad por nuestros pueblos. No pueden los hombres de paz y de justicia ofrecer su comprensi¨®n a los hombres violentos, condenados, para decirlo con palabras de Camus, a la soledad infinita".
"La cooperaci¨®n en todas estas cuestiones antes mencionadas har¨¢ posible que nuestras econom¨ªas, tan estrechamente ligadas, encuentren progresivamente una m¨¢s ajustada relaci¨®n".
"Que nuestras culturas, que parten de un mismo tronco y se alimentan de una misma concepci¨®n trascendental del hombre y de sus valores, se enriquezcan sin duda con un m¨¢s intenso intercambio".
"Y que nuestros pueblos, por m¨²ltiples razones y desde hace mucho tan pr¨®ximos, sepan profundizar en su mejor conocimiento mutuo, que es la clave de todo entendimiento fruct¨ªfero y duradero".
"Se?or presidente: Por ese mejor conocimiento rec¨ªproco y por la amistad y buenas relaciones de Espa?a y Francia quiero levantar mi copa, as¨ª como por el futuro de la gran naci¨®n francesa, por la felicidad y bienestar de su pueblo y por vuestra ventura personal y la de vuestra esposa".
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