El cine espa?ol acapara la mayor¨ªa de los premios del Festival Internacional de Cartagena de Indias

Cuatro de los siete trofeos oficiales del XXII Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (Colombia) recayeron sobre pel¨ªculas espa?olas. El primer premio a la mejor pel¨ªcula fue concedido a Tiempo de revancha, del argentino Adolfo Aristar¨¢in. Pilar Mir¨® ha sido considerada como la mejor directora por Gary Cooper que est¨¢s en los cielos, mientras que Carlos Saura se destac¨® con un premio especial del jurado por Bodas de sangre. Finalmente, Oscar Ladoire, por Opera prima, y Lola Herrera, por Funci¨®n de noche, han sido valorados como los mejores int¨¦rpretes.

Estos dos ¨²ltimos premios, si embargo, no han sido bien recibidos en el ambiente festivalero de Cartagena, toda vez que la calidad media de los actores latino americanos presentes en el festival es m¨¢s que destacable. Cabe entender la decisi¨®n del jurado por el inter¨¦s general despertado por las diez pel¨ªculas espa?olas presentes en las distintas secciones del certamen, entre las que destac¨®, ciertamente, Opera prima, con una notable capacidad para hacer re¨ªr a p¨²blicos for¨¢neos.Ese entusiasmo es evidente mente ignorado por los representantes oficiales de la cinematograf¨ªa espa?ola, ausentes de cuerpo y alma en esta densa semana cinematogr¨¢fica. Si desde el primer momento destac¨® su inasistencia, una vez conocido el palmar¨¦s esa ausencia es ya escandalosa. ?Para d¨®nde reservan su actividad los organismos paraestatales destinados a la promoci¨®n del cine? Su ausencia en Berl¨ªn y su penosa presencia en Cannes parec¨ªa poder indicar que, como suelen declarar, el mercado latinoamericano es el conducto natural de una cinematograf¨ªa que se expresa en castellano. Pero aqu¨ª vemos que su habitual desidia es ya un mal end¨¦mico que los profesionales del cine espa?ol deber¨ªan tratar de solucionar si como tambi¨¦n suelen declarar, es necesario abrir nuevos mercados a un cine que, como el nuestro, no tiene capacidad de amortizaci¨®n en su propio territorio.

Desde hace dos a?os el festival de Cartagena de Indias es organizado por la entidad Focine, destinada a la promoci¨®n del cine colombiano. Quienes acuden a esta manifestaci¨®n desde su origen no dudan en asegurar que las dos ¨²ltimas convocatorias han variado sustancialmente el nivel anterior, creando ya un festival de aut¨¦ntico inter¨¦s. ?Conocen esta nueva realidad los encargados de conocerla?

En Cartagena de Indias hemos visto un buen n¨²mero de pel¨ªculas generalmente ignoradas en las pantallas europeas. La calidad de t¨ªtulos, como el premiado Tiempo de revancha, no es excepcional. El mismo director, Adolfo Aristar¨¢in, ha presentado, fuera de concurso, su nueva pel¨ªcula, Ultimos d¨ªas de la v¨ªctima, invitada ya, desde aqu¨ª, a la pr¨®xima Quincena de Realizadores del Festival de Cannes Aristar¨¢in consigue recrear los moldes tradicionales del cine policiaco en un lenguaje cuya modernidad le permite acercarse a una curiosa simbolog¨ªa de la actual realidad argentina. La historia del hombre que finge ser mudo para obtener una recompensa econ¨®mica y no tiene, al final, m¨¢s remedio que provocar su aut¨¦ntica mudez (Tiempo de revancha) o el asesino a sueldo que persigue a su v¨ªctima sin saber que ¨¦l mismo es el objetivo de su contrincante (Ultimos d¨ªas de la v¨ªctima) son personajes que podr¨ªan enclavarse en la obra de cualquier cl¨¢sico del g¨¦nero sin dejar por ello de referirse a un momento hist¨®rico en el que la violencia, el miedo y la muerte son protagonistas cotidianos.

Esa, desde luego, es la constante del mejor cine latinoamericano visto en el festival. El realizador venezolano Rom¨¢n Chalbaud insiste en encontrar en la violencia de las fuerzas destinadas a reprimirla una de las causas primarias de los problemas de su pa¨ªs.