La CEE ofrece a Estados Unidos una f¨®rmula alternativa para evitar una guerra comercial en el conflicto del acero

La batalla comercial entre la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) y Estados Unidos entr¨® ayer en una nueva fase de gran tensi¨®n. Los ministros de Asuntos Exteriores de los diez, reunidos en Bruselas, ofrecieron al Gobierno de Washington "una ¨²ltima oportunidad" y la f¨®rmula legal que le permitir¨ªa intervenir directamente e impedir la aplicaci¨®n de derechos compensatorios a las importaciones de acero procedentes de la CEE. La f¨®rmula propuesta supone tambi¨¦n un cambio, forzado, en la actitud de los diez, que renuncian a un planteamiento global y proponen discutir bilateralmente cada uno de ellos con los Estados Unidos, aunque coordinados por la comisi¨®n.

Si la Administraci¨®n Reagan rechaza esta v¨ªa y no acepta un enfoque pol¨ªtico del problema, que amenaza con suprimir del mercado sider¨²rgico estadounidense a las empresas europeas, la "guerra" entrar¨¢ en una fase activa en el seno de los dos organismos internacionales, el GATT y la OCDE, que regulan las relaciones comerciales en el mundo. Por el momento, los ministros han autorizado a la comisi¨®n para que presente hoy ante el Consejo del GATT una demanda contra el sistema disc norteamericano, que permite a sus productores de acero retrasar el pago de impuestos valorados en m¨¢s de 3.000 millones de d¨®lares. Frente a las acusaciones de proteccionismo que lanza Washington a los europeos, la CEE le devuelve el guante a la cara con una acusaci¨®n concreta. Si la batalla de la siderurgia y la del gasoducto sovi¨¦tico no encuentran una soluci¨®n inmediata, la ronda ministerial del GATT, prevista para el pr¨®ximo mes de noviembre, promete ser escenario de enfrentamientos hasta ahora desconocidos entre los miembros de la Alianza Atl¨¢ntica.La intransigencia de la Administraci¨®n Reagan en relaci¨®n con las exportaciones de acero europeo irrita extraordinariamente a los diez, el ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Claude Cheysson, lo expres¨® claramente: "?Somos o no miembros de un mismo sistema de defensa? Si la respuesta es afirmativa, Estados Unidos debe tener en cuenta que sus acciones repercuten en la econom¨ªa de sus aliados". El presidente de turno del Consejo Comunitario, el dan¨¦s Kjeld Olessen, fue tambi¨¦n tajante: "No han fracasado los enviados de la comisi¨®n europea a Washington, sino las buenas relaciones entre Europa y Norteam¨¦rica".

Disculpas norteamericanas

Los comisarios Davignon y Haferkainp informaron al Consejo de Ministros sobre la dura posici¨®n estadounidense, y se?alaron que Washington aduc¨ªa que no pod¨ªa intervenir directamente porque se trataba de querellas presentadas por empresas particulares de su pa¨ªs, que tienen que seguir el curso legal normal.

Los diez le recordaron ayer la existencia de un art¨ªculo, el 704, de la Trade Agreernents Acts, de 1979, por el que el Gobierno norteamericano puede suspender las encuestas en curso para imponer derechos compensatorios a los aceros europeos y discutir (tranquilamente) con los pa¨ªses afectados (acompa?ados por la comisi¨®n para demostrar que se trata de un problema "comunitario" y no exclusivamente bilateral) c¨®mo limitar las exportaciones de los productos concretos que han sido objeto de las querellas. Se trata, en definitiva, de colocar a la Administraci¨®n Reagan ante una opci¨®n pol¨ªtica y de llevar a Washington a unas negociaciones "producto por producto", ya que las ofertas de tipo global para autolimitar las exportaciones, realizadas hasta ahora, eran consideradas "rid¨ªculas" por parte de la CEE. Los diez ,conseguir¨ªan as¨ª evitar las tasas de hasta el 40% que pueden recargar sus aceros y separar del problema determinados productos, como los tubos, que no son objeto de querellas particulares.

Olessen fue tambi¨¦n tajante en el problema del gasoducto: "Hemos presentado conjuntamente una protesta diplom¨¢tica muy seria en Washington pero, desgraciadamente, Estados Unidos no ha cambiado su posici¨®n y el di¨¢logo constructivo pedido por los jefes de Estado y de Gobierno de los diez no se ha producido. Puedo decir que la CEE no aceptar¨¢ pura y simplemente las exigencias norteamericanas". Colombo, que viaja hoy a Washington, tampoco se anduvo por las ramas: "No podemos tolerar que otros tomen las decisiones por nosotros".

Entre bastidores, los diplom¨¢ticos europeos calculan las posibilidades de que el Parlamento polaco decrete hoy una amnist¨ªa y de que el pr¨®ximo d¨ªa 22, fiesta nacional en Polonia, el general Jaruzelski levante el estado de sitio. Para los europeos, ¨¦sta ser¨ªa la "ocasi¨®n perfecta" para que Reagan, que aduce la situaci¨®n en Polonia como ¨²nico motivo formal del embargo de licencias norte americanas para la construcci¨®n del gasoducto, calibrara que se ha producido un avance y que el embargo ya no est¨¢ justificado. Vanas esperanzas, afirman otros, para los que, pase lo que pase en Polonia, Estados Unidos no querr¨¢ volver sobre su decisi¨®n.