Cisjordania y Gaza, una anexi¨®n sobre todo econ¨®mica
Quince a?os despu¨¦s de la ocupaci¨®n por el Ej¨¦rcito israel¨ª de Cisjordania y de la franja de Gaza, en las que viven 700.000 y 450.000 palestinos respectivamente, el estatuto de estos territorios no ha cambiado te¨®ricamente, ya que siguen estando sometidos a una administraci¨®n militar.En la pr¨¢ctica, sin embargo, desde un punto de vista econ¨®mico, jur¨ªdico y pol¨ªtico, estos territorios est¨¢n siendo anexionados de forma larvada por Israel, sobre todo desde que la coalici¨®n electoral dirigida por Men¨¢jem Beguin lleg¨® al poder en 1977.
En Jerusal¨¦n este, d¨®nde viven 120.000 palestinos, la anexi¨®n ha sido, en cambio, legalizada por una primera ley aprobada en 1967, que ampliaba la soberan¨ªa oriental de la ciudad, y por una segunda ley, votada en julio de 1980, que proclamaba a Jerusal¨¦n capital reunificada del Estado de Israel.
En Cisjordania y Gaza, la integraci¨®n al Estado hebreo reviste, sobre todo, un car¨¢cter econ¨®mico. Estos territorios proporcionan a los empresarios israel¨ªes una mano de obra barata empleada principalmente en la agricultura, la cosntrucci¨®n e industrias poco sofisticadas.
La Oficina Nacional de Estad¨ªstica israel¨ª indica. que el n¨²mero de trabajadores procedentes de los territorios ocupados que trabajan en Israel ha sido multiplicado por cuatro en diez a?os, pasando de 20.000 en 1970 a 72.000 en 1980.
Mientras, el n¨²mero de empleos en Cisjordania y Gaza permanece estacionario en torno a los 140.000. La competencia de la industria israel¨ª, m¨¢s desarrollada tecnol¨®gicamente y muy subvencionada, ha frenado el desarrollo de las industrias locales.
Las autoridades israel¨ªes, que suprimieron la mayor¨ªa de las barreras econ¨®micas existentes a lo largo de la l¨ªnea de alto el fuego de 1948 entre Israel y los territorios ocupados, sigue aplicando dos importantes restricciones: 1) La prohibici¨®n, para los trabajadores de Cisjordania y Gaza, de pernoctar en Israel. 2) El pago de derechos de aduana, desde hace varios meses, para. los productos agr¨ªcolas de los territorios ocupados que entran en Israel.
Los primeros a?os de la ocupaci¨®n estuvieron marcados por un desarrollo econ¨®mico del que pudieron tambi¨¦n beneficiarse Cisjordania y Gaza, pero la inflaci¨®n de tres n¨²meros desde hace cinco a?os, el incremento del paro y el mantenimiento de la ocupaci¨®n militar han suscitado un fuerte aumento de la emigraci¨®n hacia los pa¨ªses del golfo P¨¦rsico. Cerca de 20.000 palestinos salen cada a?o, seg¨²n las estad¨ªsticas israel¨ªes.
En materia jur¨ªdica, la reglamentaci¨®n israel¨ª prevalece hoy en d¨ªa sobre la ley jordana, aun formalmente en vigor en los territorios ocupados. Las ¨²nicas leyes que no han sido modificadas son las que ata?en a las libertades y el mantenimiento del orden p¨²blico.
Deseoso de poseer una reserva de espacio para poder multiplicar el n¨²mero de asentamientos jud¨ªos en los territorios ocupados, el Gobierno israel¨ª ha decretado que todas las tierras comunales son de su propiedad, lo que le permite poseer, seg¨²n la Prensa israel¨ª, la tercera parte de Cisjordania.
En las tierras han sido instalados 103 asentamientos, 60 de los cuales han sido creados en los ¨²ltimos sesenta a?os.
En ellos viven 25.000 colonos, sometidos tan s¨®lo a la jurisdicci¨®n israel¨ª. Constituyen una especie de Rep¨²blica aut¨®noma y armada hasta los dientes en el futuro territorio aut¨®nomo de Cosjordania-Gaza.
Esta colonizaci¨®n masiva, no tanto por el n¨²mero de los colonos como por la superficie de las tierras expropiadas, suscita una fuerte hostilidad, duramente reprimida, entre la poblaci¨®n local y sus alcaldes.
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