Encierro del comit¨¦ de empresa de Nervacero
Dos a?os despu¨¦s del acuerdo firmado por el entonces vicepresidente para Asuntos Econ¨®micos, Fernando Abril Martorell, para el reflotamiento de la empresa sider¨²rgica Nervacero, sus casi mil trabajadores permanecen a la espera de las ayudas comprometidas por el Gobierno y que permitir¨ªan reiniciar la actividad productiva. Para presionar a los poderes publicos a dar una salida a esta situaci¨®n, el comit¨¦ de empresa y los delegados sindicales de CC OO y UGT permanecer¨¢n en encierro permanente en las oficinas centrales de la empresa hasta el pr¨®ximo martes, d¨ªa en que se re¨²ne la Comisi¨®n Delegada del Gobierno para Asuntos Econ¨®micos.Una de las empresas m¨¢s modernas del sector, dotada de la m¨¢s avanzada tecnolog¨ªa y capaz, seg¨²n los planes iniciales, de llegar a producir a comienzos de la d¨¦cada actual 550.000 toneladas de acero, se vio conducida a la bancarrota por una gesti¨®n empresarial que todos los estudios y planes de viabilidad realizados con posterioridad han calificado de irresponsable y desastrosa. La falta de financiaci¨®n, que impidi¨® la adquisici¨®n de las materias primas indispensables, hizo que en 1981 la producci¨®n rebasase apenas las 25.000 toneladas, es decir, menos del 5% de la cifra prevista.
Los cr¨¦ditos concedidos como consecuencia del primer plan de salvaci¨®n pactado por Abril Martorell, llegaron de forma muy espaciada y siempre con retraso, de tal forma que pr¨¢cticamente el 100% de su importe hubo de dedicarse al pago de salarios atrasados, sin lograrse nunca una situaci¨®n de tesorer¨ªa lo suficientemente saneada como para poder abordar seriamente el reinicio de la producci¨®n.
Como los estudios realizados indicaban que tecnol¨®gicamente la empresa pod¨ªa resultar comixtitiva, nunca se dio por definitivamente zanjado el tema y siguieron llegando espor¨¢dicos cr¨¦ditos o ayudas oficiales y se sucedieron propuestas diversas de reestructuraci¨®n. La empresa especializada IDOM realiz¨® el a?o pasado un nuevo plan -la Administmci¨®n exigi¨® una actualizaci¨®n del primitivo- que contemplaba la eliminaci¨®n de 304 puestos de trabajo y diversas modificaciones en la estructura
El nuevo comit¨¦ de empresa negoci¨® las contrapartidas, lleg¨¢ndose la pasada primavera a un acuerdo global que, sin embargo, no se ha traducido hasta el momento en iniciativas pr¨¢cticas. La posibilidad de una absorci¨®n de Nervacero por parte de Uni¨®n Cerrajera de Mondrag¨®n, considerada ¨²ltimamente como salida viable, est¨¢ pendiente de la aceptaci¨®n por parte del ministerio correspondiente de una subvenci¨®n de 3.000 millones de pesetas. Los trabajadores encerrados en las oficinas reclaman, por una parte, que se les satisfagan los salarios atrasados de cuatro meses y una cantidad que qued¨® a cuenta en los acuerdos de 1980 y, por otra, que el Gobierno tome cartas en la resoluci¨®n del problema financiero de fondo.
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