Un virtuoso con un viol¨ªn de juguete
Si no fuera porque desde hace unos pocos a?os el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo de Madrid viene prestando sus salas para exposiciones temporales de envergadura, entre las que conviene recordar las de Mir¨®, T¨¢pies, colecci¨®n del MOMA neoyorquino, Mar¨ªa Blanchard o Picasso, la mayor¨ªa de los ciudadanos de este pa¨ªs desconocer¨ªan su existencia.Paradoja insufrible ¨¦sta para una instituci¨®n que s¨®lo atrae al p¨²blico cuando ense?a lo que no pertenece a sus fondos y que encima no tiene los recursos propios suficientes para hacerse responsable directa de estos montajes temporales. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s inmediatamente chocante de esta grotesca penuria de medios para el funcionamiento del museo es observar el monumental edificio en el que est¨¢ enclavado, edificio que se construy¨® hace diez a?os, con un coste de unos seiscientos millones de pesetas.
Este edificio de once plantas consume en su totalidad los diecinueve millones que le est¨¢n asignados como presupuesto anual de mantenimiento. Para adquisici¨®n de obras de arte -cap¨ªtulo fundamental para este museo, que posee tan s¨®lo un centenar largo de piezas de aut¨¦ntico inter¨¦s, en medio de un patrimonio global de unas tres mil obras, en su gran mayor¨ªa detestables- no existe presupuesto anual fijo.
En Espa?a, este concepto se programa globalmente: los 87 museos oficiales deben repartirse, seg¨²n la cifra actual, incrementada espectacularmente hace poco, la irrisoria cantidad de 139 millones, lo que hace una media de un mill¨®n y pico para compras por museo y a?o.
Para el desarrollo de actividades culturales cuenta, por su parte, con cuatro millones anuales, cantidad de nuevo insuficiente, y de tan compleja gesti¨®n, que s¨®lo sirve para pagar atrasos. Por ¨²ltimo, como personal t¨¦cnico especializado, tiene ahora cuatro conservadores de plantilla, otro interino y dos auxiliares de bibliotecas. Un patronato, formado por quince miembros, carece de operatividad y autonom¨ªa.
Es imprescindible conocer estos datos objetivos para comprender que as¨ª no se puede ir a ninguna parte, y que si el Museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo ¨²ltimamente puede mantener, a duras penas, las apariencias, es gracias al esfuerzo, casi de prestidigitaci¨®n, de unos cuantos funcionarios y gestores.
Compras excepcionales
Las exposiciones temporales, la bella y rigurosa disposici¨®n actual de los fondos abiertos al p¨²blico, las compras excepcionales con cargo a presupuestos extraordinarios -como los dos ¨²ltimos cuadros de Dal¨ª-, las miniactividades culturales -Festival de Primavera- y el proyecto de obras de remodelaci¨®n, que constituyen algunos de los s¨ªntomas alentadores de ¨²ltima hora, no tendr¨¢n a la larga eficacia si su programaci¨®n no se normaliz¨¢.
De hecho, hoy d¨ªa todo depende de la eventual sagacidad del director general de Bellas Artes correspondiente y del eventual romanticismo de los funcionarios que est¨¢n a sus ¨®rdenes.
Creo que es justo reconocer que en los ¨²ltimos tiempos se han derrochado estas cualidades personales, pero ahora falta lo fundamental: que el Estado se tome en serio, de manera estructural, los museos que los espa?oles hemos confiado a la tutela oficial. Porque, a la postre, conviene no olvidar el absurdo desprop¨®sito de contratar un virtuoso para tocar con un viol¨ªn de juguete.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.