El desempleo, eje de la campa?a electoral sueca
El tema econ¨®mico ha ocupado el centro del debate en la campa?a electoral, ser¨¢ un factor determinante en la decisi¨®n de cada votante y ocupar¨¢ buena parte de los esfuerzos del Gobierno que surja de las elecciones, presumiblemente socialdem¨®crata. Las propuestas de los partidos para restaurar la quebrantada salud de la econom¨ªa sueca resultan un punto de referencia inevitable no s¨®lo para los electores, sino para prever el futuro del modelo que tanto inter¨¦s despertar¨¢ en el mundo y que ahora se revela en crisis.El programa econ¨®mico socialdem¨®crata, condensado en un folleto titulado Futuro para Suecia, pone el acento en la necesidad de estimular la industria mediante un plan de inversiones que, al tiempo que le permitir¨ªa recobrar su perdido impulso, significar¨ªa crear de 30.000 a 40.000 puestos de trabajo en el pr¨®ximo a?o, una de las preocupaciones m¨¢s sentidas en la Suecia actual. Contrariamente a lo que preconizan los burgueses (conservadores), la socialdemocracia est¨¢ dispuesta a incrementar el gasto p¨²blico si con ello disminuye el desempleo, buscando la forma de disminuir el d¨¦ficit presupuestario por otras v¨ªas. Eso es lo inmediato.
En el mediano y largo plazo, el mecanismo propuesto por el partido de Olof Palme, que se presenta favorito seg¨²n las ¨²ltimas encuestas, para conseguir aquellas metas son los ya famosos fondos de asalariados, un proyecto conjunto de la Central de Trabajadores (LO) y el partido socialdem¨®crata, aprobado en los respectivos congresos del a?o pasado.
Desarrollo industrial
Aunque todav¨ªa quedan aspectos a discutir, los fundamentos del proyecto han sido explicados de la siguiente manera: el desarrollo industrial de Suecia, al tiempo que estuvo acompa?ado por una pol¨ªtica solidaria en materia de salarios, aparej¨® tambi¨¦n una fuerte concentraci¨®n de poder econ¨®mico en unas pocas familias. Paralelamente, en los ¨²ltimos a?os las inversiones en la industria disminu¨ªan en cerca del 30%, mientras crec¨ªa la inversi¨®n sueca fuera del pa¨ªs. Se vio entonces la necesidad de democratizar la econom¨ªa por un lado, y por otro, aumentar el ahorro colectivo destinado a inversiones productivas en reemplazo de las especulativas, que han predominado en estos ¨²ltimos a?os.
La financiaci¨®n de los fondos se har¨ªa por una combinaci¨®n de distribuci¨®n de utilidades y cuotas basadas en los salarios, pagadas por las empresas. Los fondos, que invertir¨¢n su capital en empresas viables, tendr¨¢n una administraci¨®n colectiva, democr¨¢tica y descentralizada. Si bien a largo plazo puede pensarse en un incremento considerable progresivo de los sindicatos, en el capital y en la gesti¨®n de las empresas no hay ni en la letra, y menos en el esp¨ªritu del proyecto, la intenci¨®n de sustituir la econom¨ªa de mercado, sino, a lo sumo, de establecer un mayor control sobre ella.
Los postulados conservadores
Los partidos burgueses cerraron filas contra el proyecto, y con gran habilidad publicitaria lograron transformarlo en el RPT, el tema de la campa?a electoral, desdibujando de paso los aspectos m¨¢s negativos de su gesti¨®n en seis a?os de Gobierno. Los fondos de asalariados han sido presentados como un plan para acabar con la libertad y la democracia en Suecia y de marchar hacia una sociedad socialista. El problema de los fondos no parece interesar demasiado a los suecos, m¨¢s preocupados, de tener un empleo seguro y de la subida de los alquileres, de las guarder¨ªas para sus hijos, etc¨¦tera. Pero la imagen de una Suecia a punto de caer en las garras del socialismo -tal como sugiri¨® la propaganda- debe haber tenido sus delctos, ya que la socialdemocracia hubo de hacer algunas concesiones en algunos a spectos del proyecto.
Los conservadores, principal componente de un bastante desunido bloque burgu¨¦s, han condensado sus recetas econ¨®micas en un libro titulado Nuevo camino para un equilibrio econ¨®mico. Sus postulados parten del principio de que Suecia ha estado viviendo por encima de sus posibilidades y ya es tiempo de ajustarse a¨²n m¨¢s el cintur¨®n. Cintur¨®n que ha sido progresivamente ajustado en estos seis a?os ¨²ltimos de Gobiernos burgueses, en mayor¨ªa o minor¨ªa. La receta conservadora, una dr¨¢stica reducci¨®n del gasto p¨²blico y la m¨¢s amplia libertad para el capital. Plena vigencia de la econom¨ªa de mercado sin restricciones al cr¨¦dito, la moneda y el mercado de capital. Disminuci¨®n de los impuestos, limitaci¨®n del poder de los sindicatos, que consideran excesivo, y recortes en los distintos aspectos de la Seguridad Social, un modelo cuyos resultados se ha visto en otros pa¨ªses.
De los 8.300.000 habitantes que tiene Suecia, 1.200.000 aproximadamente son extranjeros. La gran corriente inmigratoria se inici¨® cuando las necesidades de la industria sueca hicieron imperiosa la importaci¨®n de mano de obra. Esta provino de Finlandia, Yugoslavia, Turqu¨ªa y Grecia, aunque en los ¨²ltimos a?os se. sum¨®, por otros motivos, la inmigraci¨®n latinoamericana.
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