Retrato de humo
Los partidos han cerrado las listas (aprovechando, sobre todo, la jornada dominical que, de otro modo, habr¨ªa que dedicar, como todo el a?o, a la segunda residencia, el segundo televisor y la segunda suegra).Lo que la derecha ha logrado configurar, despu¨¦s de todo el trapicheo Arlab¨¢n/CEOE/Milton Friedman/Garrigues/cl¨¢usula devolutiva/Fraga, no es sino un retrato de humo, seg¨²n el actual¨ªsimo t¨ªtulo de Juan Cruz. O sea, un retrato que se desvae, se pierde, ensaya el parecido con Calvo-Sotelo, pero se desdibuja en Landelino, se concreta en Fraga/Alzaga/Alvarez/Herrero de Mi?¨®n, y vuelve a desmembrarse blandamente, con el descontento de los adherentes y adheridos, mientras las fechas pasan por Fraga como los aniversarios por un moriolito. La gente, hoy, no tiene unzl imagen neta de la derecha. Y menos que nadie, la gente de derechas.
Vamos a ver, que he estado echando la cuentia de la vieja, cruzada con la prueba de los nueves, que es mi sofemai;a artesanal, y me sale esto: el PSOE/Felipe se aproxima a los 190 esca?os. AP quiz¨¢ rebase los setenita (en sollitario). UCD/Landelino se queda en 30, tras la puerta que se, ha pegado Antonio Garrigues. Ros¨®n le tiene prestados muchos servicios de todo tipo a este pa¨ªs, malos y buenos, est¨¢ en un rriomento pol¨ªtico favorable y madtiro: hubiera sido locura trasponerle para vender en su lugar la imagen in¨¦dita, ins¨®lita, despol¨ªtica, de Garrigues (que, por cierto, ni siquiera estaba empadronado, y el viernes por la ma?ana andaba su esposa, Francis, con el papeleo, paria "empadronar al diputado").
Pero sigo contando por los de- dos. El pec¨¦/(Carrillo va a andar por los quince esca?os, y CDS/ Su¨¢rez, por los diez. Ya s¨¦ que la cuenta no sale cuadrada, pero se cuadrar¨¢ sola. SI los socialistas se acercan a los doscientos esca?os, aliancistas y centristas, solos o por separado, no van a superar los cien. Este convencimiento, quiz¨¢, ha llevado a Lavilla a no someter se al imperio natural de Fraga a cambio de nada.
La derecha, pues, te pongas como te pongas, no es sino un retrato de humo, hoy, un poster como esos que vemos por las vallas de Madrid, que si les miras de un lado sale Marilyn Monroe, y si les miras con el otro reojito, sale el Marlbor o u otro genuino sabor nicotinado. Puro op/art, la derecha, cuando hace tantos a?os que no se lleva el op/art. Siempre han arrastrado unos veinte a?os de retraso, en cuanto a vangiiardias est¨¦ticas, de modo, querido Juan, que tardar¨¢n varios lustros en reconocerse en tu t¨ªtulo. A este quebranto hay que a?adir la posibilidad de que Carrillo/Su¨¢rez, desde los extremos, decidan servir cuero al centrocampista Felipe, qiie parece ley natural en este otro f¨²tbol, como dir¨ªa Miguel Delibes. Segurado levanta naipe y chequera (que dicen los latinoch¨¦s) por uced¨¦/Alianza, pues para la patronal siguen siendo lo mismo, y lo que no ha atado la pol¨ªtica en la tierra, lo atar¨¢n ellos en el cielo de los grandes n¨²meros. Alfonso Guerra se viste de reserva espiritual del socialismo, aunque tiene una izquierda a su izquierda (G¨®mez-Llorente, Castellano) para que las bases jacobeas no decaigan en la V¨ªa L¨¢ctea/Moncloa, que parece un trayecto tranviario de cuando quedaban tranv¨ªas. A Gonz¨¢lez se le ingenuiza con camisas de progre/60, pero todos sabemos que es el pivote social a quier, no matar¨¢ de un escopet¨®n la Guti¨¦rrez Caba.
Ferret-Salat est¨¢ aprendiendo de sus propios empresarios que "hay un camino a la derecha" (Mur Oti) que no lleva a ninguna parte, como trat¨¦ de explicarle yo la noche en que cenamos. No es bueno que la derecha se haya quedado en retrato de humo. Aqu¨ª, a la derecha, si no se le da salida, se lo monta ella a su aire. Y es peor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.