Reflexiones de un fot¨®grafo

Dice N¨¦stor Almendros en su libro D¨ªas de una c¨¢mara que ¨¦l es el primero que ve la pel¨ªcula en el visor de la c¨¢mara". Pero ¨¦l, para alcanzar ese estado de gracia, ese privilegio, ha tenido que recorrer un camino tortuoso, seg¨²n ¨¦l mismo confiesa.Guillermo Cabrera Infante nos acaba de decir p¨²blicamente que, a juicio suyo, N¨¦stor Almendros ocupa un lugar entre los cinco o seis mejores directores de fotograf¨ªa del mundo. Sin embargo, esa ocupaci¨®n la sigue llevando con humildad, casi en silencio.

Hace unos d¨ªas, por tel¨¦fono, al preguntarle su opini¨®n sobre su ¨²ltimo filme (el ¨²ltimo de Rohmer), me respondi¨® que hab¨ªa sido un "ejemplo de humildad", dadas las limitaciones de la producci¨®n. Y N¨¦stor Almendros, con tenacidad, pero con humildad, ha mantenido su carrera ascendente bas¨¢ndose siempre en algo que pocos directores de fotograf¨ªa desarrollan, su constante "afici¨®n al cine", su asidua frecuentaci¨®n como simple espectador de las salas de cine, su vocaci¨®n cinematogr¨¢fica, desde siempre, frecuentando primero las salas de cine de barrio, luego los cineclubes y las filmotecas, N¨¦stor Almendros ha ido verificando su excepcional cultura.

"Para m¨ª, las cualidades principales de un director de fotograf¨ªa son la sensibilidad pl¨¢stica y una s¨®lida cultura", s¨®lo con la mirada hacia toda clase de cine ha logrado imprimir una huella en cada una de las pel¨ªculas que llevan su nombre junto al del realizador.

El mundo exterior

Su mirada recorre los filmes antiguos y los modernos, pero tambi¨¦n, y sobre todo, la ajusta al visor de una c¨¢mara. "En el visor no s¨®lamente se selecciona, sino que tambi¨¦n se organiza el mundo exterior".

O sea, que su cultura, a trav¨¦s del ojo, se funde con la que encuadra y permite as¨ª no ser un mero reproductor, sino un creador de mundos exteriores, planificados en un orden narrativo que acompa?a cada obra seg¨²n las exigencias de cada historia. "En cada pel¨ªcula se me han presentado problemas diferentes que han tenido soluciones diferentes". Y esa apreciaci¨®n, que no formula, se ve corroborada en cada nueva obra suya, en las que su colaboraci¨®n adquiere privilegios de autor¨ªa.

N¨¦stor Almendros es lector por encima de toda otra cosa. Lee los filmes de antes; sigue sus lecturas con los que en el mundo se realizan actualmente; utiliza el visor como lupa en su oficio de lector, y finalmente lee en voz alta, a trav¨¦s de las im¨¢genes, su propia y recreada escritura en cada pel¨ªcula en la que interviene.