Vientos nuevos en las relaciones jordano-palestinas

ENVIADO ESPECIALEl rey Hussein de Jordania y Yasir Arafat, l¨ªder de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), pasaron revista juntos, en la ma?ana soleada del pasado martes, a unidades militares jordanas del mismo Ej¨¦rcito que hace doce a?os expuls¨® violentamente del pa¨ªs a miles de fedayin palestinos.

M¨¢s aun que la prolongada estancia de Arafat en Amman, que finaliz¨® ayer, o la cordialidad del recibimiento jordano, la inspecci¨®n conjunta de la tropa, que s¨®lo efect¨²a el rey con los jefes de Estado extranjeros, materializa "el carpetazo al pasado", seg¨²n la expresi¨®n de un ministro, y el inicio de una nueva era de relaciones privilegiadas entre la resistencia palestina y la corona hachemita.

Muy poco ha trascendido de unas conversaciones inacabadas, calificadas de "positivas" por ambas partes y que giraron en torno a la adopci¨®n de una estrategia negociadora com¨²n para conseguir la retirada israel¨ª de los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Estas zonas podr¨ªan, tras su liberaci¨®n, confederarse con Jordania, como lo sugirieron el presidente norteamericano, el 1 de septiembre, y el rey Hussein, el 20 del mismo mes.

Aunque la OLP prefiere disponer primero de un Estado independiente para negociar despu¨¦s la confederaci¨®n con Jordania, la guerra que ha sufrido en L¨ªbano no parece haber reforzado el ala radical de su direcci¨®n, y el propio Yasir Arafat reconoci¨® en Amman ante la Prensa que el plan de paz Reagan para Oriente Pr¨®ximo "conten¨ªa algunos aspectos positivos", mientras su portavoz recordaba que "nosotros no lo hemos rechazado".

Arafat, sin embargo, no apreci¨® inicialmente, seg¨²n fuentes palestinas solventes, la reactivaci¨®n por el monarca hachemita de su propuesta de confederaci¨®n de 1972, creyendo que se trataba de un nuevo intento jordano de apadrinar a la OLP y de hablar en su nombre. Y empez¨® a aplazar su visita a Jordania hasta que entendi¨® el verdadero significado del viaje a Amman, en septiembre, del emisario norteamericano para Oriente Pr¨®ximo, Philip Habib.

Este explic¨® al rey Hussein, seg¨²n las mismas fuentes, que Estados Unidos estaba absolutamente decidido a llevar adelante su plan y necesitaba para ello un acuerdo de principio sobre una asociaci¨®n palestino-jordana, que s¨®lo pod¨ªa obtener el monarca de Arafat ya que Washington no mantiene contactos directos con la OLP. El l¨ªder palestino acept¨® desplazarse r¨¢pidamente a Animan para discutir el tema durante: cuatro d¨ªas.

M¨¢s significativos que las palabras cordiales intercambiadas entre las delegaciones jordana y palestina son algunos gestos de Hussein, que definen el nuevo ambiente de las relaciones bilaterales.

As¨ª, la autorizaci¨®n dada a Arafat para hablar en p¨²blico ante la Prensa o ante sus fieles en un mitin, la amnist¨ªa concedida por el rey a cientos de fedayin que lucharon contra el Ej¨¦rcito jordano en septiembre de 1970, el anuncio de la adquisici¨®n de armamento pesado para el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Palestina, o, simplemente, la colocaci¨®n de la bandera palestina, que ondea en los coches oficiales que circulan por Amman o en la residencia de los hu¨¦spedes del Gobierno.

El protocolo digno de una importante personalidad, pero no de un jefe de Estado, al que tuvo derecho Arafat durante su primera visita relevante a Jordania desde 1970 no significa que todos los dem¨¢s miembros de la OLP disfruten de los mismos privilegios.