El Estado deber¨¢ pagar en los pr¨®ximos cuatro a?os 900.000 millones de pesetas por su deuda actual
El Estado deber¨¢ pagar durante los pr¨®ximos cuatro a?os unos 900.000 millones de pesetas por los intereses y devoluciones de su deuda viva a finales del presente ejercicio. Tal carga para la gesti¨®n del Gobierno que surja de las urnas est¨¢ siendo engrosada a lo largo del a?o por dos v¨ªas: la depreciaci¨®n de la peseta con respecto al d¨®lar y las otras divisas-base de los cr¨¦ditos exteriores, y cierta elevaci¨®n de los tipos de inter¨¦s internos. Precisamente estos d¨ªas la deuda total, consecuencia de parte de los d¨¦ficit p¨²blicos anuales, va a sobrepasar la frontera del bill¨®n de pesetas.
La deuda del Estado, sin contar la contra¨ªda con el Banco de Espa?a, ha aumentado desde las elecciones de marzo de 1979 m¨¢s de 600.000 millones de pesetas; era entonces de unos 200.000 millones de pesetas la interior y de 2-261 millones de d¨®lares la exterior. Por el contrario, durante los dos primeros a?os de gobiernos democr¨¢ticos se mantuvo estable, pues la exterior descendi¨® en unos 1.000 millones de d¨®lares y la interior aument¨® en menos de 100.000 millones de pesetas.Dentro de cuatro a?os deber¨¢ haber sido pagada ya cerca del 90% de la deuda interna, que ascender¨¢ al terminar este ejercicio a unos 803.400 millones de pesetas, en caso de cumplirse las previsiones, seg¨²n estimaciones realizadas en medios pr¨®ximos al Ministerio de Hacienda. Casi la mitad est¨¢ en manos de instituciones monetarias, proporci¨®n m¨¢s alta que en muchos pa¨ªses occidentales, si bien tiende a diversificarse. Por el contrario, en 1986 quedar¨¢ por amortizar una gran mayor¨ªa de la deuda externa (1982 puede terminar con unos 300.000 millones), cuyas devoluciones deber¨¢n ser crecientes hasta un a?o despu¨¦s, en que comenzar¨¢n a flexionar en pesetas, si no hay sorpresas en el tipo de cambio.
Carga asumible
La dimensi¨®n de la carga -si tuviera que ser cancelada este mismo a?o absorber¨ªa toda la recaudaci¨®n por retenciones de trabajo y capital, as¨ª como la liquidaci¨®n de las declaraciones por renta- es considerada perfectamente asumible por medios gubernamentales y de la oposici¨®n socialista. Los primeros han indicado que la capacidad de absorci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es grande, porque durante veinte a?os no se utiliz¨® el instrumento de la deuda y hasta mediados de los setenta los presupuestos del Estado se cerraban sin d¨¦ficit. Fuentes socialistas comparten que no habr¨¢ dificultades en financiar anualmente los vencimientos, aunque est¨¢ fuera de dudas que es un carga importante y una herencia parad¨®jica de un Gobierno de derechas, cuyos partidos prometen congelar o reducir el d¨¦ficit y dicen no creerse los planteamientos del PSOE.Seg¨²n los medios gubernamentales, la deuda exterior del Estado representa s¨®lo la d¨¦cima parte del total espa?ol. La interior no pasar¨¢ este a?o del 4% del producto interior bruto a precios de mercado, magnitud que baja al 3,2% si se excluyen los 115.000 millones de pesetas del Instituto Nacional de Industria asumidos hace algunos, meses. En cualquier caso, consideran que ambas cifras est¨¢n muy por debajo de las de otros pa¨ªses industrializados, en muchos de los cuales supera el 20% de la producci¨®n anual de bienes y servicios.
Seg¨²n estimaciones de Hacienda, la carga de la deuda en intereses y amortizaciones, 141.000 millones de pesetas en el presente ejercicio, casi se duplicar¨¢ en cada uno de los a?os siguientes, en que rondar¨¢ el cuarto de bill¨®n de pesetas, a la vista del calendario de amortizaciones. Las devoluciones o amortizaciones representar¨¢n en 1982 menos de la mitad de los intereses. Pero, como puede apreciarse en el cuadro adjunto, se duplicar¨¢n con exceso el pr¨®ximo a?o, para luego amortizar en cada uno de los ejercicios siguientes casi el cu¨¢druple que en el presente. As¨ª, casi se acercar¨¢n en 1983 a los intereses previstos, duplic¨¢ndolos en 1983 y casi triplic¨¢ndolos en 1983.
Debe recordarse, no obstante, que se habla s¨®lo de la deuda viva ahora, y que es previsible el incremento de ¨¦sta para atender sus cargas y las necesidades de cada presupuesto. Como se sabe, desde 1980 coinciden pr¨¢cticamente d¨¦ficit e inversi¨®n p¨²blica, porque los otros gastos se han igualado a los ingresos.
Las previsiones de la Direcci¨®n General del Tesoro, recogidas en el cuadro adjunto y que fueron realizadas a principios de a?o, es probable que no se alejen de la realidad para 1982, aunque se incrementar¨¢n globalmente en los ejercicios siguientes. Lo primero, por dos factores principales. De un lado, si bien se baraja la posibilidad de no cubrir el tope de 150.000 millones de pesetas para la deuda a corto plazo (s¨®lo van las dos terceras partes), el tipo de inter¨¦s ha sido mayor del previsto: 14% a una media de 360 d¨ªas. De otro, la deuda exterior deber¨¢ ser amortizada a tipos de cambio muy superiores a los que fue contra¨ªda y ha pagado fuertes intereses en los primeros meses del presente ejercicio, aunque llevan ahora varios meses a la baja.
Por las diferencias de cambio en la deuda exterior y por las variaciones en la deuda a corto y medio plazo, las previsiones de amortizaci¨®n de principios de a?o han tenido que engrosarse para 1982 y 1983. Actualmente se habla para el pr¨®ximo ejercicio de unos 25.000 millones de pesetas m¨¢s, lo que situar¨ªa el total en torno a los 130.000 millones de pesetas en el caso de que no hubiera oscilaciones en los tipos de cambio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.