El plan de austeridad impuesto por el Gobierno franc¨¦s deber¨¢ prolongarse un a?o m¨¢s
En conjunto, al final de estos cuatros meses de restricciones la situaci¨®n de la econom¨ªa francesa a mejorado respecto a la pendiente que, a lo largo del primer a?o de poder, hab¨ªan enfilado los socialistas. A pesar de ello, en el plano nacional, como en los medios financieros internacionales, el llamado socialismo a la francesa no ha conseguido la credibilidad que necesitar¨ªa para luchar m¨¢s holgadamente contra la crisis econ¨®mica mundial.Ayer el franco franc¨¦s se afianz¨® una vez m¨¢s en los mercados de cambio. Durante los ¨²ltimos d¨ªas se volvi¨® a rumorear una posible devaluaci¨®n de la moneda gala. A la banca de Francia le cost¨® la broma cerca de mil millones de d¨®lares, con los que fren¨® la subida irresistible, como siempre, del narcoalem¨¢n. La especulaci¨®n _arranc¨® de noticias confusas sobre la retirada del Deutsche Bank y de otra media docena de grandes bancos mundiales del consorcio que se hab¨ªa formado semanas atr¨¢s para cubrir el pr¨¦stamo de cuatro mil millones de d¨®lares solicitado por el Gobierno franc¨¦s. En segundo lugar, el resultado abultadamente negativo del comercio exterior franc¨¦s en el pasado mes de septiembre (12.000 millones de francos de d¨¦ficit) tambi¨¦n hizo arreciar el temporal contra el franco.
Noviembre agitado
Este ¨²ltimo dato es inamovible, pero la especulaci¨®n ha cedido al confirmase que en el curso de esta semana se firmar¨¢ definitivamente el acuerdo entre Par¨ªs y los bancos internacionales, seg¨²n afirmaci¨®n del ministro de Econom¨ªa, Jacques Delors. ?Cu¨¢nto va a durar este per¨ªodo de calma? En los medios financieros internacionales, seg¨²n un experto del diario independiente Le Monde, "se teme que el mes de noviembre sea agitado". Ayer mismo, el diario brit¨¢nico Financial Times dec¨ªa que el Gobierno de Par¨ªs estaba dispuesto a "empe?ar, o incluso vender, el oro de Francia". Es posible que el peri¨®dico precitado haya recordado, para opinar as¨ª, que el presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, y otros responsables econ¨®micos han afirmado en las ¨²ltimas semanas que "el Gobierno est¨¢ dispuesto a emplear todos los medios necesarios para defender el franco. Y esos medios son suficientes". La frase es lo bastante ambigua como para deducir lo que a cada cual le interese.
Peripecias del franco
En cualquier caso, las peripecias regulares de la divisa francesa evidencian que el Gobierno socialista, a pesar de los esfuerzos redoblados puestos en pr¨¢ctica durante los ¨²ltimos meses, no ha hecho surtir a¨²n el efecto deseado: convencer a la comunidad econ¨®mica y financiera occidental de que su gesti¨®n econ¨®mica, con el cambio radical operado el verano ¨²ltimo, se sit¨²a en la zona de confianza que necesitan los m¨²ltiples actores de la libre econom¨ªa de mercado.
Sin embargo ese cambio es un hecho. La pol¨ªtica econ¨®mica realizada por los socialistas durante los ¨²ltimos cuatro meses, al dejar de lado la estrategia presupuestaria, es la que, con matices no significativos, hubiese deseado hacer cualquier Gobierno de la derecha conservadora liberal. El ex primer ministro Raymond Barre no pudo decretar el bloqueo de precios y salarios con el rigor mitterrandista porque los sindicatos de izquierda lo hubiesen boicoteado hasta la crisis paralizante. Este ano, por primera vez desde hace un cuarto de siglo, el poder adquisitivo de muchos franceses va a mermar sensiblemente. La escala m¨®vil de salarios ha sido denunciada por los responsables.
El pago obligatorio, por parte de todos los asegurados, de una prima al entrar en un hospital, as¨ª como un impuesto considerable sobre el tabaco y el alcohol, todo ello para equilibrar las cuentas de la seguridad social, son (los ejemplos, entre otros muchos, de la gesti¨®n austera que se permite la izquierda y que ning¨²n Gobierno de derechas hubiese ni so?ado, por temor a la reacci¨®n pol¨ªtico sindical de la misma izquierda cuando estaba en la oposici¨®n. "Por una vez, el Gobierno socialista confirma una opini¨®n que siempre se ha desmentido: que la izquierda, mejor que la derecha, puede pedirle sacrificios al pa¨ªs", estima el comentarista independiente Raymond Aron.Precios y salariosAl margen de las demagogias que cultivan con abundancia todos los partidos pol¨ªticos, se conviene que, en gran medida, el futuro a largo plazo de la nueva gesti¨®n del poder socialista depende de la evoluci¨®n de la econom¨ªa del mundo industrializado y, m¨¢s particularmente, de la ?le Estados Unidos. Una encuesta realizada entre los m¨¢s importantes institutos franceses de prospectiva econ¨®mica as¨ª lo confirma. Pero a corto y a medio plazo el resultado econ¨®mico del mitterrandismo depende m¨¢s directamente del ¨¦xito de su nueva estrategia de rigor y de comprensi¨®n del mundo empresarial.
Los cuatro meses de: bloqueo de precios y salarios han producido resultados no despreciables. La inflaci¨®n pudiera no superar el 10% al final del a?o en curso, pero la incertidumbre de la coyuntura internacional inspira reticencia cuando el ministro de Econom¨ªa, Delors, asegura que al final de 1983 la habr¨¢ rebajado al 8%. Este hecho positivo, empero, queda relativizado al ser comparado a los resultados sustancialmente mejores conseguidos por los pa¨ªses m¨¢s ricos que compiten con Francia (EE UU, Alemania, Jap¨®n). Y esa diferencia de inflaci¨®n explica los resultados catastr¨®ficos del comercio exterior, que alcanzar¨¢ este a?o un d¨¦ficit pr¨®ximo a los 100.000 millones de francos, elemento este ¨²ltimo que amenaza de manera constante la confianza en el franco y en todo el edificio de la gesti¨®n socialista.
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