Estados Unidos y la CEE firmaron ayer el acuerdo sider¨²rgico

En este mismo momento, 15.45 horas, se procede en Bruselas y en Washington a la firma del acuerdo sider¨²rgido entre la Comunidad econ¨®mica Europea y Estados 3nidos. El Gobierno norteamericano nos acaba de comunicar que han sido retiradas las demandas antidumping contra los productores europeos". Con estas palabras, el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Wilhelm Haferkamp, anunci¨® ayer en Bruselas la firma de la paz sider¨²rgica y el fin de un largo conflicto -nueve meses-entre Europa y su principal aliado. Hasta el ¨²ltimo minuto los ¨¢nimos se mantuvieron en vilo por que la Rep¨²blica Federal de Alemania exig¨ªa una serie de condiciones antes de poner su firma debajo del documento de compromiso. Los ministros de Asuntos Exteriores de los diez estuvieron durante toda la ma?ana pendientes de una llamada telef¨®nica que les convocar¨¢ con toda urgencia en la capital comunitaria para intentar resolver al m¨¢s alto nivel pol¨ªtico las dudas de Bonn. El plazo de tiempo era exiguo las doce de la noche, hora de Washington, momento en el que el Departamento de Comercio habr¨ªa tenido que anunciar la entrada en vigor de derechos compensatorios sobre las importaciones procedentes de Europa. Finalmente, la reuni¨®n de ministros pudo ser evitada y el acuerdo fue ratificado por t¨¦lex.Los productores norteamericanos han conseguido, al menos en parte, su objetivo: desde el 1 de noviembre de este a?o y hasta el 31 de diciembre de 1985 las exportaciones comunitarias de once productos sider¨²rgicos no podr¨¢n suponer m¨¢s del 5,75% del mercado estadounidense. La CEE no considera, sin embargo, que haya sufrido una derrota porque los diez han demostrado que pueden actuar conjuntamente y presentar un frente ¨²nico frente a las presiones de su poderoso aliado y porque, tal y como exig¨ªa la RFA, la exportaci¨®n de tubos de acero no figura en la lista de once productos,- aunque se ver¨¢ sometida a un r¨¦gimen de vigilancia estad¨ªstica, de forma que si supera el 5,9% del mercado de EE UU tendr¨¢n que abrirse nuevas consultas.

"?Me preguntan ustedes si estoy satisfecho?", afirm¨® ligeramente irritado el comisario Etienne Davignon, responsable de la siderurgia europea. "Me parece que se olvidan de cu¨¢l era la situaci¨®n el pasado mes de junio". El 11 de junio de este a?o, Washington anunci¨® los derechos compensatorios provisionales, que se impondr¨ªan a las exportaciones europeas: desde un 42% para las ventas de la firma British Steel Co., hasta un 22% para el complejo sider¨²rgico belga Cockerill-Sambre. Haferkamp tampoco quiso tirar piedras sobre Washington: "Este acuerdo tiene una gran importancia pol¨ªtica para las relaciones entre Estados Unidos y la Comunidad Econ¨®mica Europea. Constituye una expresi¨®n de la voluntad del Gobierno norteamericano de llegar a compromisos y es una prueba de la solidez de nuestra colaboraci¨®n". Evidentemente, Haferkamp pensaba ya en los otros frentes de la guerra comercial con Estados Unidos: el gasoducto siberiano y la pr¨®xima reuni¨®n ministerial del GATT, el mes de noviembre, en la que Washington pretende modificar la pol¨ªtica agr¨ªcola de los diez.

Descenso del consumo interno

Lo cierto es que la firma de la paz sider¨²rgica permitir¨¢ a las empresas europeas el tener una cierta seguridad, de aqu¨ª a 1985, sobre la suerte de sus exportaciones a Estados Unidos. No es poca cosa, porque la siderurgia europea atraviesa una crisis que parece no tener fondo. S¨®lo entre 1978 y 1982 se han perdido m¨¢s de 150.000 empleos, y la producci¨®n total no superar¨¢ este a?o los cien millones de toneladas, cuando en 1974 era de 155 millones. Pero, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Comisi¨®n Europea, el nivel de producci¨®n -el m¨¢s bajo en la historia de la CECA- debe a¨²n experimentar modificaciones a la baja en 1983, bajo el peligro de que en ¨¦l se declare una guerra de precios. En efecto, el consumo interno, seg¨²n los expertos de Bruselas, ha bajado entre un 40% y un 50% en los sectores de la industria del autom¨®vil y en la construcci¨®n. La CEE ha exigido a los coproductores europeos que produzcan s¨®lo al 50% de su capacidad. Los diez se han lanzado a una febril pol¨ªtica de reestructuraci¨®n que exige enormes inversiones y que obliga cada mes a despedir a cientos de trabajadores. El a?o pr¨®ximo seguir¨¢ siendo un a?o negro, pero pod¨ªa haber sido la cat¨¢strofe final si el compromiso no hubiera llegado y los diez hubieran tenido que dejar de exportar a Estados Unidos.