La junta general de accionistas del Levante aprueba la 'operaci¨®n acorde¨®n' para sanear el banco

La reducci¨®n del valor nominal de las acciones del Banco de Levante a una peseta, desde las mil anteriores, y una ampliaci¨®n de capital de 5.500 millones de pesetas, que ser¨¢ suscrita por el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FGD) en la parte que no lo sea por los actuales accionistas, han sido los dos acuerdos m¨¢s destacados que se tomaron en la junta general extraordinaria de accionistas que la entidad celebr¨® ayer en Madrid.

En el acto, que se prolong¨® a lo largo de toda la tarde, Rafael Bermejo, presidente de la entidad por designaci¨®n del FGD, puso de manifiesto que las p¨¦rdidas expresas de la entidad hasta el momento se elevan a 5.045 millones de pesetas, a los que hay que hacer frente con los 4.331 millones de pesetas a que ascienden los recursos propios de la entidad. Estos recursos propios se distribuyen en 1.993 millones de pesetas de capital, 1.225 millones de reservas y 1.113 millones que corresponden a la actualizaci¨®n del balance y cuya aplicaci¨®n a¨²n est¨¢ pendiente de aprobaci¨®n. Por esto, se plantea la reducci¨®n de capital social de la entidad y su posterior ampliaci¨®n en 5.500 millones de pesetas como ¨²nica f¨®rmula v¨¢lida para garantizar la supervivencia del Banco de Levante.Los 5.045 millones de pesetas de p¨¦rdidas expresas y documentadas corresponden en su mayor parte a costes sin contabilizar. Los anteriores administradores reconocieron a los responsables del FGD la necesidad de proceder a la regularizaci¨®n de las cuentas de periodificaci¨®n por un importe de unos 1.900 millones de pesetas, a esta cifra habr¨ªa que a?adirle los 680 millones de pesetas que ya aparecen aflorados como p¨¦rdidas en setiembre, mes en el que el Banco de Espa?a destin¨¦ dos inspectores al Levante.

Otras partidas que revisten la condici¨®n de p¨¦rdidas claras son un pr¨¦stamo de 200 millones de pesetas concedido al Banco de Navarra, actualmente quebrado, cuyo vencimiento se situaba en el mes de marzo de 1978, y que a¨²n figuraba como vivo en la contabilidad del Levante, o la necesidad de proceder a una regularizaci¨®n de los precios que figuraban en balance de diversas partidas de renta fija, operaci¨®n que representa unos 247 millones de pesetas.

Uno de los principales problemas con los que se van a encontrar los actuales administradores de la entidad ser¨¢ evaluar con exactitud los costes financieros que representaban los extratipos a los dep¨®sitos cuando eran pagados por otras sociedades del grupo a las que conced¨ªa a este efecto cr¨¦ditos el propio banco.

El anterior Consejo de Administraci¨®n, en el acto de presentar su dimisi¨®n, el pasado 8 de octubre, cedi¨® sus acciones, que representan un 60%, aproximadamente, del capital de la entidad al Fondo de Garant¨ªas de Dep¨®sitos, que procedi¨® a su pignoraci¨®n. Paralelamente, se exigieron garant¨ªas reales para cubrir una parte de los 27.000 millones de pesetas en cr¨¦ditos -aproximadamente un 60% de la inversi¨®n crediticia total- concedidos a sociedades del propio grupo, muchas de las cuales en este momento son pr¨¢cticamente insolventes.

Las empresas del grupo

Seg¨²n el informe que se ley¨® en el acto, siete empresas del grupo aportaron al FGD el 60% escaso de acciones con que los nuevos administradores concurrieron a la junta. Estas siete empresas son: Desarrollo Industrial de Levante, Liga Financiera, Grupo Alcal¨¢, Financiera de Inversi¨®n Mobiliaria, Extreme?a de Promociones, Panorama de Desarrollo Industrial y Empresas Reunidas Aragonesas.Los accionistas, que intervinieron profusamente durante la junta, prolong¨¢ndola hasta las diez menos cuarto de la noche mostraron reiteradamente su disconformidad por las medidas que propon¨ªan los actuales administradores designados por el FGD.

Asimismo hicieron un especial hincapi¨¦ en que se ejerzan todas las acciones legales a las que pueda dar lugar la gesti¨®n de los antiguos administradores, poni¨¦ndolo incluso en manos de la Fiscal¨ªa General del Estado. La crisis del Banco de Levante salt¨® a la luz p¨²blica cuando comenzaron a filtrarse, a finales del verano pasado, rumores sobre la posibilidad de que el Banco Zaragozano estuviese interesado en su adquisici¨®n. Sin embargo, los responsables de esta ¨²ltima entidad, tras unas semanas de dudas, no se decidieron a concluir la operaci¨®n, en parte incomodados por la trascendencia de estos rumores y en parte porque la proximidad de las elecciones generales y las incertidumbres que pod¨ªan plantear sus resultados les impidieron realizar una propuesta concreta.

Entr¨® entonces en juego Rumasa, que tampoco consigui¨® llegar a ning¨²n acuerdo firme, aunque en este caso las dificultades de entendimiento parece que fueron principalmente con el Banco de Espa?a.

Desde entonces se vino produciendo un paulatino deterioro en la situaci¨®n de la entidad que dio lugar a que, a finales del pasado mes de septiembre, el Banco de Espa?a cursase una comunicaci¨®n al anterior Consejo de Administraci¨®n, que termin¨® desembocando en la entrada del Banco de Levante en la ¨®rbita del FGD.

El 4 de diciembre de 1981 el Banco de Espa?a inici¨® una inspecci¨®n sobre el Banco de Levante que a¨²n est¨¢ por concluir, pero por los datos que se fueron desprendiendo el banco emisor decidi¨® nombrar el pasado mes de setiembre dos interventores, que fueron quienes dieron algunos de los principios que han permitido establecer parte de los desequilibrios patrimoniales m¨¢s evidentes de la entidad.