La hija de los beats
Jan Kerouac publica Una chica en la carretera (Argos / Vergara), o sea Baby Driver. Jan es hija de los beats, o beatnib de los 60 (que fueron nuestra primera apertura al mundo, tras el aut¨¢rquico y censurado 98). Y lo es, no s¨®lo por su manera de escribir, que les resume y renueva, sino porque Jack Kerouac, el autor inolvidable de On the road, el disc¨ªpulo amado de Henry Miller, nunca acab¨® de creer en la paternidad de Jan dada la deliciosa volubilidad de su entonces esposa. Pero el gran Kerouac, que era toda la salud de Am¨¦rica, con una prosa de cinco cereales, puso su h¨ªgado a arder en alcohol y no tuvo tiempo de verificar -qu¨¦ alegr¨ªa hubiera sido para ¨¦l- que efectivamente Jan era hija suya, porque un talento literario como ¨¦l de, esta mujer de treinta a?os s¨®lo puede ser heredado. Escribe igual que el padre. Mas, dada la ambig¨¹edad de su nacimiento, es gen¨¦ricamente 1a hija de los beats". Hija, s¨ª, de Kerouac y Joan Haberty, Jan, con su prosa, incendia los mitos de la felicidad americana, seg¨²n la televisi¨®n y los presidentes, y, como su padre / generati¨®n, se da a la errabundez, el whisky y la promiscuidad sexual -?no es incluso la sexualidad de la pareja santificada una Promiscuidad?-. romDiendolos organigramas de la Casa Blanca: seguridad burguesa y bienesta (aunque Sartre sostuvo siempre que en Am¨¦rica nunca ha habido una burgues¨ªa: y quiz¨¢ esto preserva el inagotable rejuvenecimiento de Am¨¦rica). Toda la filosof¨ªa di Henry Mifier, padre de los beat niks, de Kerouac y de su apasionante hija Jan, es la improvisa ci¨®n. Hermana de hijos ileg¨ªtimoAllen Ginsberg, y vive con 1 los trips del ilisidi (LSD). A lo quince conoce la hero¨ªna en Al burquerque y da a luz una ni?a muerta en M¨¦xico. En el Amazonas se entrega a un amante loco que la quiere matar. En Nueva York se reencuentra con su madre, esa amiga loca y envejecida, con la trenza como una soga de plata". Jan, que ha heredado plenamente el sentido narrativo de su padre (acta de acimiento m¨¢s verificable que las que dan en los juzga dos), vive entre los quince y los veintid¨®s a?os una l¨ªrica beat que no hace sino desarrollar la de su padre, iniciada en On the road, libro que a los j¨®venes extra 1 Fraga nos fascin¨® en los sesenta. Jan nace en Albany en el 52, actual mente vive en el Estado de Wash ington (donde me ha contado Catherine Basseti originaria del mismo Estado, que se entierra a los muertos en la nieve y durante unos d¨ªas se ve el humo del cad¨¢ver as cender de la superficie helada, como en Canad¨¢). Jan no es guapa ni fea, como todas las yanquis, sino maravillosa, y nos devuelve en su novela autobiogr¨¢fica -?hay alguna que no lo sea? toda la juventud de Am¨¦rica y su infancia' persistente, que hace de aquel pueblo el pueblo del futuro, al margen de las l¨®bregas pol¨ªticas de los Johnson / Reagan / etc¨¦tera. Todo empez¨®, s¨ª, con Henry Miller, que rompe definitivamente el puritanismo calvinista de la novela norteamericana -Faulkner, puritanismo trasladado de la ¨¦tica a la est¨¦tica (un libro tiene que ser trabajoso para el escritor y, por supuesto, para el lector).Miller devuelve el ingl¨¦s a la abun dosa libertad elisabhetiana de Shakespeare. Cuando las escritoras europeas, incluidas las espa?olas, se dilapidan en historias peque?o burguesas a las que, como mucho, aplican un sentido cr¨ªtico / feminista local, Jan Kerouac, hija de Hemingway, de Miller y de su pa dre, salva Am¨¦rica y nos salva con su saludable amor por las cosas, las ocas los hombres.
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