Me niego a 'comprender'
Ambos hechos han tenido en com¨²n un mismo objetivo y la elecci¨®n del momento de su ejecuci¨®n en fechas particularmente sensibles -jornada de reflexi¨®n del per¨ªodo electoral, en el primer caso; y transmisi¨®n de poderes al nuevo Gobierno socialista, en el segundo-. El objetivo que, por diferentes caminos, se buscaba, no era otro que la interrupci¨®n del proceso democr¨¢tico, bien por la ejecuci¨®n de un acto de rebeli¨®n militar, bien por la incitaci¨®n al mismo mediante la previa provocaci¨®n al estamento castrense.Si no hubiera toda una secuencia anterior de concomitancias e identidades entre golpismo y terrorismo, estos dos ¨²ltimos sucesos a que nos referimos dejar¨ªan suficientemente expl¨ªcita esta similitud, no s¨®lo en lo criminal, sino en lo antidemocr¨¢tico, de ambos.
Tan es as¨ª, que nuestro Rey, en su mensaje a los l¨ªderes pol¨ªticos, en fecha anterior a las elecciones, urgi¨® a las fuerzas pol¨ªticas y sociales de la naci¨®n a cerrar filas, por encima de las leg¨ªtimas diferencias ideol¨®gicas, frente a estos dos aut¨¦nticos enemigos de la naci¨®n espa?ola.
Efectivamente, con independencia de las diferencias entre los planteamientos de uno y otro, los intentos de terrorismo y golpismo coinciden en sus fines: desenganchar al pueblo espa?ol de sus ilusiones de libertad, acelerar las tensiones latentes que puedan existir en la sociedad, generando reacciones que modifiquen las pautas normales de comportamiento de las personas provocando enfrentamientos, multiplicando fobias y filias que en ondas sucesivas pasen de un grupo a otro hasta llegar a quebrar las posibilidades de convivencia en paz y libertad, y pretender destruir nuestra democracia.
Por ello es poco comprensible que voces, supuestamente responsables, se alcen comprendiendo fen¨®menos que, por lo que afectan a la estabilidad democr¨¢tica de nuestra naci¨®n, son en ambos casos perniciosos y rechazables.
Ni existe raz¨®n, alguna, subjetiva u objetiva, para entender o comprender al terrorismo (y ah¨ª est¨¢ la expresa y terminante condena del Papa en su reciente visita a Espa?a), ni la puede haber para entender o comprender al golpismo. Ni el primero puede justificarse, como falazmente lo hace ETA en sus comunicados, en la potencial amenaza que implica el segundo; ni ¨¦ste, en la provocaci¨®n que para el Estado y los m¨ªembros de las Fuerzas Armadas implican las acciones de aqu¨¦lla, como argumentan algunos de sus comprensivos valedores.
Apoyo al Gobierno
Como ser humano, como ciudadano y como dem¨®crata, rechazo absolutamente toda acci¨®n terrorista, como irracional, antihumana y totalitaria y me niego a toda comprensi¨®n de su fenomenolog¨ªa.
Por las mismas.razones, m¨¢s el hecho de haber sido ministro de Defensa en algunos de los Gobiernos de Adolfo Su¨¢rez -lo que me ha permitido conocer y apreciar el esp¨ªritu de servicio y disciplina de los Ej¨¦rcitos-, me niego tambi¨¦n, con la misma rotundidad, a comprender un golpismo que, no s¨®lo atenta contra la legitimidad democr¨¢tica y el ordenamiento constitucional, que los miembros de las Fuerzas Armadas est¨¢n obligados a respetar y defender, sino que lo hace tambi¨¦n"contra la convivencia pac¨ªfica de los espa?oles y contra la ¨ªmagen de servicio a los ciudadanos, a que nuestros Ej¨¦rcitos tienen pleno derecho y de la que deben sentirse leg¨ªtimamente orgullosos.
La sabidur¨ªa ancestral que encierran algunos de nuestros refranes, como el de "No hay peor sordo que el que no quiere o¨ªr", podr¨ªa aplicarse a quienes buscan demag¨®gicamente los favores de determinados sectores minoritarios de algunas instituciones, no queriendo ver, o justificando cuando se producen, acciones recusables bajo cualquier punto de vista m¨ªnimamente democr¨¢tico. No existe golpismo por el simple hecho de la provocaci¨®n terrorista, aunque ello evidentemente favorezca un caldo de cultivo donde aqu¨¦l puede buscar adeptos, sino que existe porque en nuestra sociedad y en el seno de algunos de sus grupos, pervive una minor¨ªa de personas que est¨¢n contra el sistema. Y est¨¢n en contra porque no creen en el o porque ¨¦ste no les permite mantener sus privilegios; hecho que no ser¨ªa grave si esta oposici¨®n la ejercieran por proced¨ªmientos democr¨¢ticos.
Lo que no es de recibo es que esta minor¨ªa -me refiero al irrelevante grup¨²sculo golpista dentro del Ej¨¦rcito- aproveche la exclusividad de la fuerza que la sociedad ha depos¨ªtado en su confianza, en un uso partidista contra la misma sociedad otorgante. Esto es lo que hace particularmente grave el delito de rebeli¨®n mil¨ªtar y es ofender a la calidad de nuestros hombres de armas, pretender que unos atentados a sus mejores representantes, tremendamente dolorosos y sensibles para todos, puedan torcer su sentido del. deber respecto a sus responsabilidades constitucionales.
El problema radica en hacer desaparecer ambas minor¨ªas, la terrorista y la golpista, con todos los medios de que dispone el Estado, por antidemocr¨¢ticas y antiespa?olas, para garantizar la pac¨ªfica convivencia de la inmensa mayor¨ªa de nuestros conciudadanos. Este es el reto que ante s¨ª tiene el nuevo Gobierno socialista, que contar¨¢ para hacerle frente, con el apoyo de la multitud de espa?oles, que como yo, se niegan a comprender que nadie pueda manipular s¨ªmbolos, conceptos, valores e instituciones de todos en contra d¨¦ nuestra libertad, la democracia y Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Pol¨ªtica nacional
- 27-O
- Orden p¨²blico
- Golpes estado
- Presidencia Gobierno
- Fuerzas armadas
- Ultraderecha
- PSOE
- Atentados terroristas
- Seguridad ciudadana
- Gobierno
- ETA
- Conflictos pol¨ªticos
- Ideolog¨ªas
- Administraci¨®n Estado
- Partidos pol¨ªticos
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Defensa
- Justicia