Banca Catalana aprueba la operaci¨®n 'acorde¨®n'
La junta extraordinaria de accionistas de Banca Catalana aprob¨® ayer por amplia mayor¨ªa la realizaci¨®n de una operaci¨®n acorde¨®n en el capital de la entidad. Esta consiste en la cancelaci¨®n de las reservas por un importe de 4.662 millones de pesetas y la reducci¨®n del capital social de 5.748 millones casi a cero, seguida de una posterior ampliaci¨®n por un montante de 15.343 millones. Varios accionistas propusieron que se exigiera responsabilidades a los antiguos consejeros, pero no obtuvieron la mayor¨ªa necesaria. La reuni¨®n fue tensa, pero menos que otras juntas similares de bancos.El presidente del consejo y secretario general del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos, Juan Antonio Ruiz de Alda, inici¨® la junta con un discurso ajustado en el que cuantific¨® los problemas de Banca Catalana, dejando para las juntas de las otras entidades del grupo el recuento de sus propios desequilibrios. Ruiz de Alda, quien se excus¨® de hablar en castellano, hizo votos para que en un futuro pr¨®ximo se volvieran a celebrar las juntas en catal¨¢n, como ven¨ªa siendo la costumbre.
El administrador centr¨® la problem¨¢tica actual de Catalana en el bajo estado de ¨¢nimo de la organizaci¨®n, en la crisis de confianza en la clientela y en el importante desequilibrio patrimonial del banco, pero afirm¨® que estas dificultades tambi¨¦n "pueden hacer crisis e iniciarse as¨ª un camino de saneamiento y recuperaci¨®n".
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El desequilibrio de Banca Catalana es de 75.000 millones, 'pero en 1983 se habr¨¢ recuperado'
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Sobre el estado de ¨¢nimo de la organizaci¨®n, dijo que ya se estaba recuperando en los ¨²ltimos d¨ªas, pero se mostr¨® menos entusiasta en la recuperaci¨®n de la confianza de la clientela "porque la simple desaparici¨®n de las causas que originaron" la crisis no es bastante para lograrla y se requiere una campa?a de imagen. Y en cuanto al desequilibrio patrimonial, pese a ser el aspecto m¨¢s llamativo, consider¨® que "tambi¨¦n es seguramente el de m¨¢s f¨¢cil soluci¨®n".
Como causas de este desequilibrio apunt¨® los errores del equipo rector, que no siempre tom¨® "el camino m¨¢s barato de aceptarlos y corregirlos" y mas bien prefiri¨® "desconsiderarlos y compensarlos", adem¨¢s de las adversas "circunstancias externas por las que han atravesado las econom¨ªas de todo tipo", especialmente en el sector industrial e inmobiliario. Ello coincidi¨®, dijo Ruiz de Alda, "con una ¨¦poca de tipos de inter¨¦s crecientes, con los cuales se han estado financiando inversiones de rentabilidad negativa o nula, con unos recursos cuyos costos eran cada vez m¨¢s altos". Una vez sentadas las causas del problema de Banca Catalana, Ruiz de Alda inform¨® de las cifras del desequilibrio patrimonial, advirtiendo que difer¨ªan de las manejadas hasta el momento, porque s¨®lo inclu¨ªan las del banco y no las de todo el grupo. As¨ª, repas¨® el balance a 31 de octubre pasado, que arrojaba un total de 271.110 millones de pesetas. Dijo que el pasivo era correcto en general, lo que no suced¨ªa con el activo.
Efectivamente, en el activo hab¨ªa una serie de partidas poco ortodoxas que supon¨ªan un desequilibrio patrimonial para Banca Catalana de 75.000 millones de pesetas. Esta cantidad se reparte en varios conceptos. En primer lugar, los activos ficticios, esto es, que "no tienen el soporte de ning¨²n activo real ni de derecho alguno", o sea, que de ellos "solo existe el apunte contable". Este grupo asciende a 15.953 millones de pesetas. En su mayor parte se trata de "ingresos que fueron previstos, pero que luego no se concretaron".
En segundo lugar est¨¢n los activos fallidos, de valor pr¨¢cticamente nulo y que a corto plazo se convertir¨¢n en p¨¦rdidas, cifrados en 45.000 millones de pesetas. Y en tercer t¨¦rmino est¨¢n los activos no rentables, que proceden de cr¨¦ditos a deudores que tienen solvencia para devolverlos, pero no ingresos para poder pagar sus intereses. Este apartado totaliza 11.640 millones de pesetas.
Al igual que el balance, la cuenta de p¨¦rdidas y ganancias resultaba inexacta. A 31 de octubre, contra la cuantificaci¨®n de un saldo favorable de siete millones de pesetas, que no reflejaba la realidad, ya "que se anotaban como ingresos unos intereses que no se cobrar¨¢n jam¨¢s", el administrador estim¨® que el saldo desfavorable, o ritmo de p¨¦rdidas anuales, no es inferior a los 9.000 millones de pesetas.
Consecuentemente con este an¨¢lisis de la situaci¨®n, propuso la recomposici¨®n de los recursos propios y la ayuda suplementaria del Fondo de Garant¨ªa. Aquella se realizar¨¢ mediante la aplicaci¨®n de los 4.662 millones de reservas disponibles a la cancelaci¨®n de activos ficticios y gracias a la reducci¨®n del valor de las acciones, a una peseta las de la serie B y a cinco pesetas las de la serie A. A estas reducciones le seguir¨¢ una ampliaci¨®n de capital de 15.343 millones de pesetas para compensar las p¨¦rdidas no absorbidas mediante la reducci¨®n y para dar soporte al pasivo frente a terceros. Esta ampliaci¨®n queda asegurada por el mismo Fondo de Garant¨ªa en la parte que durante un mes no suscriban los accionistas. Sobre esta base, el administrador dijo que la principios de 1983, Banca Catalana habr¨¢ conseguido la normalidad pol¨ªtica y econ¨®mica".
Estas propuestas fueron aprobadas por la mayor¨ªa de los 5.845 accionistas representados, que supon¨ªan un 67,09% del capital social. Pero antes de la votaci¨®n hubo un turno de intervenciones con cierta tensi¨®n.
El primero de los quince que hicieron uso de la palabra solicit¨® de entrada que se pidieran "responsabilidades penales a quienes lo subordinaron todo a ciertos intereses pol¨ªticos", a lo que el abogado Juan Vives Rodr¨ªguez de la Hinojosa, presente en la sala, contest¨®: "No toleramos que se insulte al presidente de la Generalitat", lo que fue coreado por un amplio n¨²cleo de accionistas. La identificaci¨®n de muchos de ellos con el esp¨ªritu catalanista de la entidad se trasluci¨® en varios parlamentos, alguno de ellos muy emotivo, como el del peque?o accionista que asegur¨® que aportar¨ªa las 300.000 pesetas ahorradas este a?o para acudir a la ampliaci¨®n de capital, para que el banco siguiese bajo control catal¨¢n.
El asunto de la petici¨®n de responsabilidades origin¨® un significativo conflicto de procedimiento. Un grupo de conocidos abogados, entre los que estaban Juan Piqu¨¦ Vidal, Juan Vives Rodr¨ªguez de la hinojosa y Miquel Casals Colldecarrera, solicit¨® que se escrutase s¨®lo la representaci¨®n de quienes ped¨ªan responsabilidades y no de los que se opon¨ªan a ello, lo que concedi¨® la mesa. Consiguieron con ello que el sector indeciso no s¨¦ sumase a la petici¨®n de responsabilidades, que obtuvo 151.620 votos contra una mayor¨ªa de 604.924.
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