Inmobiliarias y pol¨ªgonos industriales

Las participaciones inmobiliarias del grupo Banca Catalana constituyen uno de sus principales talones de Aquiles, desde el momento en que la fiebre constructora dio paso a la crisis del suelo industrial y a la disminuci¨®n de la venta de viviendas.Los pol¨ªgonos industriales promovidos por la filial Prominca se repartieron por diversos lugares de Catalu?a, el Pa¨ªs Valenciano y las Baleares. S¨®lo uno de ellos, el de Vilafranca del Pened¨¦s, se concluy¨® y vendi¨® en su totalidad. El pol¨ªgono valenciano de Picasent est¨¢ a medio concluir. El de Valls, un poco por debajo. Y el mallorqu¨ªn de Marratx¨ª, en s¨®lo un 20%, aproximadamente. La comercializaci¨®n de este tipo de inmuebles resulta actualmente muy dif¨ªcil, dada la escasa demanda de plantas industriales. Un ejemplo de ello es que la Caja de Zaragoza regal¨® el suelo industrial a la General Motors para que ¨¦sta se instalase en Figueruelas. Las cargas financieras de estas obras inacabadas repercuten en las cuentas del grupo. Tambi¨¦n hubo problemas hace seis a?os en los pol¨ªgonos de viviendas de Alcal¨¢ de Henares, que llegaron a desatar hace seis a?os un conflicto de orden p¨²blico, si bien en el aspecto financiero aquella promoci¨®n no result¨® una cat¨¢strofe. Los obst¨¢culos de la promoci¨®n tur¨ªstica de Calvi¨¤ (Mallorca) se resolvieron recientemente. Fue vendida a un grupo ¨¢rabe. Los problemas de la Nueva Molina, propiedad del Banco de Gerona, tambi¨¦n del grupo, persisten, dada la aton¨ªa de la demanda. Y en cuanto al m¨¢s pol¨¦mico de todos ellos, el de Montigal¨¤-Batll¨°ria, en Badalona, ha llegado a una soluci¨®n final recientemente: se construir¨¢ la tercera parte de las viviendas previstas -y aprobadas en su momento- tras el acuerdo con las autoridades locales y auton¨®micas. Deja, sin embargo, una pesada carga financiera de dif¨ªcil, si no imposible, recuperaci¨®n.