Javier Moscoso: "Vamos a terminar con la triste im¨¢gen del funcionario agazapado detr¨¢s de una ventanilla"
Pregunta. Usted, exactamente, ?qu¨¦ es lo qu¨¦ va a hacer en este ministerio?Respuesta. Tengo varias funciones, desde reunir todos los martes a los subsecretarios para elaborar el ¨ªndice de temas que deber¨¢ tratar el Consejo de Ministros, hasta supervisar el Bolet¨ªn Oficial del Estado, cuyo director es siempre el ministro de la Presidencia. En cualquier caso, s¨¦ que hay un tema clave a realizar, el principal reto con el que me enfrento y al que le dedico casi todo mi tiempo: la reforma de la Administraci¨®n P¨²blica.
P. ?C¨®mo lo van a hacer?
R. Eso es una tarea enorme, que va a requerir mucho tiempo y no pocos esfuerzos. Vamos a empezar con peque?as cosas, pero cosas importantes para los ciudadanos, mediante instrucciones y circulares internas a los ministerios. Simult¨¢neamente, acometeremos las reformas legales. A este pr¨®ximo Consejo de Ministros, por ejemplo, va un decreto que reduce y unifica el n¨²mero de asesores y colaboradores del presidente del Gobierno y de los ministerios. En este mes que estamos vamos a remitir a las Cortes un proyecto de ley de incompatibilidades para parlamentarios y altos cargos de la Administraci¨®n p¨²blica, as¨ª como una serie de medidas urgentes que afectan a los funcionarios.
Despu¨¦s vendr¨¢n, poco a poco, todas las medidas necesarias hasta culminar con la ley de Bases de R¨¦gimen Jur¨ªdico de las Administraciones P¨²blicas, el estatuto de los funcionarios y la ley de incompatibilidades para todos los empleados p¨²blicos.
P. ?Cu¨¢les son esas "peque?as cosas, pero importantes para los ciudadanos" a las que se ha referido?
R. Son, efectivamente, peque?as medidas, pero que van a servir para que el ciudadano note el cambio. Yo tengo ya redactadas circulares que van a ir inmediatamente a todos los ministerios para que se cumplan. Y en esas circulares dispongo que, en primer lugar, se cumplan los horarios. Vamos a acabar con esa incre¨ªble diferencia entre los horarios reales y los horarios oficiales, y para ello se pondr¨¢n relojes en todos los ministerios y organismos p¨²blicos. Los empleados van a fichar a partir de ahora en los sitios donde no lo hac¨ªan. Vamos a suprimir, en su sentido f¨ªsico, las famosas y t¨¦tricas ventanillas de los ministerios, y en su lugar vamos a poner mostradores donde un equipo de personas atienda a la gente. Se acab¨® la triste imagen del funcionario agazapado detr¨¢s de una ventanilla, salvo en los casos de seguridad (los cajeros fundamentalmente).
Vamos a crear equipos de informaci¨®n, como los que hay en los aeropuertos, para que los espa?oles no se pierdan por los pasillos de los ministerios y no anden desorientados porque no saben a qu¨¦ mostrador deben dirigirse. Tambi¨¦n vamos a obligar a que haya en cada organismo p¨²blico todos los timbres y p¨®lizas que sean necesarios. Ya est¨¢ bien eso de hacer una cola para recibir el impreso, otra cola para comprar papel del Estado en el estanco de la esquina y otra cola para comprar el sello.
P. Por lo que usted dice, parece que ir a un ministerio ya no ser¨¢ tanta pesadilla como hasta ahora.
R. Claro que vamos a conseguir que no sea una problema. Pero a¨²n hay m¨¢s medidas. Por ejemplo, vamos a sacar a la Administraci¨®n de los despachos y se la va a acercar a la gente. Esto quiere decir que, por poner un caso cualquiera, ahora, en las pedan¨ªas y en las aldeas, los ciudadanos encuentran muchas dificultades para renovarse el documento nacional de identidad, o cualquier otra gesti¨®n similar. Bueno, pues a partir de ahora, peri¨®dicamente, se desplazar¨¢n dos funcionarios por esos pueblos para resolver esos asuntos. La ¨²nica condici¨®n que ponemos es que afecte a un m¨ªnimo de diez personas. Por otro lado, vamos a simplificar la burocracia en aquellos tr¨¢mites que el propio Estado pueda acreditar. Es decir, que no se va a pedir a una persona que quiere sacarse el pasaporte un certificado de nacimiento y un certificado de penales porque la Administraci¨®n ya tiene esos documentos.
P. Y todas esas medidas ?cu¨¢ndo van a entrar en vigor?
R. Inmediatamente, este mismo mes. Todo este paquete de medidas, excepto la ¨²ltima que he mencionado, que implica ciertos gastos, porque para informatizar la Administraci¨®n habr¨¢ que comprar m¨¢s ordenadores, se resuelven con simples circulares que, ya est¨¢n redactadas.
P. ?C¨®mo va a quedar finalmente el tema de abrir los ministerios al p¨²blico por las tardes?
R. Esa es otra de las medidas que completar¨ªan ese primer paquete de medidas de urgencia. Los ministerios van a estar abiertos dos horas por la tarde. S¨®lo trabajar¨¢n en ese turno aquellos funcionarios que tengan una actividad directamente relacionada con el p¨²blico, y el sistema que vamos a emplear ser¨¢ el de hacer turnos voluntarios. Hemos realizado un tanteo estos d¨ªas y creemos que habr¨¢ suficientes voluntarios como para no tener que perjudicar a ning¨²n funcionario y no gravar a la Administraci¨®n con m¨¢s presupuesto.
P. ?Usted sabe cu¨¢ntos funcionarios hay en estos momentos en la Administraci¨®n p¨²blica espa?ola?
R. La verdad es que no. Cuando yo he llegado aqu¨ª esa ha sido una de las primeras cosas que quer¨ªa saber para empezar a racionalizar y a ordenar la Administraci¨®n, pero me he encontrado con la peculiaridad de que no existe ese dato. De todas formas, ya se han pedido datos a los organismos p¨²blicos para hacer el recuento.
P. Los parlamentarios que a su vez son funcionarios p¨²blicos -que, por cierto, son mayor¨ªa en ambas c¨¢maras-, ?en qu¨¦ se van a ver afectados por esa primera ley de incompatibilidades de la que usted hablaba antes?
R. En la medida que tendr¨¢n que optar por pedir la excedencia como funcionarios o renunciar al esca?o.
P. ?Y eso tambi¨¦n alcanza a los que se dedican a la ense?anza?
R. En principio, s¨ª. Aunque yo, si tuviera alguna debilidad en esta ley, ser¨ªa para los que se dedican a la docencia, porque creo que no se puede privar al alumnado de enseflanzas que poseen personas perfectamente capacitadas. Siempre y cuando, claro est¨¢, esa actividad sea compatible con la de parlamentario. Otra caracter¨ªstica importante de ese proyecto de ley es que hace tambi¨¦n incompatible la misi¨®n del parlamentario con cualquier otra actividad, aunque sea privada, que est¨¦ directamente relacionada con su papel en el Parlamento. Por ejemplo, no vamos a consentir que un diputado o un senador sea a su vez miembro de un consejo de administraci¨®n de una empresa en la que participe el Estado.
P. ?Les van a subir el sueldo a los funcionarios?
R. Evidentemente, a comienzos del pr¨®ximo a?o va a haber un reajuste salarial pr¨®ximo al de los empleados de las empresas privadas. Pero no vamos a aumentar los salarios por encima de las posibilidades reales del presupuesto, que son escas¨ªsimas. Desgraciadamente, no va a ser posible que haya aumentos espectaculares.
P. Si no se van a subir los salarios de manera espectacular, como usted dice, y se va a hacer trabajar m¨¢s al funcionario, ?no cree que pueda surgir alg¨²n tipo de malestar?
R. No, no lo creo, porque estoy convencido de los primeros que est¨¢n deseando una reforma a fondo de la Administraci¨®n son los propios funcionarios. Nosotros vamos a estimularles para que puedan aportar, con su esfuerzo, un apoyo decisivo para el cambio de este pa¨ªs. Alcanzar una Administraci¨®n eficaz, descentralizada y profesionalizada es algo que, al margen de otros problemas, interesa de tal manera a los funcionarios que su respaldo a este proyecto lo doy por descontado. Creo, adem¨¢s, que las retribuciones no son el ¨²nico incentivo de los funcionarios. Me cuesta mucho creer que s¨®lo es eso lo que les interesa. De verdad, creo que no va a haber problemas en ese sentido.
P. ?Van a simplificar las escalas de retribuciones, en la actualidad casi infinitas?
R. Lo vamos a hacer. Vamos a simplificar much¨ªsimo el sistema de retribuciones, y vamos a acortar las distancias entre los que cobran m¨¢s y los que cobran menos. En definitiva, vamos a implantar unas retribuciones mucho m¨¢s justas que las actuales.
P. ?Y van a regular el derecho de sindicaci¨®n y de huelga de los funcionarios?
R. Es muy pronto para contestar a esa pregunta, pero est¨¢ en nuestro ¨¢nimo que los funcionarios tengan ambos derechos cuanto antes. Ese es un tema que nos preocupa mucho, y adem¨¢s una normativa de ese tipo tiene rango de ley org¨¢nica, por lo que la ¨²ltima palabra la va a tener el Parlamento.
P. Las pensiones que perciben los funcionarios jubilados ?las van a aumentar?
R. S¨ª, pero paulatinamente, porque eso va a suponer un porcentaje en los Presupuestos Generales del Estado muy alto. Poco a poco, intentaremos que sus pensiones se acerquen lo m¨¢s posible al resto de las pensiones. Lo que no est¨¢ bien es lo que ocurre ahora, que los funcionarios cobran pensiones de alrededor del 30% de su salario real. Pero hay que ir despacio porque ya dec¨ªa antes que, desgraciadamente, las posibilidades presupuestarias son muy escasas.
P. En el proyecto de ley de incompatibilidades -que afecta a todos los funcionarios p¨²blicos y que usted, recientemente, dijo que se presentar¨ªa antes de que finalice el presente a?o- ?van a estar incluidos los cuerpos m¨¢s privilegiados de la Administraci¨®n, tales como los notarios, los registradores de la propiedad, los corredores de comercio y los agentes de cambio y bolsa?
R. No soy partidario de hacer distinciones por cuerpos o por colectivos entre los funcionarios, pero ya que lo menciona expresamente, le contesto que s¨ª van a estar incluidos, porque hay cosas que no pueden consentirse, como el caso de alg¨²n ministro anterior que es registrador de la propiedad en una provincia perif¨¦rica, vive en Madrid, cobra lo de la provincia y cobraba tambi¨¦n por ser ministro.
P. ?Y no le preocupa un plante de estos cuerpos si ven disminuidos sus privilegios, alguna acci¨®n de protesta similar a la que protagonizaron los m¨¦dicos cuando UCD present¨® su proyecto de ley de incompatibilidades?
R. No. No puedo admitir esa hip¨®tesis, porque la reforma que vamos a hacer no perjudica a los funcionarios, y no es el estilo de los funcionarios hacer plantes. Hay que tener en cuenta que la ley de incompatibilidades va a ir acompa?ada de un sistema de retribuciones muy serio, de tal manera que nadie salga perdiendo. S¨®lo van a salir perdiendo los casos escandalosos, que los hay, pero que la gran mayor¨ªa de los funcionarios, y la sociedad entera, desea que se termine con ellos. S¨®lo saldr¨¢ perjudicada una minor¨ªa.
P. Es cierto que son una minor¨ªa, pero son muy poderosos como grupo social de presi¨®n.
R. Pero yo no puedo admitir la hip¨®tesis de ese plante bajo ning¨²n concepto. Las incompatibilidades fue una de las promesas de nuestra campa?a electoral, y hemos obtenido diez millones de votos, entre ellos los de la inmensa mayor¨ªa de los funcionarios p¨²blicos que nos han votado para que hagamos precisamente cuanto digo.
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