El jefe de la diplomacia norteamericana se entrevista hoy con Felipe Gonz¨¢lez

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, llegar¨¢ a Madrid poco antes del mediod¨ªa, procedente de Par¨ªs, dentro de la gira que efect¨²a por varios pa¨ªses europeos. Las entrevistas que el jefe de la diplomacia norteamericana mantendr¨¢ en el d¨ªa de hoy con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, pueden marcar el comienzo de una nueva era en las relaciones entre Espa?a y Estados Unidos.

Tanto en fuentes del Departamento de Estado como en la Presidencia del Gobierno espa?ol se afirma que de este encuentro no caben esperar resultados concretos inmediatos. Shultz se entrevistar¨¢ tambi¨¦n con el Rey y con Manuel Fraga y girar¨¢ una visita a la Conferencia de Seguridad y Cooperaci¨®n Europea.En el plano te¨®rico la visita de Shultz iniciar¨¢, quiz¨¢, una fase de relaciones menos incondicionalmente pronorteamericanas que las llevadas por anteriores Gobiernos espa?oles, sin dejar de ser marcadamente prooccidentales, seg¨²n estiman fuentes norteamericanas consultadas por el corresponsal de EL PA?S en Washington, En lo pr¨¢ctico, deber¨¢ resolver el temario pendiente en el que figuran la remodelaci¨®n del convenio bilateral de amistad, defensa y cooperaci¨®n, (con el posible sugerencia por parte espa?ola de la conveniencia de estudiar el alejamiento de Madrid de la base de Torrej¨®n de Ardoz); concretar el programa FACA (futuro avi¨®n de combate y ataque), en el que el Gobierno espa?ol est¨¢ obligado a firmar antes del d¨ªa 23 la carta de intenciones o precontrato para asegurar el precio convenido de los aviones F- 18A y el plazo de entrega, sin olvidarse de la necesidad de concretar las compensaciones econ¨®micas; marcar el nivel de adhesi¨®n de Espa?a en la OTAN (Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte) y otros cr¨®nicos problemas de relaciones comerciales.

"Se trata de establecer un contacto amistoso con el nuevo Gobierno", manifestaron fuentes del departamento de Estado en Washington, en comentario a las entrevistas que el secretario Shultz celebrar¨¢ con el nuevo ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Fernando Mor¨¢n, y con el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez. Pero en lo espec¨ªfico, los miembros de la Administraci¨®n Reagan se abstuvieron de comentar cu¨¢l ser¨¢ la posici¨®n de EE UU si Espa?a pide revisar el convenio bilateral, firmado el 2 de julio ¨²ltimo pero pendiente de ratificaci¨®n parlamentaria.

"El convenio", a?aden en Washington, "es bueno para ambas partes y mejora sustancialmente los anteriores". EE UU espera que la estancia de Shultz en Madrid ayude a clarificar el futuro de las relaciones bilaterales, pasado el primer momento de tanteo originado por el cambio de Gobierno en Espa?a, pero tambi¨¦n por la reciente llegada al departamento de Estado de George Shultz, que sustituy¨® al general Alexander Haig.

El 'convenio' bilateral

Si el pr¨®ximo 21 de mayo Estados Unidos y Espa?a no han logrado ratificar el texto del nuevo convenio de amistad, defensa y cooperaci¨®n, legalmente deber¨ªa comenzar el desmantelamiento de las cinco bases militares que Estados Unidos tiene en territorio espa?ol. Tal ser¨ªa la opci¨®n maximalista que al parecer ning¨²n bando cree realista. Habr¨¢ continuidad en las bases, "porque se considera que eso es beneficioso desde el punto de vista de su esquema defensivo y de seguridad", declar¨® el presidente Felipe Gonz¨¢lez en la entrevista publicada el pasado domingo en El PA?S. No obstante, Gonz¨¢lez apunt¨®, en relaci¨®n con el convenio bilateral, que "nosotros pretendemos replantear con la m¨¢xima calma y rigor las necesidades defensivas de Espa?a" y no descart¨® que el despliegue militar norteamericano en Espa?a tuviera que ser revisado.

Un sector del Gobierno est¨¢ presionando para que se reconsidere la posibilidad de trasladar a otro punto del territorio espa?ol la base de Torrej¨®n y rectificar el abandonismo que sobre cuesti¨®n concreta practic¨® el anterior Gobierno. Ya es conocido que la parte norteamericana negociadora del nuevo convenio, pendiente de ratificaci¨®n por las Cortes espa?olas, ven¨ªa preparada para estudiar un cambio de ubicaci¨®n de la base de Torrej¨®n. Con sorpresa para ellos, la cuesti¨®n no fue planteada.