Nuevas posturas de los diversos pa¨ªses europeos ante el fen¨®meno terrorista

La apertura de Par¨ªs a una nueva percepci¨®n del problema terrorista, que en 1982 ha proporcionado a los franceses unas vivencias muy directas; la larga convivencia brit¨¢nica con la violencia del Ulster, paliada por el sentimiento de la invulnerabilidad de la democracia en Londres; y la "soluci¨®n" alemana sirvieron de contraste previo al di¨¢logo espa?ol y le prestaron valiosos puntos de referencia, en el marco del seminario organizado en el palacio de Fuensalida, de Toledo, por el Instituto Internacional de Prensa del 16 al 18 de diciembre.El Entierro del conde de Orgaz, las sinagogas del Tr¨¢nsito y de Santa Mar¨ªa la Blanca, la Iglesia de San Juan de los Reyes, el museo del Greco, la vista del Tajo desde el Parador, los puentes de Alc¨¢ntara y San Mart¨ªn, los talleres de damasquino de las espadas y la f¨¢brica de confite de mazapanes, que regenta la alcaldesa sirvieron de escenario a los di¨¢logos itinerantes de periodistas y pol¨ªticos de seis paises europeos.

Como se escribi¨® certeramente hace a?os "hay problemas espa?oles que s¨®lo tienen soluciones europeas". Las jornadas toledanas aportan una modesta confirmaci¨®n. Al conjuro del IPI acudieron personalidades del periodismo holand¨¦s, franc¨¦s, italiano, brit¨¢nico y alem¨¢n pero el ¨¦xito real fue de mas corta distancia: poner por primera vez bajo el mismo techo y sentar junto!, en torno a la misma mesa a directores de Prensa vascos y navarros, antagonizados por las ideas y las actitudes, marcados por cicatrices judiciales, atravesados por balas y combatidos con granadas de mortero.

S¨®lo hubo que lamentar una ausencia entre los invitados: la del representante del Gobierno aut¨®nomo vasco. Sobre todos los asistentes se hizo sentir el ben¨¦fico influjo de las dilatadas perspectivas sobre el campo circundante y el c¨¢lido abrigo de las viejas piedras de Toledo, impregnadas por un sentido ejemplar de la convivencia, aut¨¦ntico crisol donde cristianos, ¨¢rabes y jud¨ªos alumbraron toda la fecundidad cient¨ªfica de la Escuela de Traductores fundada por Alfonso VI hace novecientos a?os y llevada a su apogeo por Alfonso X el Sabio.

Previamente los organizadores hab¨ªan descartado la obtenci¨®n de cualquier suerte de conclusiones o recomendaciones. Los objetivos fijados se agotaban en el di¨¢logo y el di¨¢logo tuvo la pasi¨®n y la lucidez que alcanza cuando los interlocutores est¨¢n directamente implicados en una cuesti¨®n vital. El panel compuesto para el an¨¢lisis de la Informaci¨®n y Terrorismo en Espa?a qued¨® integrado por autoridades del gobierno actual y del precedente junto a diputados abertzales y socialistas. Su desarrollo estuvo inteligentemente precedido por la exposici¨®n de otras situaciones terroristas. Las correspondientes a Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido.

Francia, colaboraci¨®n interesada

El caso franc¨¦s hubiera valido una exposici¨®n mas amplia, como las concedidas al alem¨¢n y brit¨¢nico, pero se vi¨® limitado a la intervenci¨®n de Laurens Greilsamer, especialista en temas de Asuntos Exteriores y Terrorismo del diario Le Monde. El balance galo de 1982 registra 21 muertos y mas de 250 heridos y un total de 670 explosiones de bombas en C¨®rcega. Bajo estos est¨ªmulos parece abrirse en Par¨ªs una nueva percepci¨®n del problema, hasta ahora considerado altivamente ajeno y relegado a vecinos con conflictos propios de un estadio de civilizaci¨®n inferior como italianos y espa?oles. La creaci¨®n de una Secretar¨ªa de Estado para la Seguridad y la modificaci¨®n de las normas y criterios sobre extradici¨®n apuntan los primeros s¨ªntomas de un cambio cuya efectividad deber¨¢ probarse.Los socialistas espa?oles tienen depositadas en la colaboraci¨®n francesa muchas esperanzas para la lucha contra terrorista pero los observadores m¨¢s desapasionados insisten en que s¨®lo cabe esperar que la presten cuando les convenga, sobre aquello que les convenga y hasta donde convenga a sus intereses. Se distingue adem¨¢s entre la indudable buena voluntad del primer ministro, Pierre Mauroi, y las reservas del presidente de la rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand.

Especialmente valiosa fu¨¦ la intervenci¨®n del director general de la BBC radio, Richard Francis, acerca de Informaci¨®n y Terrorismo en el Ulster. Explic¨® algunos detalles sobre los poderes de emergencia que deben ser renovados cada a?o por el Parlamento y precis¨® las obligaciones impuestas por la ley que sanciona la incitaci¨®n a la violencia y por la que obliga a todos los ciudadanos a comunicar a la polic¨ªa cualquier dato capaz de impedir la realizaci¨®n de un atentado. Se?al¨® que el p¨²blico tolera las im¨¢genes de la violencia pero muestra una fuerte irritaci¨®n cuando se acompa?an de palabras donde tiende a descubrir cualquier apolog¨ªa. En respuesta a una pregunta del coloquio aclar¨® que la BBC mantiene 600 periodistas y t¨¦cnicos desplegados en el Ulster y dijo que en los a?os setenta rotaban cada seis semanas de forma que se logr¨® que todos los redactores hubieran pasado una o m¨¢s semanas en Belfast. Se?al¨® tambi¨¦n que todos los periodistas que se incorporan a la BBC pasan dos o tres meses en Irlanda. Subray¨® la responsabilidad editorial para garantizar adecuadamente el "derecho a conocer" del p¨²blico y evitar el "peligro de exacerbar".

El director del Sunday Mail, Bernard Shrimsley, habl¨® en nombre de la Prensa popular de circulaci¨®n millonaria en Gran Breta?a. A su entender los lectores de su peri¨®dico quieren lealtad hacia la democracia y fuerzas de orden p¨²blico". Es f¨¢cil, dijo, ser escandinavo en los puntos de conflicto pero de aqu¨ª nos vamos con una humildad mayor para informar de los problemas de los dem¨¢s. Richard Gott, especialista en temas de terrorismo del diario The Guardian, explic¨® que, respecto a Irlanda del Norte, los periodistas en Inglaterra son "ignorantes, por la distancia; aburridos, por la larga duraci¨®n del problema y c¨ªnicos, porque rehuyen el compromiso". Refiri¨® el efecto tremendo de la experiencia de su peri¨®dico, que hace dos a?os decidi¨® enviar durante una semana a veinte de sus redactores a Belfast para dedicar casi monogr¨¢ficamente las p¨¢ginas de sus ediciones de esos d¨ªas al conflicto del Ulster. El factor diferencial brit¨¢nico es que la democracia de Westminster es invulnerable al ataque terrorista.