Sorpresa en Alemania Occidental
EN ALEMANIA Occidental se han producido dos hechos pol¨ªticos consecutivos, uno previsto y otro imprevisto. La democracia cristiana, en el Gobierno, ha perdido deliberadamente una moci¨®n de confianza, por su propia voluntad, en el Parlamento federal; pero ha perdido tambi¨¦n las elecciones del land de Hamburgo, con grave disgusto y mal augurio. Se saben los antecedentes: la democracia cristiana obtuvo el poder por el cambio de alianzas del partido liberal, que se pas¨® a ella abandonando al partido socialdem¨®crata. Qued¨® as¨ª formada una nueva mayor¨ªa y el canciller Khol se comprometi¨® a disolver el Parlamento y convocar elecciones generales para el 6 de marzo. La Constituci¨®n es muy apretada y muy concreta, est¨¢ hecha para evitar una abundancia de crisis ministeriales, y la ¨²nica forma posible de disolver el Parlamento era que el Gobierno perdiese una votaci¨®n de confianza: Kohl present¨® la moci¨®n, orden¨® a su partido que se abstuviera, y perdi¨® porque necesitaba perder. La t¨¦cnica de la disoluci¨®n y la convocatoria se han puesto en marcha.Pero el domingo pasado se celebraban las elecciones de Hamburgo, y las ganaba la socialdemocracia, que ha aumentado m¨¢s de un 8 % su votaci¨®n de junio, ha recuperado el gobierno absoluto de la ciudad y tambi¨¦n su moral para las elecciones generales. El partido liberal despu¨¦s de su traici¨®n, sigue castigado y se queda fuera de Hamburgo, como se ha ido quedando fuera de otros Parlamentos regionales. Podr¨ªa ser su desaparici¨®n definitiva. Incluso los verdes (ecologistas) han visto cortada su continua alza en el pa¨ªs y han perdido un esca?o en favor de la socialdemocracia.
La discusi¨®n de si estas elecciones parciales son o no son un ¨ªndice para las generales est¨¢ en el aire, y cada uno defiende su punto de vista como puede. Pero no se puede negar su mal augurio para la democracia cristiana. Los resultados, en cierto modo, pueden considerarse como un juicio a los ochenta d¨ªas de gobierno de la democracia cristiana. Las normas de austeridad de Kohl y su nuevo presupuesto tienen un fondo de necesidad o de obligaci¨®n: aun dentro de su riqueza, el pa¨ªs tiene que huir del despilfarro que ha llevado a otras naciones te¨®ricamente ricas a la ruina.
Pero hay una parte de la opini¨®n p¨²blica que se considera m¨¢s da?ada que otras por las medidas: las clases medias descendentes, los obreros. Precisamente la resistencia del canciller Schmidt a aplicar un programa de austeridad que recortase principalmente los beneficios de la seguridad social fue la causa m¨¢s visible de la fuga de los liberales. Parece que hay una cierta movilizaci¨®n entre estas v¨ªctimas. Quiz¨¢ el detalle m¨¢s interesante de las elecciones de Hamburgo sea el de la disminuci¨®n de las abstenciones: ha votado el 84% del censo. Parece un movimiento de autodefensa frente a la instalaci¨®n por cuatro a?os de una derecha conservadora que hasta el momento ha mostrado s¨®lo una parte de sus intenciones pero que, consolidada, podr¨ªa ir mucho m¨¢s lejos. En la movilizaci¨®n entra tambi¨¦n el cambio posible de algunos pacifistas, de algunos verdes o radicales, que se sienten m¨¢s amenazados por el conservadurismo del Estado que quiere imponer Kojl que por la inseguridad de Schmidt: preferir¨ªan ahora votar a la socialdemocracia como voto posible o voto ¨²til.
Son especulaciones: puede no trasvasarse este voto al 6 de marzo, y puede que tambi¨¦n la democracia cristiana haya aprendido una lecci¨®n. Esta ser¨ªa la de prescindir definitivamente de los liberales (hasta el punto en que sus compromisos se lo permitan) e inclinarse hacia la CDU de Strauss: la derecha m¨¢s extrema. Kohl puede creer que la posici¨®n de centro no rinde los beneficios esperados. Se llegar¨ªa entonces el 6 de marzo al efecto de bipolarizaci¨®n: una derecha fuerte frente a una izquierda moderada a la que pudieran sumarse votos m¨¢s radicales. Dicho de otro modo, la derecha ser¨ªa m¨¢s derecha; la izquierda, m¨¢s izquierda. Esta posibilidad hace m¨¢s imprevisibles los resultados. Pero parece que el destrozo de la socialdemocracia que se produjo cuando el abandono de los liberales la dej¨® en minor¨ªa (con un partido dividido y desmoralizado) se ha resta?ado en parte, y el poder que entonces ten¨ªa claramente perdido, quiz¨¢ dentro de unos meses lo pueda ganar.
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