Espa?a es el pa¨ªs europeo que m¨¢s caras paga sus compras de crudo en 1982, al mantener intacta la 'cuota de comercio'

La apreciable baja que del precio del petr¨®leo en los ¨²ltimos doce meses, junto a la disminuci¨®n paralela de los consumos de los productos derivados del crudo, est¨¢ dejando obsoleta la pol¨ªtica de compras seguida por el Gobierno, que, seg¨²n estiman expertos del sector, est¨¢ encareciendo innecesariamente la factura en d¨®lares que se paga por las importaciones de hidrocarburos. En cierto sentido, Espa?a es el pa¨ªs de Europa Occidental que m¨¢s caro ha pagado su petr¨®leo en 1982, por su decisi¨®n de mantener los contratos de suministro negociados de Estado a Estado.

Expertos del sector consultados por EL PAIS se?alan que, si bien la pol¨ªtica de compras dise?ada hace a?os en funci¨®n de unos objetivos pol¨ªticos y comerciales sirvi¨® magn¨ªficamente en su momento, no ha sucedido lo mismo en el ¨²ltimo a?o, cuando las condiciones del mercado mundial de crudo eran muy distintas. Como consecuencia de este cambio en el mercado, las fuentes consultadas consideran urgente la modificaci¨®n de esta pol¨ªtica y aconsejan la modificaci¨®n del Plan Nacional de Combustibles para el pr¨®ximo a?o con unos criterios de mayor flexibilidad en la contrataci¨®n con los suministradores.La pol¨ªtica de compras de petr¨®leo del Estado se determina en los meses anteriores al comienzo de un nuevo a?o, con unos criterios basados en las necesidades previstas y en las tradicionales relaciones, pol¨ªticas y comerciales, con los pa¨ªses suministradores. Normalmente, algo m¨¢s del 50% de las compras se incluyen dentro de la llamada cuota de Comercio, que gestiona la empresa Hispanoil, del grupo INH, y en el resto se concede una cierta libertad a las refiner¨ªas, tanto p¨²blicas como privadas.

La cuota de Comercio ha servido, tradicionalmente, para llevar una pol¨ªtica de relaciones con los Estados suministradores que, en teor¨ªa, persegu¨ªa negociar acuerdos m¨¢s amplios en el terreno comercial. T¨¦cnicos en la materia conceden que esta pol¨ªtica ha tenido resultados mixtos, si bien ha funcionado bastante bien en los momentos en que el mercado mundial viv¨ªa bajo la ¨¦gida de los productores OPEP y hab¨ªa una oferta reducida y cuando lo que primaba era la garant¨ªa del suministro.

En los ¨²ltimos dos a?os, sin embargo, el mercado mundial de petr¨®leo ha dado un giro de 180 grados. Sobra crudo y los miembros de la OPEP luchan entre s¨ª para conseguir clientes. Han aparecido nuevos productores y el mercado spot ?ha vuelto a recuperar el papel de canal de excedentes, donde se compra muy por debajo del precio oficial. Como consecuencia, los productores, OPEP y no OPEP, ofrecen descuentos de hasta el 15% sobre el precio oficial y conceden unas facilidades de pago que a¨²n abaratan m¨¢s el coste del crudo.

En esta situaci¨®n, sin embargo, los responsables espa?oles de las compras de crudo decidieron el pasado a?o mantener la pol¨ªtica de compras, pese a que les forzaba a comprar m¨¢s del 50%. del crudo por el r¨¦gimen de comercio de Estado a Estado, que se gu¨ªa por los precios oficiales. As¨ª, Espa?a pag¨® por el crudo saud¨ª a un promedio de 33,09 d¨®lares por barril (incluidos los pesados, m¨¢s baratos) cuando el petr¨®leo de este pa¨ªs puede adquirirse libremente a una tarifa media pr¨®xima a los veintinueve d¨®lares.

Estimaciones realizadas por expertos del sector, que coinciden con algunas realizadas por alg¨²n miembro del equipo gubernamental anterior, indican que si Espa?a pag¨® un precio promedio de 31,81 d¨®lares por barril en sus importaciones de crudo en los nueve primeros meses de 1982 (datos del Club de Petr¨®leo), este coste podr¨ªa haber decendido cerca de dos d¨®lares por barril, abarantando la factura espa?ola en m¨¢s de seiscientos millones de d¨®lares al a?o. Bastaba para ello con haber denunciado algunos acuerdos con determinados pa¨ªses, en la l¨ªnea de lo realizado por m¨¢s de alg¨²n pa¨ªs europeo, y haberlos sustituido por compras libres.

Reducci¨®n de consumos

Curiosamente, el cambio de esta pol¨ªtica de compras fue estudiada por el anterior Gabinete, a propuesta de uno de los responsables del sector energ¨¦tico, pero su cambio fue descartado en el Ministerio de Econom¨ªa y Comercio. La pol¨¦mica dio origen al intercambio de cartas muy poco presentables entre diversos organismos del Estado, que se responsabilizaban mutuamente del in¨²til encarecimiento de la factura petrol¨ªfera.La batalla, por otro lado, ten¨ªa un mayor motivo. Como consecuencia de la baja de los consumos de productos petrol¨ªferos que se registr¨® a lo largo de todo el a?o, el Plan de Combustibles hab¨ªa pecado por exceso y necesitaba una modificaci¨®n.

Esta, sin embargo, se aplic¨® exclusivamente sobre las compras libres, lo que hizo que la participaci¨®n de la cuota en la factura total subiera por encima del 60%. En otras palabras, si se corrigi¨®, se hizo por el lado menos apropiado, lo que contribuy¨® a que la factura se elevara a¨²n m¨¢s.

Expertos del sector, tanto de las empresas privadas como p¨²blicas, consideran urgente que el nuevo Gobierno proceda a una racionalizaci¨®n en la pol¨ªtica de compras que, preservando los l¨®gicos intereses comerciales, tenga en cuenta el favorable momento del mercado mundial de crudo. Este momento, seg¨²n los expertos, puede prolongarse durante 1983 y, muy posiblemente, durar hasta entrado el a?o 1985. No hay que olvidar que la OPEP, seg¨²n los resultados de su ¨²ltima conferencia ministerial en Viena, se enfrenta al dilema de una eventual reducci¨®n en los precios oficiales, ante la enorme diferencia que existe entre ¨¦stos y los del mercado libre.