Falleci¨® el pintor c¨¢ntabro Manuel G. Raba
FRANCISO CALVO SERRALLER, El pintor c¨¢ntabro Manuel G¨®mez Raba falleci¨® en la noche del pasado lunes en su tierra, v¨ªctima de una larga enfermedad. Nacido en Santander el 21 de febrero de 1928, Manuel G¨®mez Raba form¨® parte de una generaci¨®n dorada de artistas monta?eses, entre los que se encuentran Enrique Gran, Eduardo Sanz, Angel Medina, Agust¨ªn de F¨¦lix, etc¨¦tera, todos los cuales ocupan un lugar destacado en la vanguardia espa?ola de los ¨²ltimos treinta a?os.
Manuel G¨®mez Raba, junto con su hermana Carmen, tambi¨¦n excelente pintora, fallecida el a?o 1965 en Argentina, estudi¨® con Flavio San Roman y, desde 1946, en Madrid, en el taller del c¨¦lebre maestro Chicharro, donde permaneci¨® durante tres a?os. Fue Raba, sin embargo, un artista de lenta maduraci¨®n, de pasos medidos, alguien que no se atrev¨ªa a ense?ar lo que no ten¨ªa bien meditado y digerido. Esto explica la tardanza en darse a conocer, pues, al margen de una exposici¨®n local en la sala, que ten¨ªa el grupo po¨¦tico de la revista Proel, no realiz¨® ninguna muestra individual significativa hasta los a?os sesenta, cuando hab¨ªa elaborado ya el estilo que le hizo famoso: Su trabajo con colas sint¨¦ticas y arenas sobre el soporte de maderas planas, a las que coloreaba con acr¨ªlico y oradaba con clavos. Tuvo antes un primer per¨ªodo de figuraci¨®n expresionista, pero enseguida deriv¨® a ese tipo de informalismo mat¨¦rico.
En 1964, realiza Raba una importante exposici¨®n individual en Londres y en Nueva York, respectivamente en las galer¨ªas Drian e Internationale. Este primer ¨¦xito internacional fue quiz¨¢ la causa de la posterior invitaci¨®n para participar en la XXXIII Bienal de Venecia, que se celebr¨® en 1966, y cuatro a?os despu¨¦s, en 1970, a la XXXV edici¨®n de la misma muestra internacional, alcanzando en esta segunda ocasi¨®n una gran resonancia. Desde entonces, pudo Raba continuar intensamente su trabajo creador, que sigui¨® por los caminos descritos de crear atm¨®sferas irreales, pero portadoras de claves existenciales ¨ªntimas, que giraban siempre sobre el tema de la angustia y el dolor humanos. Desde hace a?os, asediado por una enfermedad implacable, que le retrajo pero que no le impidi¨® continuar con su trabajo, Manolo Raba fue depurando su peculiar estilo. Fruto de esta actividad ¨²ltima, no resignada, es su presencia en el reciente certamen de escultura del premio C¨¢ceres.
Sobre la obra de Manolo Raba han escrito casi todos los m¨¢s significativos cr¨ªticos de arte espa?oles y alg¨²n cr¨ªtico extranjero, de tanto prestigio como Gerald Gassiot-Talabot. La obra de Raba es, en definitiva, un punto de referencia esencial para el conocimiento de el arte espa?ol contempor¨¢neo. Seg¨²n Moreno Galv¨¢n, en la obra de Raba hab¨ªa una b¨²squeda de "la expresi¨®n dial¨¦ctica entre las masas compactas y las extremidades livianas... Ahora se le nota que tiene necesidad de acentuar la solidez de las masas, precisamente con la insinuaci¨®n de lo contrario: Con la ruptura y, m¨¢s a¨²n, con la rotura de la melod¨ªa masificadora y masificante. Claro que s¨ª, que Raba utiliza el hueco como lo hace gran parte de la escultura contempor¨¢nea. Pero para acentuar el estado contradictorio, ¨¦l, m¨¢s que huecos usa rotos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.