Indiscutible triunfo del Espa?ol

Aunque el Racing cont¨® a ¨²ltima hora con ocasiones para igualar, o incluso, remontar el partido, nadie discuti¨®, en los Campos de Sport, la victoria del Espa?ol sobre el conjunto c¨¢ntabro. Los de Sarri¨¢ fueron, especialmente en el primer tiempo, superiores a sus contrarios. Con un efectivo sistema de acorde¨®n hicieron buen f¨²tbol, desconcertaron al cuadro local y consumaron el ¨¦xito con dos dianas de escuela. Maguregui plante¨® el choque con un valiente 4-3-3 que resultaba mucho m¨¢s ofensivo, incluso, de lo que rese?an los guarismos. A ello cooperaron los centrocampistas blaquiazules, especialmente Lauridsen, quienes se incorporaron con asiduidad a la vanguardia, ante una defensa santanderina que no sab¨ªa c¨®mo cortar los avances de tantos atacantes.

El Espa?ol fragu¨® su triunfo en el primer tiempo. Otra cosa fue la segunda fase. Con un centro del campo en plan autoritario, Lauridsen llegaba a ridiculizar a Vicki, joven valor de la cantera, y a obligar a Fern¨¢ndez Mora a efectuar el cambio de marcaje por Angulo, a penas cubierto el primer cuarto de hora. Todo este trabajo se vio oportunamente secundado por dos laterales, Job y Arab¨ª, que entraron por los extremos sin que nadie les parase, y por tres delanteros que alternaron posiciones y, sobre todo, demostraron mayor oficio y listeza que los zagueros del Sardinero.

Tras la preciosa diana de Lauridsen, los c¨¢ntabros reaccionaron, con m¨¢s voluntad que acierto, y Ver¨®n, por dos veces, oblig¨® a NKono a intervenir con el pie. El camerun¨¦s demostr¨® ayer que es capaz de generalidades y de caer en el rid¨ªculo, encajando goles tontos.

En todo el primer tiempo los santanderinos incordiaron y hasta tuvieron fases en que rondaron la igualada gracias a su coraje. A veces, por velocidad y por las alas, plantearon problemas a los espa?olistas, quienes tampoco andaban muy finos en la zaga. Otro bello gol, ahora de Mauri, acab¨® por romper al Racing.

La segunda parte merece poco comentario. Los espa?olistas redujeron el ritmo, la calidad y peligrosidad de su f¨²tbol. Los racinguistas achucharon con tes¨®n e insistencia y casi siempre quedaron a merced de una defensa expeditiva. S¨®lo un remate desviado de Mario y el gol de Mantilla inquietaron la fuerza blaquiazul.