Los secuestradores del joven Miguel Ignacio Echeverr¨ªa piden un rescate de 160 millones, a pagar en una semana

Miguel Ignacio Echeverr¨ªa, nieto del fundador de la empresa Patricio Echeverr¨ªa e hijo del consejero de dicha empresa con igual nombre, fue secuestrado ayer por tres encapuchados armados a las 8.45 horas en el domicilio de la familia en San Sebasti¨¢n. Los secuestradores, que pudieran pertenecer a ETA Pol¨ªtico-militar VIII Asamblea, dejaron un escrito en el que exigen el pago de 125 millones de pesetas y dos millones de francos franceses, esto es, m¨¢s de 36 millones de pesetas, a cambio de la libertad de Miguel Ignacio Echeverr¨ªa, joven de veinti¨²n a?os estudiante de primer curso de ingenieros en la capital donostiarra.

Aunque la familia Echeverr¨ªa parec¨ªa ayer dispuesta a negociar con la organizaci¨®n autora del secuestro, el comunicado de los secuestradores explicitaba, no obstante, que la familia ten¨ªa siete d¨ªas para reunir la suma demandada, y precisaba que dicha suma no se negociar¨ªa ni se rebajar¨ªa. El Ministerio del Interior volvi¨® a insistir ayer, por su parte, en que adoptar¨¢ todas las medidas policiales a su alcance para evitar que se pague rescate.A trav¨¦s de dicho escrito los secuestradores anuncian su intenci¨®n de ponerse en contacto con la familia para cobrar dicha suma, lo que se interpreta como una desautorizaci¨®n a que la familia oferte su propio intermediario. -

El escrito, un folio mecanografiado con may¨²sculas, no lleva el membrete de ETA ni contiene mensaje pol¨ªtico alguno ni acusaci¨®n contra la familia Echeverr¨ªa que pudiera permitir identificar su origen.

El secuestro se produce pocos d¨ªas despu¨¦s de que ETA Pol¨ªtico-militar VIII Asamblea manifestara su intenci¨®n de continuar su campa?a de recaudaci¨®n de fondos econ¨®micos, y cuando el Ministerio del Interior ha anunciado la aplicaci¨®n de una serie de medidas encaminadas a evitar el pago de dinero a organizaciones terroristas.

Dos de los secuestradores penetraron en el edificio sito en el n¨²mero 1 de la calle de Urbietaen San Sebasti¨¢n a las 8.45 horas, vestidos con prendas de abrigo y portando sendas pistolas con las que amenazaron a la portera de la casa, que se encontraba limpiando en el rellano de la escalera, junto al ascensor. Los dos individuos, uno alto, c¨²rpulento y con barba, y otro delgado y de estatura inferior, subieron al tercer piso, donde reside la familia Echeverr¨ªa, acompa?ados por la portera, a la que colocaron ante la mirilla de la puerta antes de pulsar el timbre. Confiada, una de las empleadas de servicio descorri¨® los cerrojos, momento en que los secuestradores propinaron un fuerte golpe a la puerta e irrumpieron en el interior.

Atra¨ªdo por los ruidos, Miguel Ignacio, que acababa de vestirse en ese momento, acudi¨® al sal¨®n de la casa, donde fue interceptado por sus secuestradores. "Eh, chico, t¨² vienes con nosotros", le dijo uno de los individuos, ya encapuchado, con el que recorri¨® a continuaci¨®n las distintas habitaciones de la casa. Mar¨ªa Alcorta, madre del. joven, se encontraba en la cama, junto a su marido, aquejado actualmente de un ligero proceso gripal, cuando vio que su hijo y un desconocido que cubr¨ªa su rostro con un pasamonta?as penetraba en su habitaci¨®n. "Pens¨¦ que era alg¨²n sobrino de Madrid e intent¨¦ quitarle la capucha, creyendo que era una broma", manifest¨® ayer a EL PAIS Mar¨ªa Alcorta poco despu¨¦s del secuestro. "Luego vi la pistola y lo comprend¨ª todo; yo me enfrent¨¦, pregunt¨¢ndoles qu¨¦ ven¨ªan a hacer, qu¨¦ es lo que quer¨ªa n y a qu¨¦ organizaci¨®n pertenec¨ªan. Pero ellos s¨®lo dijeron que eran de ETA, que se trataba de un secuestro y que obedec¨ªan ¨®rdenes".

Un joven reservado y bondadoso

Adem¨¢s del matrimonio y las dos empleadas de servicio, se encontraban en la casa una de las hermanas de Miguel Ignacio, que ha sido definido por sus amigos como un joven reservado, bondadoso y gran aficionado a la fotograf¨ªa y al esqu¨ª, deporte que practic¨® precisamente el domingo ¨²ltimo en una localidad francesa.

Otra hermana del secuestrado hab¨ªa abandonado el domicilio poco antes de que irrumpieran los secuestradores para acudir al centro donde cursa sus estudios. Los otros dos hermanos de Miguel Ignacio, tambi¨¦n estudiantes, residen habitualmente en Madrid.

Los secuestradores ataron a todas las personas que se encontraban en la casa antes de que uno de ellos abandonara el piso llev¨¢ndose consigo a Miguel Ignacio, a eso de las 9.30 horas. El segundo encapuchado hizo lo propio pasada media hora, sobre las diez de la ma?ana, para asegurarse de que ning¨²n miembro de la familia diera aviso a la polic¨ªa en ese espacio de tiempo. Antes de abandonar la casa de los Echevarr¨ªa el secuestrador indic¨® a la familia que no avisara a la polic¨ªa hasta una hora m¨¢s tarde y que Miguel Ignacio podr¨ªa volver a casa dentro de una semana, plazo fijado para el pago del rescate en el escrito depositado por los dos miembros del comando, que vest¨ªan prendas de calidad, cazadoras, pantalones y bufandas.

Se despidi¨® de todos

Miguel Ignacio Echeverr¨ªa fue introducido en un coche Simca 1200 de color plateado que esperaba en las inmediaciones con un joven al volante. "Se ha despedido bes¨¢ndonos a todos, incluida la portera; parec¨ªa que estaba tranquilo, con una gran paz interior", se?al¨® ayer Mar¨ªa Alcorta. Su marido, Patricio Echeverr¨ªa, un hombre que posee ya cierta edad, sufri¨® hace alg¨²n tiempo un colapso cardiaco. Dos polic¨ªas nacionales custodiaban ayer tarde la casa de los Echeverr¨ªa en San Sebasti¨¢n, impidiendo el paso a toda persona ajena al edificio.

El gobernador civil de Guip¨²zcoa, Jule Elgorriaga, precis¨¦ que los dos polic¨ªas nacionales que hab¨ªan sido situados en la puerta de la vivienda de los Echeverr¨ªa lo hab¨ªan sido para evitar el acoso a la misma, y declar¨® que ser¨ªan retirados en cuanto la familia Echeverr¨ªa lo solicitase. Con estas declaraciones Elgorriaga quiso dejar claro que la presencia de dichos agentes no obedec¨ªa a la intenci¨®n anunciada por un portavoz de Interior de que se impedir¨ªa la negociaci¨®n y el pago del rescate.