El duque de Alba relata las profec¨ªas americanas hechas por el conde de Aranda
El relato de la premonici¨®n que sobre el destino de los Estados Unidos tuvo en el siglo XVIII el entonces embajador de Espa?a en Francia conde de Aranda fue el centro de la conferencia que el duque de Alba, Jes¨²s Aguirre, que lleva el t¨ªtulo de aquel embajador, pronunci¨® ayer en el American Club ante el embajador de EE UU en Espa?a, Terence Todman, y otras personalidades. La duquesa de Alba estaba entre ellas.Jes¨²s Aguirre, alcalde honorario de San Antonio, en EE UU, y miembro del consejo del Museo de Arte Moderno de Nueva York, habl¨® en la reuni¨®n mensual del mencionado club acerca del tema Los papeles de Col¨®n en la Casa de Alba. Habl¨® sobre las vinculaciones que la Casa de Alba ha tenido y tiene con Am¨¦rica. En el contexto de las vinculaciones de esta Casa con Am¨¦rica resalt¨® las profec¨ªas del conde de Aranda.
En uno de los informes referido a la naciente naci¨®n estadounidense, describi¨® los efectos de la independencia. Advirti¨®, "con adelanto que dir¨ªamos cas¨¢ndrico", dijo el duque de Alba, que "esta Rep¨²blica Federal -los Estados Unidos-, naci¨® pigmea, por decirlo as¨ª, y ha necesitado el apoyo y fuerzas de dos Estados tan poderosos como Espa?a y Francia para conseguir la independencia. Llegar¨¢ un d¨ªa en que crezca y se torne gigante y a¨²n coloso temible en aquellas regiones. Entonces olvidar¨¢ los beneficios que ha recibido de las dos potencias, y s¨®lo pensar¨¢ en su engrandecimiento".
"La libertad de conciencia", segu¨ªa escribiendo el conde, "la facilidad de establecer una poblaci¨®n nueva en terrenos inmensos, as¨ª como las ventajas de un Gobierno naciente, le atraer¨¢ agricultores y artesanos de todas las naciones; y dentro de pocos a?os veremos con verdadero dolor la existencia tir¨¢nica de este coloso de que voy hablando. El primer paso de esta potencia, cuando haya logrado su engrandecimiento, ser¨¢ el apoderarse de las Floridas, a fin de dominar el golfo de M¨¦xico. Despu¨¦s de molestarnos as¨ª y nuestras relaciones con la Nueva Espa?a, aspirar¨¢ a la conquista de este vasto Imperio, que no podremos defender contra una potencia formidable establecida en el mismo continente y vecina suya".
El pergamino en el que se documenta el alborozo de Crist¨®bal Col¨®n al atisbar la tierra de la isla La Espa?ola en su hist¨®rico de 1492, que conserva la Casa de Alba, y otros documentos de valor incalculable, algunos de los cuales se propone publicar la mencionada Casa, sirvieron de pre¨¢mbulo para que Jes¨²s Aguirre hablara de los preparativos de la conmemoraci¨®n del quinto centenario del Descubrimiento. En ese ¨¢mbito habl¨® del discurso que el Rey Juan Carlos pronunci¨® el 12 de octubre, en el que, dijo el duque de Alba, el Monarca se mostr¨® como "el primer espa?ol con tan generosa como sagaz vocaci¨®n americana".
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