La oferta de compra del 33% de Viesgo, ¨²nica animaci¨®n
Las bolsas espa?olas iniciaron la segunda semana del a?o con unas reuniones que ofrecieron un perfil muy similar a las del ciclo inmediatamente anterior. Tan s¨®lo la expectaci¨®n desatada en torno a la oferta p¨²blica de adquisici¨®n del 33%, de las acciones de Electra de Viesgo, realizada por el Banco de Santander, y su repercusi¨®n en algunas compa?¨ªas del entorno de la el¨¦ctrica monta?esa, aportaban ciertos tintes favorables al desarrollo de las sesiones.Los especialistas contin¨²an centrando todo su caudal de expectativas en la aprobaci¨®n de los presupuestos para el presente 1983, que presumiblemente se producir¨¢ en el pr¨®ximo mes de marzo. De estos presupuestos se espera poder sacar algunas conclusiones definitivas que pueden afectar al comportamiento de los mercados de valores, tales como la presumible evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s a lo largo del ejercicio actual, o si mantendr¨¢ el juego de minusval¨ªas contables en las operaciones burs¨¢tiles.
Con relaci¨®n a las recientes medidas, aparte de las reticencias que han despertado entre los inversores, ayer se se?alaba en las salas de operaciones el aparente olvido en que ha incurrido el legislador al no determinar el plazo que es necesario mantener la inversi¨®n en t¨ªtulos procedentes de ampliaciones de capital para que ¨¦sta sea susceptible de generar la correspondiente desgravaci¨®n. Hasta la aparici¨®n del decreto del pasado 31 de diciembre, para que una inversi¨®n en valores mobiliarios fuese susceptible de desgravaci¨®n fiscal, deb¨ªa ser mantenida, en los t¨ªtulos iniciales o en otros similares, durante tres a?os como plazo m¨ªnimo.
En el plano de los temas que quedan un tanto nebulosos en el citado decreto tambi¨¦n se comentaba en las salas de contrataci¨®n que los agentes mediadores no intervienen las operaciones de compra-venta de letras de cambio, sino que las negocian, por lo que, aparte de la batalla por la conservaci¨®n del secreto profesional que algunos miembros de este selecto colectivo est¨¢n dispuestos a plantear -lo que resulta muy curioso si se tiene en cuenta su condici¨®n de fedatarios p¨²blicos-, no queda excesivamente claro que tengan que dar cuenta exhaustiva de las operaciones en que medien en este tipo de activos.
En cuanto a lo que fue el comportamiento puntual del mercado de acciones, el hecho m¨¢s destacable result¨® la multiplicaci¨®n que experimentaron los saldos vendedores de los valores bancarios con mayor peso en la contrataci¨®n diaria. Algo m¨¢s de 300.000 t¨ªtulos era la siama de estas diferencias negativas, que capitaneaba Banesto, con 138.291 t¨ªtulos, mientras que el Vizcaya ofrec¨ªa el resto vendedor menos significativo del mercado madrile?o, con 5.124 acciones. Los precios de todos estos t¨ªtulos mostraron unos signos inequ¨ªvocos de debilidad, que s¨®lo era contrarrestada por la acci¨®n instiltucional o por la aparici¨®n de algunas ¨®rdenes de compra tard¨ªas, en contadas ocasiones, que en el mejor de los casos fueron suficientes para repetir los cambios precedentes.
En el resto de los sectores, aparte de las mejoras por simpat¨ªa antes citadas, se acentuaba la falta de ¨®rdenes de compra, con lo que se aceleraba el proceso negativo de un buen n¨²mero de cotizaciones. Esta circunstancia, por el momento, y seg¨²n opini¨®n de diversos especialistas, no tiene aspecto de sufrir una correcci¨®n sustancial.
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