Un estudio comparado sobre 100 mellizos sugiere un origen hereditario de la neurosis
Un equipo interdisciplinario de m¨¦dicos, psicoanalistas y genetistas, bajo la direcci¨®n de la doctora Annelise Heigl-Evers, directora de la Cl¨ªnica de Psicoterapia de la Universidad de Dusseldorf, y del profesor Heinz Schepank, director de la Cl¨ªnica Psicosom¨¢tica de Mannheim, dependiente de la Universidad de Heidelberg, han estudiado durante cerca de veinte a?os, en Alemania Occidental, los trastornos ps¨ªquicos de cien parejas de mellizos. Los resultados obtenidos inducen a pensar que los factores hereditarios tienen una clara influencia en la gestaci¨®n de las neurosis, tan en boga en nuestros d¨ªas.
La neurosis es responsable de alteraciones en el comportamiento, que se traduce en diferentes actitudes patol¨®gicas ante la vida. As¨ª, la neurosis de fracaso impulsa al sujeto a tomar decisiones contrarias a sus intereses. La neurosis de angustia le hace insufrible permanecer en recintos cerrados o atravesar espacios abiertos. La neurosis obsesiva le obliga a realizar complejos rituales para conjurar sus temores ante la suciedad, falta de orden, etc¨¦tera. Este grave trastorno ps¨ªquico parece ser, en gran medida, una enfermedad heredable.
Herencia biol¨®gica
Las investigaciones del equipo alem¨¢n fueron realizadas con gemelos, ya que as¨ª es posible discernir el grado de responsabilidad que en la aparici¨®n de una caracter¨ªstica determinada, en este caso, el comportamiento neur¨®tico, tienen la influencia del medio ambiente y la herencia biol¨®gica.Los gemelos univitelinos poseen id¨¦ntica informaci¨®n hereditaria, pues proceden de la fecundaci¨®n de un solo ¨®vulo, mientras que en los bivitelinos solamente es igual la mitad de la informaci¨®n biol¨®gica contenida en la c¨¦lula. Si los primeros se asemejan m¨¢s en el rasgo caracterial sometido a estudio que los segundos, entonces se puede sospechar razonablemente que el factor en cuesti¨®n es heredado.
Para la recientemente finaliza da investigaci¨®n alemana, se dispuso de 36 parejas de gemelos univitelinos y de 64 bivitelinos. Los estudios se iniciaron a comienzos de los a?os sesenta y termiaron a finales de los setenta. De cada uno se emiti¨® un detallado diagn¨®stico psicoanal¨ªtico para determinar la gravedad de su dolencia.
"Los resultados obtenidos", afirma el doctor Heinz Schepank, "revelan claramente que los factores hereditarios participan en la gestaci¨®n de la enfermedad mental". Aproximadamente en un 32%, de los casos padec¨ªa un mellizo de los mismos s¨ªntomas que su gemelo univitelino; en cambio, por lo que se refiere a los gemelos bivitelinos, la coincidencia correspondiente signific¨® el 16%, justamente la mitad que en los univitelinos.
Considerando el s¨ªntoma m¨¢s grave y determinante en un gemelo, la coincidencia se elevaba en los univitelinos al 52%, siendo del 14% en los bivitelinos.
El factor ambiental
Cuando los gemelos son ni?os, los s¨ªntomas coinciden con mayor frecuencia que en el caso de los gemelos adultos, probablemente porque los trastornos ps¨ªquicos se ven influenciados, con el transcurrir de los a?os, por las experiencias sociales del individuo. De todas formas, los gemelos univitelinos presentan gran similitud en alteraciones del comportamiento, tales como car¨¢cter esquizoide, agresividad, man¨ªas depresivas, abuso en las bebidas alcoh¨®licas y tabaco.Tambi¨¦n se estudi¨® la influencia que ten¨ªan las tensiones emocionales de la infancia en la g¨¦nesis de las neurosis. La m¨¢s importante es, sin duda, la falta de afecto y cuidados por parte de la madre o su ausencia. Adem¨¢s, se puso de manifiesto que los pacientes expuestos durante su adolescencia a fuertes tensiones desarrollaban, despu¨¦s, m¨¢s s¨ªntomas y m¨¢s graves que aquellos que ¨²nicamente hab¨ªan soportado tensiones leves.
Nula influencia del embarazo
Curiosamente, apenas se apreci¨® la influencia de complicaciones durante el embarazo y en el momento del parto, cuando se intent¨® determinar la intensidad y frecuencia de las neurosis y trastornos psicosom¨¢ticos posteriores, pese a que las modernas escuelas psicoterap¨¦uticas conceden notable preponderancia a estos factores.De igual forma, se comprob¨® que en el desarrollo intelectual influyen las vivencias de la primera infancia. Los pacientes que experimentaron durante su ni?ez graves tensiones, obtuvieron valores inferiores a los de la media en las pruebas de inteligencia. Los que no se encontraban en tales condicioes lograron resultados normales.
Aquellos cuya experiencia infantil ha sido favorable obtienen, despu¨¦s, mejores calificaciones escolares y concluyen de forma m¨¢s satisfactoria los estudios laborales o universitarios. Incluso a edades comprendidas entre los siete y veinti¨²n a?os segu¨ªan ejerciendo una influencia negativa en la vida estudiantil y en la salud ps¨ªquica la ausencia de la madre o las sustituciones continuas de los individuos encargados de cuidar a estas personas.
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