Brasil se declarara en quiebra si la banca internacional no acepta la renegociaci¨®n de su deuda exterior
A pesar de haber concluido la negociaci¨®n con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la crisis econ¨®mica de Brasil contin¨²a siendo la m¨¢s grave de los ¨²ltimos dieciocho a?os de r¨¦gimen. En el ¨²ltimo lustro, algunos economistas de la tecnocracia oficial empezaron a cuestionar p¨²blicamente las graves equivocaciones del modelo econ¨®mico implantado por los militares. El Gobierno intenta ahora hacer frente a la deuda externa, que supera los 93.000 millones de d¨®lares, de los que cerca de 30.000 millones vencen a corto plazo, y, seg¨²n sus portavoces, ha dejado claro a todo el sistema financiero que si no se acepta la renegociaci¨®n de la deuda el pa¨ªs se declarar¨¢ oficialmente en quiebra en los meses de marzo o abril.
La situaci¨®n lleg¨® a tal punto, que el Banco de Brasil, considerado uno de los mayores del mundo, se qued¨® a finales de diciembre en Nueva York sin efectivo para efectuar los pagos de la deuda. En Brasil esa situaci¨®n fue considerada humillante y la Prensa promovi¨® una verdadera guerra contra las autoridades econ¨®micas.La reciente divulgaci¨®n del plan de cuentas externas para el actual a?o provoc¨® una seria pol¨¦mica. Los datos oficiales no confirman la realidad que se conoce: la deuda externa a corto plazo se estima, seg¨²n c¨¢lculos pesimistas, en 13.000 millones de d¨®lares. Los banqueros internacionales contestan ese dato y afirman que pasa tranquilamente de los 20.000 millones. Sumando las amortizaciones previstas, que son de 7.500 millones y los intereses (c¨¢lculos oficiales apuntan 9.000 millones), se concluye que el pa¨ªs necesita un m¨ªnimo de 30.000 millones de d¨®lares para poder hacer frente a sus compromisos internacionales.
Otros recursos
Brasil solicit¨® al FMI un pr¨¦stamo de 4.400 millones de d¨®lares y un tramo de-2.500 millones m¨¢s hasta marzo. Los economistas del Gobierno suman esos recursos al pr¨¦stamo de 4.000 millones concedido por un grupo de bancos y consideran posibles otros recursos a corto plazo para defender la idea de que las cuentas externas ser¨¢n cumplidas. Los pr¨¦stamos del FMI y la renegociaci¨®n concedida por los grandes bancos son de 10.500 millones de d¨®lares, faltando cerca de 19.000 millones de los 30.000 en el total que se necesita antes de final de a?o para poder hacer frente para equilibrar la balanza de pagos.La profunda recesi¨®n que Brasil no pudo evitar desde 1981, cuando el crecimiento negativo del producto interior bruto fue del orden del 3%, se repiti¨® en 1982 en casi el mismo porcentaje. Un reciente estudio del Instituto de Encuestas Econ¨®micas y Sociales (IPEA), ¨®rgano de la Secretar¨ªa de Planificaci¨®n de la Presidencia de la Rep¨²blica, se?ala que Brasil tendr¨¢, como resultado de la crisis, cerca del 17% de la poblaci¨®n activa (unos siete millones de trabajadores) en paro. La situaci¨®n social se torna cada vez m¨¢s peligrosa, hasta el punto de que el Gobierno se ha llegado a asustar con las huelgas de funcionarios realizadas en importantes provincias del sur del pa¨ªs, la zona m¨¢s desarrollada econ¨®micamente, a causa de los recortes que est¨¢ efectuando el Gobierno en los salarios, que deber¨ªan ser aumentados en enero.
El ministro de Planificaci¨®n, Delf¨ªn Neto, coment¨® en Brasilia que los banqueros internacionales no tienen otra salida que aceptar el ultimatum hecho por" Brasil, pues si los grandes bancos no se solidarizaran con las dificultades de caja de Brasil, este pa¨ªs se declarar¨ªa oficialmente en quiebra en marzo o en abril. Brasil no es un caso aislado. Las deudas de M¨¦xico, Argentina, Venezuela, Ruman¨ªa y otros pa¨ªses tornan la situaci¨®n irreversible desde el punto de vista de la negociaci¨®n: tiene que haber una salida com¨²n.
Desconfianza ciudadana
Acostumbrados a la euforia de los comienzos de la d¨¦cada de los setenta, el brasile?o com¨²n es hoy una persona desconfiada, que est¨¢ siendo mantenido al margen de la verdadera realidad nacional. El acuerdo con el FMI prev¨¦ recortes de las subvenciones gubernamentales en los precios del pan, gasolina, fletes y otros productos. Hay una protesta nacional por el m¨¦todo autoritario de la Administraci¨®n a la hora de explicar las subidas de precios de los alimentos b¨¢sicos.Seg¨²n c¨¢lculos oficiales, el pr¨¦stamo del FMI y el de los grandes bancos para que se pueda hacer frente a los compromisos, antes el pr¨®ximo mes de septiembre, ya est¨¢n conseguidos. Si los banqueros no aceptan las condiciones de Brasil, no queda otra alternativa que declarar la quiebra brasile?a, lo m¨¢s tarde en abril. Hay sectores del Gobierno que consideran eso como muy probable.
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