"Supimos que hac¨ªamos piezas del Exocet tras la guerra de las Malvinas"
Electr¨®nica B¨¢sica (Elbasa) tiene su sede en Esparreguera, al pie de la monta?a de Montserrat, a unos treinta kil¨®metros de Barcelona. La firma s¨®lo fabrica circuitos impresos por encargo de otras empresas, normalmente en tiradas muy bajas. En muchas ocasiones ni siquiera conocen la finalidad del circuito impreso que les encarga el cliente. "Nosotros supimos que fabric¨¢bamos este circuito de seis capas para el Exocet", afirma Carles Guillem, director general de la f¨¢brica, "por casualidad". Y a?ade: "El representante de la empresa francesa de armamentos que nos encarg¨® este circuito nos vino un d¨ªa a felicitar, poco despu¨¦s de la guerra de las Malvinas, por la contribuci¨®n de nuestro producto al buen funcionamiento del misil".Seg¨²n los directivos de la empresa, Elbasa es una de las sociedades punteras en el campo del circuito impreso en Europa. "Un circuito impreso es la base de cualquier equipo electr¨®nico", dice Guillem, "una conexi¨®n de los muy diversos elementos que componen cualquier equipo electr¨®nico".
Los primeros circuitos impresos s¨®lo constaban de una capa en la que se realizaban las conexiones. La progresiva complejidad de la t¨¦cnica comport¨® que se tuviera que realizar tal cantidad de conexiones que ¨¦stas llegaban a entrecruzarse.
Este hecho oblig¨® a fabricar circuitos de dos capas -o sea, de dos niveles distintos de conexi¨®n- y luego de muchas capas. El circuito que lleva el avi¨®n F 18 A lleva catorce capas diferen tes. "Cuando se empez¨® a hablar del programa FACA", se?ala Guillem, "los representantes de la McDonnell Douglas, fabricante del F-18 A, y de la General Dynamics, fabricante del F-16, nos vinieron a ver para que fabric¨¢ramos un circuito impreso de los radares de sus aviones. Estos radares hacen posible que, seg¨²n nos dijeron los americanos, el piloto despegue de un lugar, se ponga a dormir, y aterrice en cualquier lugar ya programado sin que el hombre tenga que hacer ni un solo movimiento".
El hecho de que la asignaci¨®n del programa FACA, que en principio hab¨ªa de corresponder al avi¨®n de combate de la McDonell Douglas, est¨¦ siendo puesta en tela de juicio por el Gobierno socialista, revalor¨¢ndose en estos momentos otros aviones, como el Tornado del consorcio europeo Panavia, no quita el sue?o a los responsables de Elbasa. "De todas formas, tendr¨¢n que venir a nosotros", afirma el director general, "ya que, como tiene que existir un programa de compensaciones econ¨®micas, se escoja el avi¨®n que se escoja, la ¨²nica empresa espa?ola y una de las pocas de Europa que puede ofrecer unos productos tecnol¨®gicamente tan sofisticados somos nosotros".
Sin miedo a los esp¨ªas
Elbasa fabrica productos para muchas empresas militares de Espa?a, Francia, Estados Unidos, Israel, Alemania y Gran Breta?a. Fabricar productos tan secretos no preocupa a ninguno de sus directores. "No nos preocupa, porque tampoco no sabemos casi nada del producto. Nuestros clientes nos entregan los planos del circuito que quieren que les hagamos. Nosotros ponemos los procesos industriales necesarios para elaborar los circuitos impresos. Todos los planos que nos entregan son posteriormente destruidos". Con este optimismo por delante, la empresa no cuenta con los m¨¢s modernos servicios de seguridad."Nunca hemos tenido problemas serios de espionaje industrial", declara el director, "al menos que nosotros nos hayamos dado cuenta. Varias veces nos han venido clientes, que posteriormente han montado una divisi¨®n de circuitos impresos en su sociedad, con un bloc de notas apuntando hasta los datos m¨¢s inveros¨ªmiles. Tambi¨¦n una vez vino una veintena de japoneses que nos invadieron la f¨¢brica. Cada dos por tres ten¨ªamos que hacer un recuento y siempre nos faltaba alguno. A varios les tuvimos que sacar fisicamente de debajo de las m¨¢quinas... Pero de los japoneses no nos podemos quejar. La empresa Fujitsu, la segunda del mundo en el sector electr¨®nico despu¨¦s de IBM y con unas exigencias tecnol¨®gicas y de control de calidad de mayor dificultad que ¨¦sta, recientemente homolog¨® nuestros productos a los suyos". El circuito impreso es la columna vertebral de cualquier equipo electr¨®nico. B¨¢sicamente tiene la misma funci¨®n que el hilo el¨¦ctrico hace entre'el interruptor y la bombilla, pero a niveles incre¨ªblemente mayores.
"Actualmente se trabaja con precisiones de micras. Hay que pensar que un circuito impreso en muchas ocasiones no pasa de los tres mil¨ªmetros de grosor. Si -nos equivocamos en medio mil¨ªmetro, el circuito ya no sirve", dice el director t¨¦cnico. "De los productos que fabricamos hemos de desechar, de promedio, entre un 3% y un 4% de todos los circuitos. En ciertos casos, como el que hacemos para el F- 18A, tenemos hasta un 50%de rechazos por la extremada complejidad del proceso de producci¨®n. En la empresa trabajamos con tres controles de calidad fijos, uno volante y el que realizan todos los jefes de secci¨®n cuando les llega el circuito y cuando lo han de entregar para proceder a la siguiente operaci¨®n".
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