Hacia el Mercado Com¨²n hispanoamericano
El profesor Bunge propone en este art¨ªculo varias ideas sugestivas sobre el futuro de una confederaci¨®n hispanoamericana que transformara la actual comunidad ling¨¹¨ªstica y sentimental en una poderosa comunidad econ¨®mica y cultural. El autor analiza tambi¨¦n los temores espa?oles sobre una posible ruina de la industria tras el ingreso de Espa?a en la CEE.
Algunos economistas temen que si Espa?a ingresa en la CEE muchas de sus industrias se arruinar¨¢n porque no podr¨¢n competir con socios que utilizan tecnolog¨ªas muy superiores, tales como los alemanes. Dichos economistas predicen que Espa?a volver¨ªa a. ser una naci¨®n predominantemente agropecuaria y, con ello, retroceder¨ªa tambi¨¦n en los terrenos cultural y pol¨ªtico. En resumen, si Espa?a ingresase en la CEE se convertir¨ªa en la huerta de Europa.Creo que esta predicci¨®n pesimista tiene fundamento. Por algo los campesinos franceses presionan sobre su Gobierno para impedir que los espa?oles les hagan una competencia ruinosa, y por algo los industriales franceses no se inquietan por la perspectiva del ingreso de Espa?a en la CEE.
Por otra parte, tambi¨¦n est¨¢ claro que, Espa?a no debiera seguir al margen de Europa: le conviene comerciar con ella y, a favor del comercio, intercambiar .personas, conocimientos, actitudes y. gustos. El aislamiento propende al atraso.
Espa?a y la CEE
Hay, pues, buenos argumentos a favor y en contra del ingreso de Espa?a en la CEE. Parecer¨ªa que, no hubiese manera de zanjar la cuesti¨®n: que Espa?a estuviese condenada, como el asno de Buridan, a oscilar entre dos montones de heno sin comer de ninguno de ellos. La duda no podr¨¢ resolverse mientras no se ofrezca una alternativa que permita el ingreso de Espa?a en la CEE y al mismo tiempo compense las desventajas resultantes.
Para quien como el que escribe, no es economista ni espa?ol, ni tiene intereses creados en la cuesti¨®n, la alternativa es evidente. Consiste en que el Gobierno espa?ol promueva la creaci¨®n del Mercado Com¨²n hispano americano. De este modo, Espa?a conseguir¨ªa lo mejor de ambos mundos, el viejo y el nuevo.
Me explico. Si se formase el Mercado Com¨²n hispanoamericano, la industria espa?ola no se arruinar¨ªa al competir con la europea, porque podr¨ªa aumentar considerablemente la exportaci¨®n de productos manufacturados a los pa¨ªses hispanoamericanos. Se establecerla as¨ª un equilibrio entre la industria y la agricultura, equilibrio amenazado por el ingreso en la CEE.
Latinoam¨¦ricas y Espa?a
Se preguntar¨¢ si las naciones de Latinoam¨¦rica tendr¨ªan inter¨¦s en formar un mercado com¨²n con Espa?a. Creo que s¨ª porque ello les permitir¨ªa sustraerse parcialmente a la zona de la moneda dura, en particular del d¨®lar. Recu¨¦rdese que ya existen dos mercados comunes en Am¨¦rica Latina: el de los pa¨ªses andinos (Acuerdo de Cartagena) y el de los pa¨ªses centroamericanos. Espa?a podr¨ªa promover la ampliaci¨®n de los acuerdos, existentes para que abarcasen a todos los pa¨ªses de lengua espa?ola. Aunque esto no convendr¨ªa a ciertos intereses convendr¨ªa, enormemente a los pa¨ªses hispanoamericanos.
Es claro que la formaci¨®n de semejante Mercado Com¨²n hispanoamericano suscitar¨¢ resistencias, ya que no convendr¨¢ a las dem¨¢s naciones industrializadas ni a los gigantescos bloques militares. Pero convendr¨¢, en cambio, a los pueblos, ya que contribuir¨¢ a equilibrar la balanza de pagos y a disminuir el alto nivel de paro.
Acaso se objete que la gran diversidad de reg¨ªmenes pol¨ªticos imperantes en los pa¨ªses hispanoamericanos -democracias, dictaduras y dictablandas- sea un obst¨¢culo insalvable a la formaci¨®n de un mercado com¨²n.
No hay tal, porque ¨¦ste no tiene por qu¨¦ inmiscuirse en pol¨ªtica interior. Las divergencias entre los socios de la CEE, por una parte, y los del mercado com¨²n socialista, por otra, son a¨²n mayores y, sin embargo, esto no les impide mercadear vigorosamente. Antes al contrario, cuanto mayores son las diferencias pol¨ªticas tanto m¨¢s urgente es compensarlas con lazos comerciales. Poderoso caballero es don dinero: puede acallar no s¨®lo las murmuraciones, sino tambi¨¦n las armas.
En definitiva, hay una manera de contrarrestar los posibles efectos negativos del ingreso de Espa?a en la CEE, y es que al mismo tiempo ingrese en la comunidad econ¨®mica hispanoamericana. A su vez, esta medida debiera ser acompa?ada de un refuerzo de los lazos culturales. El ideal debiera ser la organizaci¨®n de la confederaci¨®n hispanoamericana, que transformase lo que hoy no es sino una comunidad ling¨¹¨ªstica y sentimental en una poderosa comunidad econ¨®mica y cultural por, encima de las diferencias pol¨ªticas.
es argentino, profesor en la McGill University de Montreal. Autor de m¨¢s de trescientas publicaciones de f¨ªsica, ciencias sociales, epistemolog¨ªa y otras disciplinas. Ganador del Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Comunicaciones y Humanidades en 1982.
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