La tolerancia judicial permite abortar en B¨¦lgica
El aborto no est¨¢ despenalizado en B¨¦lgica, pero, bajo los ojos entornados y ben¨¦volos de las autoridades judiciales, se practica. Se estima que en B¨¦lgica abortan voluntariamente entre 20.000 y 60.000 mujeres al a?o. La reforma de la ley s¨ª ha abortado una y otra vez. La legislaci¨®n en este tema se basa a¨²n en el c¨®digo napole¨®nico de 1867, que proh¨ªbe totalmente el aborto, salvo casos extremos, bajo los delitos contra el "orden de las familias y la moral p¨²blica", junto al adulterio, la prostituci¨®n o la violaci¨®n, y no como delitos contra las personas. El aborto no es, pues, un asesinato en B¨¦lgica, sino que atenta contra la sociedad y su moral.
A principios de los a?os sesenta se crearon en B¨¦lgica los primeros centros de planificaci¨®n familiar, creyendo que as¨ª se evitar¨ªa llegar a tener que afrontar el tema del aborto, aplicando m¨¦todos de contracepci¨®n. No fue este el caso. En 1962 surg¨ªa en Bruselas el primer Centro Extrahospitalario que Practica el Aborto -ilegal y clandestino- y ahora la intervenci¨®n viene a costar unos 3.000 francos (8.000 pesetas). Los centros insisten en la necesidad de que las mujeres adopten un m¨¦todo contraceptivo despu¨¦s de abortar.En 1973 lleg¨® el primer arresto. El doctor Peers, de Namur, fue detenido por la polic¨ªa en el hospital donde trabajaba y practicaba el aborto. Peers fue uno de los pioneros que introdujo en B¨¦lgica el parto sin dolor y diversos tratamientos contra la esterilidad. Tras grandes manifestaciones, sali¨® de la c¨¢rcel. Poco despu¨¦s lleg¨® el acuerdo entre el Ministerio de Justicia y el Poder Judicial. Se instaur¨¢ una tregua Judicial en virtud de la cual los abortos se practicaban, haciendo la vista gorda las autoridades, salvo en contados casos.
As¨ª estaban las cosas cuando en septiembre de 1981 el fiscal general de Bruselas, Van Honstee, rompi¨® la tregua, considerando que una ley debe aplicarse o cambiarse. Otros fiscales no le siguieron, pero en la regi¨®n de Bruselas treinta personas -once de ellas m¨¦dicos- han sido acusadas. Las penas han variado entre dos y dieciocho meses, con libertad condicional. Los jueces se mostraron indulgentes. Despu¨¦s de todo unas 7.000 belgas van cada a?o a abortar a Holanda o al Reino Unido.
Decenas de proyectos han fracasado
En 1974 se cre¨® una Comisi¨®n Nacional para los Problemas Eticos que deb¨ªa facilitar una decisi¨®n jur¨ªdica, pero decenas de proyectos de ley para despenalizar el aborto han fracasado en los ¨²ltimos a?os, chocando principalmente con la oposici¨®n de los grupos cristiano-dem¨®cratas.En la actualidad, el proyecto que m¨¢s posibilidades tiene es el que patrocina la diputada liberal Herman-Michielsen, que prev¨¦ la despenalizaci¨®n del aborto, con un l¨ªmite de doce semanas de embarazo, siempre y cuando haya una amenaza grave o permanente contra la salud f¨ªsica y ps¨ªquica de la mujer. Seg¨²n estudios realizados por grupos pro-liberalizaci¨®n del aborto, en la categor¨ªa contempla da por la ley s¨®lo entrar¨ªan un 7% de las mujeres que en la actualidad desean abortar. La decisi¨®n corresponder¨ªa a los centros oficia les, que, seg¨²n las cr¨ªticas, constituir¨ªan una especie de tribunal para cada caso que obligar¨ªa a las mujeres a desvelar su ¨ªntima vida privada, lo que no ocurre en los centros extrahospitalarios.
Contra la despenalizaci¨®n del aborto se pronuncian fundamentalmente los grupos pol¨ªticos socialcristianos, especialmente los flamencos, que practican generalmente una catolicismo m¨¢s integrista que los franc¨®fonos, si bien hay sectores progresistas cristianos que reconocen la necesidad de una regulaci¨®n legal, similar a la defendida por los liberales.
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