S¨¦neca, Graci¨¢n y Maquiavelo aconsejan a Ruiz-Mateos
Rodeado de la mayor parte de sus trece hijos y de su mujer, de sus asesores jur¨ªdicos y de sus principales colaboradores en el holding de la abeja, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, expresidente de Rumasa, el m¨¢s grande grupo econ¨®mico privado del pa¨ªs, se encuentra voluntariamente encerrado entre las paredes de su chal¨¦ en el madrile?o barrio residencial de Somosaguas, desde la madrugada del mi¨¦rcoles.Ese d¨ªa conversaba con algunos de sus hijos en el sal¨®n de la mansi¨®n cuando entr¨® corriendo, apenas sin voz, otra de las hijas, para comentar lo que Eduardo Sotillos, portavoz del Gobierno, acababa de decir por televisi¨®n: que Rumasa hab¨ªa sido expropiada. A la incredulidad sucedi¨® la emoci¨®n y m¨¢s tarde la falta de entendimiento. Era el final de un proceso que seg¨²n el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer, hab¨ªa comenzado en 1978 y que hab¨ªa tenido sus momentos m¨¢s tensos el lunes pasado en una reuni¨®n de cuatro horas en el Ministerio de Hacienda.
En ese mismo sal¨®n, sesenta y cuatro horas m¨¢s tarde, Ruiz-Mateos explicaba ayer a dos redactores de EL PAIS su aturdimiento. "El tiempo dir¨¢ quien tiene la raz¨®n", dijo, pero "por el momento no tengo explicaciones razonables". Sobre la mesa, la familia Ruiz-Mateos tiene, muy manoseado por el uso, un pliego de citas de S¨¦neca, Baltasar Graci¨¢n, Maquiavelo. Algunas de ellas definen mejor que nada la personalidad del protagonista: "Grandeza de ¨¢nimo es despreciar las injurias". "Pareci¨® ir sobrepujando el riesgo que a los grandes hombres los mismos peligros o les temen o les respetan" "Cuando la fortuna quiere elevar a un pr¨ªncipe, le suscita enemigos, lizas, para ejercer su coraje y su industria y hacerle subir m¨¢s alto grado de potencia".
En otra mesa lateral, retratos de cada uno de sus trece hijos del matrimonio, del Rey Juan Carlos con Ruiz-Mateos y un tr¨ªptico con las fotograf¨ªas de Alfonso XIII, don Juan y el Rey Juan Carlos.
Ruiz Mateos observa por los ventanales a algunos de sus hijos m¨¢s peque?os corretear por el jard¨ªn con la camiseta del Bar?a. Para hacerle las fotograf¨ªas con los familiares los llama dentro de la casa; tiene un miedo casi patol¨®gico a que los fot¨®grafos de prensa que acampan a la puerta de su casa con potentes teleobjetivos puedan localizarle.
Lo mismo ocurre ante la presencia del magnetof¨®n. La entrevista comienza con el periodista usando papel y l¨¢piz hasta convencerle de la necesidad de reproducir fielmente su pensamiento, su estado de ¨¢nimo, su vehemencia. Tras la larga conversaci¨®n, Ruiz-Mateos parece m¨¢s relajado que al principio. "Hablo con el coraz¨®n", dice, y cada poco pregunta si le crees. Su capacidad de convencimiento es infinita: cuando habla de Rumasa es un iluminado con pocas dudas sobre el modelo.
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