Posible reajuste de las monedas que integran el sistema monetario europeo
Los comicios municipales en Francia y los generales en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) celebrados el domingo ¨²ltimo, y la consecuente borrasca monetaria que ha puesto al franco al borde de la devaluaci¨®n y al marco a la altura de la revaluaci¨®n, afectan econ¨®mica y financieramente a toda Europa occidental. A m¨¢s o menos corto plazo, todos los expertos apuestan por un reajuste de las paridades que integran el sistema monetario europeo (SME); de no ser as¨ª, el franco franc¨¦s saldr¨ªa de la llamada serpiente monetaria. Los intereses comunes franco-alemanes, estrat¨¦gicos y econ¨®micos, incitan a prever un futuro en el que los conservadores alemanes y los socialistas galos lleguen a un consenso que, de rechazo, favorecer¨¢ al resto de los europeos tras el vendaval monetario que se ha desencadenado.
Desde el lunes pasado, ante el fracaso de los socialistas franceses en las municipales, y el ¨¦xito claro de los democristianos en la Rep¨²blica Federal de Alemania, los mercados de cambios observan una relativa tregua de espera, a pesar de que, a ¨²ltima hora de ayer, el franco volvi¨® a ser atacado violentamente y no se excluia la posibilidad de que se viese obligado a abandonar la serpiente a lo largo del fin de semana inmediato. En un primer tiempo, algunos creyeron que la devaluaci¨®n del franco era cosa de horas. Pero no fue as¨ª, por dos razones. Una de orden pol¨ªtico: el canciller Helmut Khol le pag¨® la deuda que contrajo con el presidente Fran?ois Mitterrand, cuando este ¨²ltimo fue al Bundestag en plena campa?a electoral, a pleitear en favor suyo, apoyando la implantaci¨®n de los misiles Pershing en su territorio. De aqu¨ª la cooperaci¨®n Par¨ªs-Bonn, durante los ¨²ltimos d¨ªas, para salvar al franco del naufragio.Segunda raz¨®n, consecuencia en parte de la primera: Francia ha jugado a fondo los mecanismos del SME, que, desde el momento que su divisa toca tierra, puede solicitar cr¨¦ditos de ese organismo para defender su moneda y no, as¨ª, agotar las reservas de la banca de Francia.
Conviene hacer un par¨¦ntesis para recordar las l¨ªneas maestras del SME, creado en 1979 por los franceses y alemanes. Dicho organismo es una especie de sistema monetario de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) destinado a garantizar un cierto equilibrio de las divisas de cada pa¨ªs para propiciar el desarrollo normal del comercio. Cuando una moneda no resiste la competencia con las dem¨¢s, sale temporalmente del SME.
Mitterrand se ha servido del SME y de Khol para, en esta, ocasi¨®n, no darles la raz¨®n a los especuladores que apostaban por una devaluaci¨®n instant¨¢nea del franco. Pero el reajuste de todas las paridades del SME o la flotaci¨®n del franco, sali¨¦ndose del sistema europeo, parecen irreversibles en los d¨ªas a las semanas inmediatas. Ahora bien, lo que de momento salva a la divisa francesa y lo que, de cualquier manera, suavizar¨¢ la operaci¨®n que revise el valor del franco, se debe al emsamblaje casi total de las econom¨ªas de Francia y de la Rep¨²blica Federal de Alemania, unidas adem¨¢s por la geograf¨ªa.
Al respecto, el viceministro de Asuntos Exteriores alem¨¢n, Mertes, declar¨® ayer en un diario parisiense, al referirse a los alborotos monetarias provocados por las elecciones del domingo ¨²ltimo: "Desde el primer d¨ªa, el Gobierno de Khol ha manifestado su voluntad de cooperaci¨®n y de concertaci¨®n con Francia. Y esta voluntad contin¨²a siendo la misma, sin la sombra de una duda. No es una cuesti¨®n de sentimentalismo. Ello se debe a que los dos pa¨ªses han aprendido que la rivalidad era una cosa mala para cada uno de ellos". El mismo personaje, abarcando la problem¨¢tica global franco-alemana, remata: "A Francia le interesa tener una vecina estable (pol¨ªticamente). Y a la Rep¨²blica Federal de Alemania le interesa tener una vecina sana", econ¨®micamente, se entiende.
Intereses comunes
Los intereses comunes francoalemanes en el plano econ¨®mico, adem¨¢s de los estrat¨¦gicos, son el producto de veinte a?os de cooperaci¨®n constante en el marco de la CEE: la RFA es el primer proveedor y el primer cliente franc¨¦s. 1.200 empresas alemanas tienen intereses en Francia, y ochocientas francesas en la Rep¨²blica Federal de Alemania. El 14% de los productos consumidos en la RFA proceden de Francia. El comercio exterior entre los dos pa¨ªses arroja un saldo negativo para Francia de 38.000 millones de francos, lo que representa m¨¢s de la tercera parte de su d¨¦ficit exterior total en 1982. En estas condiciones, cualquier cat¨¢strofe, de un lado o del otro del Rhin, incide inmediata y directamente en el otro. As¨ª ocurri¨® cuando los socialistas franceses, al llegar al poder, relanzaron el consumo interno: como sus productos no eran lo bastante competitivos, quienes se aprovecharon fueron las empresas extranjeras, y en primer lugar las alemanas.
Cuando la RFA y Francia se resisten, el resto de los pa¨ªses europeos, en una y otra medida, acusan los efectos. La lira italiana (15% del PIB de d¨¦ficit p¨²blico, 16% de inflaci¨®n, 60.000 millones de d¨®lares de deuda exterior) y el franco belga, por razones similares, y por ser las otras dos monedas d¨¦biles del SME, esperan el realineamiento europeo que enmascarar¨ªa, s¨®lo, la devaluaci¨®n, vistas las cosas en conjunto, en estos d¨ªas de expectativa que preceden dos hechos clave (la segunda vuelta electoral francesa y la formaci¨®n del Gobierno alem¨¢n), un relativo optimismo quiere configurarse de cara al futuro: la reactivaci¨®n econ¨®mica en Estados Unidos, la consiguiente en la Rep¨²blica Federal de Alemania, el posible entendimiento franco-alem¨¢n si, como se supone, Mitterrand extrae las lecciones econ¨®mico-pol¨ªticas dictadas por los resultados electorales, son elementos todos ellos que, en esta capital, se barajan en v¨ªsperas del Consejo de Europa que se celebrar¨¢ en Bruselas pr¨®ximamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.