Creciente radicalizaci¨®n de los grupos no socialistas frente a un Gobierno fuerte
Frente a un Gobierno que ha llevado la iniciativa en casi todos los terrenos, apoyado en su fortaleza parlamentaria, los grupos no socialistas comenzaron la legislatura con mucha prudencia en las declaraciones p¨²blicas y escasa utilizaci¨®n de los mecanismos de control pol¨ªtico. La oposici¨®n se ha acentuado despu¨¦s, tanto en el terreno parlamentario como en el intento de deteriorar al Ejecutivo por medio de la contestaci¨®n social -caso del PCE- o del bloqueo legislativo al Gobierno, t¨¢ctica ensayada por el Grupo Popular.
Mientras el Consejo de Ministros ha producido cerca de una treintena de proyectos legales, algunos de gran importancia -incompatibilidades, jornada de cuarenta horas, elecciones locales, reforma del C¨®digo Penal, expropiaci¨®n de Rumasa-, los grupos de la oposici¨®n han hecho un -uso muy variable de los mecanismos parlamentarios de control.La coalici¨®n AP-PDP ha presentado 353 preguntas y proposiciones, sobre temas como la gratuidad de la ense?anza, el ejercicio de la libertad de expresi¨®n a trav¨¦s de radio y televisi¨®n (televisi¨®n privada) o la protecci¨®n estatal a hijos no deseados (alternativa al aborto). Pero la incidencia real ha sido escasa, debido tanto a la lenta tramitaci¨®n como a su car¨¢cter minoritario. El mismo destino sufren las propuestas de otros grupos, por ejemplo las 41 iniciativas comunistas -indulto para el periodista Vinader, debate sobre la opci¨®n FACA, estatuto de la empresa p¨²blica, asistencia letrada al detenido y otras-, en su inmensa mayor¨ªa a¨²n no tramitadas.
Tambi¨¦n la oposici¨®n ha utilizado poco otros controles de rutina. Prueba de ello es su actitud ante los programas expuestos por los ministros en las comisiones del Congreso: cort¨¦s escucha, ocasional inter¨¦s por tal o cual punto,-y nada m¨¢s. Sin embargo, los grupos no socialistas acusan al Gobierno de mantener las C¨¢maras a medio gas para evitar debates importantes antes de las municipales, como el de los Presupuestos.
Un factor que ha influido en la menor actividad de la oposici¨®n es el cierre de las C¨¢maras durante la mitad de estos cien d¨ªas, debido a una oportuna coincidencia del per¨ªodo legal de vacaciones, durante el cual el Gobierno cambi¨® la alta Administraci¨®n del pa¨ªs. Tampoco cabe olvidar las concesiones de los socialistas a la coalici¨®n AP-PDP: ¨¦sta ha logrado la presidencia de comisiones del Congreso importantes para el control pol¨ªtico del Ejecutivo (Presupuestos, RTVE), y no han concluido las negociaciones para la renovaci¨®n del Tribunal Constitucional y del Consejo de Administraci¨®n de RTVE. Dato rese?able es la concesi¨®n de medios al presidente de Alianza Popular para resaltar su funci¨®n de jefe de la oposici¨®n, decisi¨®n criticada por el resto de las minor¨ªas -poco dispuestas a aceptar la estrategia de bipolarizar al pa¨ªs m¨¢s de lo que est¨¢- y que tampoco ha convencido a Fraga, quien hubiera deseado un estatuto m¨¢s completo.
Breves balances
Para la oposici¨®n comunista, la actuaci¨®n del Gobierno ofrece aspectos inquietantes en pol¨ªtica econ¨®mica y en la acci¨®n exterior. Seg¨²n Enrique Curiel, vicesecretar¨ªo del PCE, lo que el Gobierno pretende es "instalarse en la crisis", a la espera de que la posible reactivaci¨®n de la inversi¨®n norteamericana mejore la econom¨ªa occidental. En cuanto a la pol¨ªtica exterior, la plena aceptaci¨®n de las bases norteameri¨¦anas implica una presencia defacto de la OTAN en Espa?a, "mientras el programa FACA se decide sin debate alguno".Estas y otras cr¨ªticas vienen sostenidas por una exigua fuerza parlamentaria -cuatro diputados-, pero los comunistas parecen dispuestos a evitar que el "desgaste del cambio" sea enteramente capitalizado por el Grupo Popular. A ello responde su participaci¨®n en las movilizaciones sociales de Gij¨®n y Sagunto, consideradas por el PSOE como una agresi¨®n. Ese desgaste que el PCE cree apreciar se complementa con lo que califica de contradicciones entre la oferta electoral y la gesti¨®n de gobierno: "Que Espa?a funcione", dice Curiel, "fue un buen eslogan de Felipe Gonz¨¢lez; pero nos preocupa que funcione con Boada al frente de la empresa p¨²blica o con bases americanas en nuestro suelo".
El Grupo Popular, principal minor¨ªa de la oposici¨®n, observa las cosas desde otra perspectiva. En los primeros meses mantuvo una actitud de guante blanco, incluso en los temas conflictivos anunciados por los ministros en el Parlamento -aborto, subvenciones a la escuela privada, pol¨ªtica de orden p¨²blico. La situaci¨®n ha cambiado en las ¨²ltimas semanas, con la presentaci¨®n de recursos de inconstitucionalidad contra la expropiaci¨®n de Rumasa y la ley de elecciones locales, lo cual insin¨²a una t¨¢ctica de bloqueo legislativo al Gobierno.
Miguel Herrero, portavoz del Grupo Popular, lo explica de otro modo: con estos recursos se trata de garantizar el respeto a los derechos y libertades consagrados en la Constituci¨®n -"hoy ha sido un atentado al derecho de propiedad, ma?ana puede serlo a cualquier otro"-, sin que ello implique la intenci¨®n de convertir al Tribunal Constitucional en una prolongaci¨®n de la lucha pol¨ªtica. En cuanto al balance de los cien d¨ªas, Herrero afirma que el Gobierno noha tomado una sola medida capaz de reactivar la econom¨ªa, mientras en pol¨ªtica exterior "no hace sino acompa?ar los rumbos de la diplomacia francesa".
Los problemas internos del tercer grupo del Congreso (UCD) han condicionado seriamente su actividad. Tras la decisi¨®n de disolverse como partido, la primera inquietud fue evitar la acci¨®n de los acreedores; en esta situaci¨®n, los restos de lo que fue el partido en el poder han hecho poco m¨¢s que coincidir con el Grupo Popular en los temas clave. Por lo que se refiere a Adolfo Su¨¢rez (CDS), del voto favorable a la investidura de Felipe Gonz¨¢lez ha pasado a posiciones cr¨ªticas, tras haber sido acusado por el actual Gobierno de "inacci¨®n" respecto al problema de Rurriasa, lo mismo que el posteri¨¢r Gabinete de Calvo Sotelo.
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