La Minor¨ªa Catalana, de la abstenci¨®n al alineamiento con AP

El acceso de los socialistas al Gobierno ha obligado a la Minor¨ªa Catalana a cambiar su anterior estrategia. Pese a que Converg¨¦ncia i Uni¨® (CiU) ha aumentado de nueve a doce el n¨²mero de sus diputados, la coalici¨®n que lidera Miquel Roca no ha podido convertir en realidad el eslogan con el que acudiera a la campa?a electoral: La fuerza decisiva en Madrid. Ante la evidencia de la aritm¨¦tica parlamentaria, la Minor¨ªa Catalana, que hab¨ªa hecho valer caros sus votos en la anterior legislatura, ha jugado un papel de oposici¨®n moderada, sin que ello le impidiera, en algunos casos, alinearse con las tesis del Grupo Popular, que encabeza Manuel Fraga.La moderaci¨®n con que la Minor¨ªa Catalana acogi¨® con su abstenci¨®n la investidura de Felipe Gonz¨¢lez se ha ido radicalizando a medida que avanzaban los cien primeros d¨ªas, hasta alcanzar sus cotas de mayor oposici¨®n en dos temas cruciales: la ley org¨¢nica que reforma diversos art¨ªculos de la ley electoral municipal y la expropiaci¨®n de Rumasa.

Dentro ya de las actuaciones de CiU en el resto de acciones parlamentarias, los diputados de la Minor¨ªa Catalana han votado afirmativamente los cuatro estatutos de autonom¨ªa pendientes, mientras han disentido del Gobierno en los temas econ¨®micos. CiU inici¨® su actividad parlamentaria con la presentaci¨®n de una docena de proposiciones de ley, en las que ha intentado ganar la iniciativa al Ejecutivo en temas como las pensiones, las funciones de los delegados del Gobierno en las comunidades aut¨®nomas, la igualdad de la mujer en las prestaciones de la Seguridad Social, la devoluci¨®n del patrimonio incautado en 1939 a cooperativas y centros culturales o la prestaci¨®n del servicio militar en la regi¨®n de origen.