Barrera cree injustificada la imagen de conflicto permanente entre las instituciones de Catalu?a y el Gobierno central

JAVIER ANGULO"Los catalanes podemos sentirnos perfectamente c¨®modos dentro de Espa?a", afirm¨® Heribert Barrera en su primera intervenci¨®n en el Senado como presidente del Parlamento catal¨¢n, en la que habl¨® de fraternidad, solidaridad e igualdad entre las comunidades aut¨®nomas espa?olas. Barrera rechaz¨® la visi¨®n que se ha dado de existencia de conflicto y enfrentamiento permanente entre Catalu?a y el Gobierno central con respecto a algunas leyes ("que no han sido sino diferencias de interpretaci¨®n"), mantuvo su convicci¨®n de que debe reformarse ("aunque no hay urgencia para ello") el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n y asegur¨® que, "por el camino de la federalizaci¨®n, el Estado de las autonom¨ªas ser¨¢ algo aut¨¦ntico y enraizado con la realidad".

La presencia del presidente del Parlament catal¨¢n en la Comisi¨®n de Autonom¨ªas del Senado -que fue presentado por el propio presidente de la C¨¢mara Alta, Jos¨¦ Federico de Carvajal- inaugur¨® un nuevo uso en la C¨¢mara de representaci¨®n territorial, "que quiere ser", afirm¨® el presidente de la comisi¨®n, V¨ªctor Manuel Arbeloa, "un lugar de encuentro donde las comunidades aut¨®nomas tengan su voz". Arbeloa signific¨® que se trataba de la primera de una larga serie de comparecencias de todos los presidentes de los Parlamentos aut¨®nomos espa?oles, y corto de ra¨ªz preguntas de los senadores referidas a afirmaciones hechas por Barrera calificando a Catalu?a de patria o naci¨®n, o refiri¨¦ndose a la independencia de dicha comunidad hist¨®rica. Hizo Heribert Barrera una larga exposici¨®n de la actividad del Parlament de Catalu?a desde su constituci¨®n en marzo de 1980. A este respecto, se?al¨® que en los tres a?os la C¨¢mara ha aprobado 41 leyes, de las que una buena parte son de car¨¢cter institucional y se han elaborado con un grado m¨¢ximo de consenso. El president subray¨® que ha sido voluntad constante del Parlament no excederse en sus competencias, y a ello obedece la existencia del Consejo Consultivo, "que no estaba contemplado en la Constituci¨®n, pero al que nos obligamos en el estatuto, a fin de que la C¨¢mara no pueda extralimitarse ni legisle sobre materias que la Constituci¨®n no le reserva". Indic¨® que las recomendaciones de este organismo consultivo sobre las leyes del Parlament no son vinculantes, pero que en la mayor¨ªa de los casos han sido tenidas en cuenta.De las 41 leyes, citadas, diez fueron recurridas por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional. "Carece de justificaci¨®n esa imagen que se ha querido dar de enfrentamiento y conflicto permanente entre Catalu?a y el Estado a partir de esos recursos y los dos que hemos presentado nosotros al mismo tribunal contra leyes de las Cortes Espa?olas", dijo Barrera. "Estamos", precis¨®, "en un terreno jur¨ªdico, y ni el Gobierno central ni el Parlament hemos puesto en duda la obligaci¨®n de someternos al Tribunal Constitucional. En la Constituci¨®n y en el estatuto catal¨¢n hay cuestiones ambiguas, expresiones susceptibles de interpretaciones y lecturas diversas. Es casi, por ello, obligado que la lectura que puedan hacer de un precepto el Parlament o el Consejo Consultivo no coincidan con la que pueda hacer un abogado del Estado. Eso es normal, y debe interpretarse como diferencia de interpretaci¨®n y no como conflicto o enfrentamiento para ser explotado con fines pol¨ªticos". En el debate posterior a su intervenci¨®n, y en respuesta a una pregunta sobre su nunca disimulado deseo de modificar la Constituci¨®n, Barrera afirm¨®: "Nuestra Constituci¨®n tiene la virtud de ser abierta y permite su modificaci¨®n. Ese deseo personal que he manifestado de reformarla en su t¨ªtulo octavo, que comparten bastantes catalanes, no creo que sea una cuesti¨®n a plantear con urgencia. Es una cuesti¨®n de la que puede hablarse, ya que nunca podr¨¢ modificarse si antes no se crea un cierto estado de opini¨®n, si no se ponen de manifiesto las razones por las cuales puede plantearse la oportunidad de la reforma". El tema de la eventual modificaci¨®n de dicho t¨ªtulo de la Constitu ci¨®n se hab¨ªa suscitado previamente cuando un senador del Grupo Popular pregunt¨® a Barrera si manten¨ªa su criterio de que las diputaciones deb¨ªan desaparecer. El president defendi¨® una estructura comarcal de Catalu?a frente a la actual divisi¨®n provincial, y dijo que para lograr este prop¨®sito quiz¨¢ fuera necesaria una reforma de la Constituci¨®n. "Nuestra organizaci¨®n comarcal debe ser la sustitutiva de las mancomunidades", afirm¨®. "Yo siempre he manifestado que la Constituci¨®n no permite la supresi¨®n de las diputaciones, pero no obliga a mantenerlas como son ahora. El sentido de algunas acciones parlamentarias es de las diputaciones en aquello que la Constituci¨®n obliga, y en lo dem¨¢s, con un prop¨®sito de simplificaci¨®n e incluso de ahorro de esfuerzos y dinero, evitar duplicaciones entre la administraci¨®n provincial y auton¨®mica.

Dos lenguas para todos

Con respecto a la ley de normalizaci¨®n del idioma catal¨¢n, que adelant¨® que ser¨¢ probablemente aprobada a primeros de abril, una vez que el Consejo Consultivo ha recomendado una serie de retoques, Barrera afirm¨® que el objetivo es establecer las normas que garanticen lo que sobre la conficialidad est¨¢ establecido en la Constituci¨®n y en el estatuto. "Es decir, que cualquier ciudadano en Catalu?a tenga la facultad de utilizar indistintamente la lengua catalana y castellana cuando lo desee y no est¨¦ obligado a Utilizar ninguna de las dos ni por ley ni por circunstancias de hecho".

"Deseamos", a?adi¨®, "que cualquier ciudadano (le Catalu?a en todos los organismos de la administraci¨®n auton¨®mica, y desear¨ªamos lo mismo para la Administraci¨®n central, pueda dirigirse a aqu¨¦llos en la lengua que desee y sea escuchado y atendido. Esto no obliga al funcionario que le atiende a utilizar la lengua catalana, pero s¨ª entendemos que el funcionario que atiende tiene que comprender la lengua catalana, porque si no este derecho de utilizar el catal¨¢n ser¨ªa un derecho te¨®rico.