Felipe Gonz¨¢lez evita irritar a Washington en relaci¨®n con Am¨¦rica Central

La llegada anoche a Madrid, v¨ªa Francfort, del ministro cubano de Relaciones Exteriores, Isidore Malmierca, completa las escalas diplom¨¢ticas en la onda expansiva de la cumbre de los no alineados celebrada la pasada semana en Nueva Delhi. Observadores internacionales destacan el extremo cuidado de Felipe Gonz¨¢lez por evitar cualquier signo de hostilidad a Washington respecto a la situaci¨®n pol¨ªtica en Centroam¨¦rica, mientras c¨ªrculos de la izquierda europea advierten cr¨ªticamente sobre el repliegue de las posiciones de? presidente espa?ol.En el ¨¢mbito latinoamericano, durante los ¨²ltimos d¨ªas se ha registrado tambi¨¦n la visita de Bernardo Sep¨²lveda, secretario de Relaciones Exteriores de M¨¦xico y, con otra procedencia, dos significados enviados europeos han referido en la Moncloa las conclusiones de sus recientes periplos americanos: el subsecretario sueco de Exteriores, Pierre Schori, y el embajador especial de Mitterrand, Antoine Blanca.

Como prueban las afirmaciones del presidente Felipe Gonz¨¢lez en su comparecencia ante los periodistas el pasado lunes y las declaraciones del ministro mexicano de Relaciones Exteriores, que hoy publica EL PA?S, hay un claro compromiso de la Moncloa el favor de la paz para Centroam¨¦rica. En todo caso, es muy firme la determinaci¨®n de esperar una mejor definici¨®n de las iniciativas, de respetar el protagonismo de los pa¨ªses de? ¨¢rea y de atender, llegado el momento, los requerimientos que puedan formularse debidamente al Gobierno espa?ol.

La pr¨®xima semana tambi¨¦n recalar¨¢ en Madrid el secretario norteamericano de Defensa, Caspar Weinberger, quien no -dejar¨¢ de evocar ante sus m¨¢ximos interlocutores el punto de vista de Washington acerca de la situaci¨®n en Centroam¨¦rica. La discusi¨®n de la ayuda a El Salvador en la subcomisi¨®n de Asuntos Exteriores para Am¨¦rica Latina de? Senado permiti¨® al subsecretario de Defensa, Fred lkle, mostrar su decepci¨®n por las reacciones europeas a la pol¨ªtica de Estados Unidos respecto a ese pa¨ªs, que resumi¨® como basadas en el enga?o o la mala intenci¨®n. Al mismo tiempo, el debate ha mostrado las diferencias, entre los departamentos de Estado y Defensa sobre las posibilidades de resolver militarmente la cuesti¨®n

Observadores diplom¨¢ticos subrayan el extremo cuidado del que hace gala el presidente espa?ol por evitar cualquier signo de hostilidad hacia Washington. Algunos c¨ªrculos de izquierda en Francia y Suecia empiezan a formular cr¨ªticas por el repliegue que dicen advertir en Felipe Gonz¨¢lez respecto a sus posiciones anteriores sobre Centroam¨¦rica, formuladas cuando. s¨®lo compromet¨ªa su condici¨®n de dirigente de la Internacional Socialista. En cuanto a la acci¨®n diplom¨¢tica espa?ola se destaca la falta de medios en un ¨¢rea tan caliente. As¨ª, por ejemplo, toda la representaci¨®n en Managua, la capital nicarag¨¹ense, se reduce al embajador y un secretario de Embajada. El Quai D'Orsay parisiense mantiene un equipo diplom¨¢tico de cinco personas, adem¨¢s de buen n¨²mero de agregados comerciales y de otros sectores que en el caso espa?ol tampoco existen.