Josep Mar¨ªn, el marchador que sue?a con 'Carros de fuego'
El campe¨®n de Europa, entre los cinco mejores del mundo de su especialidad
Sus 3 horas 40 minutos y 46 segundos del pasado domingo, en Valencia -cuarta mejor marca mundial en 50 kil¨®metros- as¨ª lo demuestran. Es campe¨®n de Europa en 20 kil¨®metros y subcampe¨®n en 50. Algo hist¨®rico. Vive s¨®lo para el atletismo. Est¨¢ casado con una mujer encantadora, Mar¨ªa Jos¨¦, y tiene un hijo rubio y feliz, Marc. Est¨¢ programado para ganar, hasta el punto de que sus ¨²nicos quince d¨ªas de vacaciones son, como ¨¦l dice, "activos", ya que los pas¨® en la nieve practicando esqu¨ª de fondo, "porque as¨ª var¨ªo de ejercicios, rompo la monoton¨ªa de los entrenamientos y concluyo de un modo m¨¢s completo la primera fase de mi preparaci¨®n".
No lo dice, pero es de los que piensa que esto de la marcha es como hacer el amor. Siempre es espl¨¦ndido, pero puedes mejorar. Y as¨ª, con este criterio, se aisla del mundo, se pone en manos de su entrenador, se despreocupa de sus rivales y define sus objetivos: "El a?o pasado quer¨ªa ganar el oro de Atenas y lo consegu¨ª. Ahora sue?o con el de Helsinki. Y, en 1984, me volver¨¦ loco por el de Los Angeles".Tiene un sencillo ¨¢tico en El Prat, detr¨¢s de La Seda, donde trabaja cuando no se entrena. Mientras Mar¨ªa Jos¨¦ duda en sacar la ropa de la terraza "porque parece que est¨¢ a punto de llover", Josep Mar¨ªn se sienta en una de las sillas del comedor, vestido totalmente con la ropa de entrenar, tocada con los colores de Espa?a. Son las nueve de la noche y a esa hora, durante los 365 d¨ªas del a?o, esta familia ya duerme. Marc se despide de su padre y se va a la cama. Mar¨ªa Jos¨¦ despista, aunque siente tentaciones de asistir a la conversaci¨®n de oyente. Nos rodean trofeos, medallas, copas -algunas cumplen graciosamente la funci¨®n de florero-, placas y diplomas. No hay duda, es la casa de un campe¨®n.
No fuma, no bebe, no tiene televisi¨®n y uno duda que tenga otra ropa en su armario que no sea la de entrenar y correr. Hace seis a?os que no va al cine. Miento. "El a?o pasado, en agosto, cuando est¨¢bamos en M¨¦xico Distrito Federal, realizando el tradicional stage de altura, no pude resistir la tentaci¨®n de ir al cine. Me hab¨ªan hablado tanto de esa pel¨ªcula, que compr¨¦ una entrada y entr¨¦ a ver Carros de fuego. Sensacional, extraordinario, cualquier atleta de alta categor¨ªa logra identificarse con algunos de sus personajes".?l, por supuesto, con el ganador. Y su entrenador, Joaqu¨ªn Lamora, con aquel gracioso gordito, que no se atreve a presenciar el triunfo de su pupilo en unos Juegos Ol¨ªmpicos y celebra su medalla, en la habitaci¨®n de un hotel junto al estadio, atravesando de un pu?etazo su precioso canotiere.
"Me levanto a las 5.15"
"Me levanto a las 5.15 horas", cuenta el atleta, "De 6 a 9 realizo mi primer entrenamiento. De 9 a 9.30, desayuno. De 9.30 a 17.30, con un corto intervalo para comer, trabajo en La Seda. De 17.30 a 21.00 vuelvo a entrenarme. Ceno y a las nueve estoy durmiendo". Lo cuenta como si fuera un horario normal, com¨²n.Este marchador, campe¨®n de casi todo, cree, como muchos otros, que compartir el deporte de alta categor¨ªa con los estudios o el trabajo es una utop¨ªa. "Mi caso es at¨ªpico. Yo no compagino mi trabajo con el deporte. Estoy todo el d¨ªa dedicado al atletismo, lo que ocurre es que mi empresa me ofrece grandes facilidades para poder entrenarme y competir cuando quiera. Ser¨ªa tonto, por mi parte, cerrarme las puertas del futuro. Trabajo en unas condiciones especiales -gano menos y, por supuesto, no cobro lo que no trabajo-, pero lo hago pensando en el futuro".
Tiene su teor¨ªa en torno a los ¨¦xitos del atletismo espa?ol: "Pens¨¢bamos que ¨¦ramos una raza inferior. Los primeros triunfos de la marcha nos demostraron que ¨¦ramos como los dem¨¢s. El resto de atletas pensaron que si los marchadores lo hab¨ªan logrado, ellos tambi¨¦n pod¨ªan conseguirlo. No ¨¦ramos inferiores, simplemente no pon¨ªamos lo mismo que ellos o no cont¨¢bamos con las mismas oportunidades". Los atletas empezaron a echar el resto y, la Federaci¨®n, el dinero y las oportunidades
Mar¨ªn tambi¨¦n tiene una teor¨ªa en torno a esto: "Se est¨¢ cuidando la elite de una forma casi perfecta Pero s¨®lo la elite. Es un problemas de dinero. Antes, el rid¨ªculo presupuesto de la Federaci¨®n se repart¨ªa entre clubes, promoci¨®n, federaciones y elite. Nadie ten¨ªa nada La Federaci¨®n pens¨® que la ¨²nica forma de lograr m¨¢s dinero para el atletismo, era ofrecer medallas. Y empez¨® a proteger, a financiar a la elite. Los clubes y la promoci¨®n est¨¢n, ahora, abandonados. El futuro es complicado. Existe un movimiento para intentar que la Federaci¨®n se cuide ¨²nicamente de la elite y el atletismo entre a formar parte de la vida de los ciudadanos, dependiendo del Estado".
As¨ª es un marchador
Mar¨ªn se siente orgulloso de haber sacado a la marcha del gueto. Antes, al que no serv¨ªa para correr lo enviaban a hacer marcha, "ahora hay muchos que no sirven para hacer marcha y deben consolarse haciendo otra especialidad". Tiene explicaciones para todo.Cuando le preguntas sobre las condiciones del marchador expone: "Tres: ps¨ªquicas, f¨ªsicas y t¨¦cnicas. Las condiciones ps¨ªquicas son m¨¢s importantes que las f¨ªsicas. Hay que tener en cuenta que esta es una especialidad donde debes entrenarte durante muchas horas haciendo 250 kil¨®metros semanales. Yo, por ejemplo, a, esas horas semanales, a?ado cinco horas por la ma?ana del s¨¢bado y otras tantas el domingo. Hay que tener gran voluntad y ser consciente de que es un sacrificio muy grande. Las condiciones f¨ªsicas son muy importantes. Dicen que el velocista nace. El marchador puede hacerse. A partir de pocas facultades podemos crear un marchador. Nuestra caracter¨ªstica fundamental, en el aspecto f¨ªsico, es la misma que la del maratoniano, la dureza. En cuanto a la t¨¦cnica, la marcha tambi¨¦n tiene peculiaridad. El entrenador debe estar siempre a tu lado. Tu t¨¦cnica ha de mejorar cada d¨ªa y para ello necesitas el control de tu entrenador".
Los 20 kil¨®metros -su gran prueba- duran casi hora y media. Los 50 -la gran prueba de Llopart-, cuatro horas. ?Qu¨¦ im¨¢genes pasan durante todo ese tiempo por la mente del marchador?: "Muy pocas. Nuestras carreras, vistas desde el exterior, son muy largas, pero para el que las corre son muy cortas, cort¨ªsimas. S¨®lo piensas en concentrarte. Intentas mantener durante la prueba una misma idea, pensar en el final, en la carrera, en ganar". Ganar para que despu¨¦s determinada prensa te subvalore. Como le paso a Mar¨ªn, no hace muchas semanas, cuando un amigo le mostr¨® el tebeo -as¨ª llama Mar¨ªn a uno de los peri¨®dicos deportivos barceloneses- y, en una de sus p¨¢ginas, aparec¨ªa una gran foto de Llopart y un aparatoso titular "Llopart, segundo". Debajo, en letras casi minusculas "Mar¨ªn gan¨® el trofeo... ".
El fin de una amistad
Ya hemos llegado a Jordi Llopart. Eran grandes amigos, tanto que Llopart es el padrino de boda de Mar¨ªn. Ahora, ni se hablan. "Las relaciones se han ido enfriando hasta acabarse. Hubo un tiempo en el que entren¨¢bamos juntos. No han habido choques violentos, no. Ahora cada uno sigue su camino, muy diferentes. El vive en Canet, yo en El Prat. El corre los 50, yo los 20". Lo que le sabe mal a Mar¨ªn es la falta de informaci¨®n que existe sobre su carrera. "La gente no sabe que cuando Llopart empez¨®, yo ya era campe¨®n de Espa?a y llevaba un mont¨®n de a?os arrastr¨¢ndome por las carreteras, haciendo marcha".Quiere salir al paso de ese rumor que existe en torno a su abandono, el pasado verano, de la concentraci¨®n de M¨¦xico por enfrentamientos con Llopart: "Eso no es cierto. El a?o pasado yo cambi¨¦ mi m¨¦todo de preparaci¨®n. Los a?os anteriores hab¨ªa hecho lo que todo el mundo. Prepararme antes de la competici¨®n a gran altura, bajar cinco d¨ªas antes a nivel del mar y competir. No me hab¨ªa dado resultado. Y cambi¨¦. Fui a M¨¦xico, pero baje un mes antes, me prepar¨¦ en Sant Celoni, al nivel del mar, y gan¨¦ en Atenas. Me pudo salir mal, pero triunf¨¦. Fue por eso que yo abandon¨¦ el stage antes que Llopart". Ahora, cuando le arranca siete minutos a Llopart en Valencia, en el campeonato de Espa?a de 50 kil¨®metros, ha o¨ªdo que Jordi le acusaba de llevar una preparaci¨®n demasiado avanzada para los momentos actuales. "Eso es lo que no soporto. Que se meta con mi preparaci¨®n, porque ¨¦l no tiene ni idea de lo que yo hago. Yo jam¨¢s he criticado sus sistemas. Cada uno se prepara como cree que es la mejor forma".
Tambi¨¦n le han dicho -hay gente mala- que Llopart coment¨®, tras la carrera, que el objetivo de Mar¨ªn era ganar el campeonato de Espa?a de 50 kil¨®metros: "Yo, que soy campe¨®n de Europa, deposito toda mi preparaci¨®n en conquistar el campeonato de Espa?a. De risa. Este a?o quiero ganar el Campeonato del mundo de Helsinki, lo que ocurre es que el final de mi per¨ªodo de m¨¢ximo entrenamiento coincide anualmente con la celebraci¨®n del campeonato de Espa?a de 50 kil¨®metros y siempre lo corro. Despu¨¦s empiezo a aumentar la velocidad para los 20 kil¨®rnetros".
Mar¨ªa Jos¨¦ ha decidido dejar la ropa tendida. Marc lleva rato so?ando con ser un gran campe¨®n. "Si quieres", termina diciendo simp¨¢ticamente Mar¨ªn, "puedes leer los peri¨®dicos del pasado mes de marzo, cuando tambi¨¦n gan¨¦, en Zaragoza, el campeonato de Espa?a de 50 kil¨®metros. Aquel d¨ªa, Llopart ya dijo lo mismo que el pasado domingo, en Valencia".
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