Arraigo popular de los reyes de Suecia en su pa¨ªs

La visita oficial que los reyes de Suecia, Carlos XVI Gustavo y Silvia, inician ma?ana a Espa?a, acompa?ados del ministro de Asuntos Exteriores, Lennart Bodstram, es considerada en los medios pol¨ªticos de Estocolmo como un testimonio de la consolidaci¨®n de las relaciones entre ambos pa¨ªses.En tal sentido se entiende que rebasa los l¨ªmites de un mero encuentro protocolario. Hay una continuidad hist¨®rica entre las visitas intercambiadas por los reyes Gustavo V y Alfonso XIII, entre 1927 y 1928, y las que entre 1979 y ahora han realizado Juan Carlos I de Espa?a y Carlos Gustavo de Suecia.

Con ocasi¨®n de la visita del rey Juan Carlos a Suecia, en septiembre de 1979, ¨¦ste se refiri¨® en su discurso ante las autoridades, suecas al reencuentro entre ambos pa¨ªses. Alud¨ªa impl¨ªcitamente, se presume, al per¨ªodo en que por razones bien conocidas hubo enfriamiento y tirantez. Desde entonces hasta la fecha ese reencuentro se ha intensificado a trav¨¦s de diversas manifestaciones. La coincidencia hist¨®rica de que los l¨ªderes de la socialdemocracia sueca y del Partido Socialista Obrero Espa?ol, Olof Palme y Felipe Gonz¨¢lez, respectivamente, est¨¦n ahora en el Gobierno de sus pa¨ªses, realza la significaci¨®n de esta visita.

De acuerdo con la Constituci¨®n sueca, que rige desde el 1 de enero de 1975, el rey, s¨ªmbolo de la naci¨®n, es el jefe del Estado y, como tal, sus funciones se limitan a representar oficialmente al pa¨ªs en diversas circunstancias, pero no ejerce ning¨²n cargo pol¨ªtico ni toma parte en la pol¨ªtica. Ello no significa que el rey, en el caso de Carlos Gustavo de Suecia, no est¨¦ totalmente compenetrado con cuanto ocurre en el pa¨ªs y en el resto del mundo.

Anualmente, en el mes de octubre, el rey abre las sesiones del Parlamento (Riksdag) pero ni a¨²n formalmente toma parte en ellas ni en las de ning¨²n otro organismo pol¨ªtico. No firma resoluciones gubermantales y su antigua funci¨®n de elegir al primer ministro ha sido transferida al Parlamento.

Cuando Carlos Gustavo subi¨® al trono en 1973, como el monarca m¨¢s joven de la dinast¨ªa Bernadotte, a¨²n no hab¨ªa sido definitivamente aprobada por el Parlamento la nueva Constituci¨®n. Reg¨ªa la antigua Constituci¨®n de 1809, en la que las atribuciones de Gobierno estaban centralizadas en el rey. No obstante, el rey, al igual que su antecesor y abuelo, Gustavo VI Adolfo, se mostr¨® respetuoso de la evoluci¨®n experimentada por Suecia hacia la democracia y el parlamentarismo.