El rescate de los dos autom¨®viles enterrados en un socav¨®n necesita una rampa de 40 metros
A los dos meses justos de producirse el socav¨®n de la calle del General Orgaz, frente al n¨²mero 15, las obras de reparaci¨®n no han concluido ni se estima que puedan terminar en varios meses, y los dos coches sepultados en el desprendimiento de tierras contin¨²an en el fondo sin ser rescatados y sin que nadie se haya hecho cargo de la posible indemnizaci¨®n a sus propietarios.
Los trabajos de reparaci¨®n, complicados por la presencia de los dos veh¨ªculos, supondr¨¢n al Ayuntamiento un gasto m¨ªnimo de diez millones de pesetas, y pueden incrementarse por la necesidad de construir una rampa de unos cuarenta metros de largo, atrav¨¦s de la cual se pueda acceder a los coches para arrastrarlos, hacia la superficie, seg¨²n fuentes municipales.En la madrugada del pasado 24 de enero, los vecinos del inmueble n¨²mero 15 de la calle General Orgaz se despertaron sobresaltados por ¨¦l ruido que produjo el derrumbamiento de la acera y parte de la calzada. El socav¨®n estuvo originado, seg¨²n las primeras noticias facilitadas por el Canal de Isabel II -entidad responsable de la distribuci¨®n del agua en Madrid-, por una fuga de agua ocurrida en una calle cercana, la de Infanta Mercedes, que fu¨¦ horadando el subsuelo hasta que la b¨®veda no pudo aguantar el peso de la superficie y se desplom¨®.
12 metros
El socav¨®n alcanz¨® una profundidad de unos doce metros, y en su interior quedaron enterrados los veh¨ªculos propiedad de Angel Dominguez y H¨¦ctor de C¨¦sar, que residen en el inmueble contiguo, as¨ª como un ¨¢rbol, del que s¨®lo asomaba la copa.Los primeros trabajos de rescate de los veh¨ªculos enterrados resultaron in¨²tiles. La calzada no pod¨ªa aguantarel peso de la gr¨²a y, adem¨¢s, exist¨ªa el peligro de que se produjeran nuevos derrumbamientos. La Cuarta Secci¨®n de Obras del Ayuntamiento, a la que corresponde la zona noroeste de Madrid, se ha decidio a abrir una rampa lo suficientemente amplia como para llegar a los veh¨ªculos y sacarlos del fondo. La rampa necesitar¨¢ partir de una distancia de unos cuarenta metros, discurriendo paralela a la calle por la acera de la derecha. Angel Cano, delegado municipal de Obras, manifest¨® ayer que el caso es complejo t¨¦cnicamente, y que la primera fase de las obras se ha dedicado a construir un muro de contenci¨®n que separe los cimientos del edificio y el subsuelo propio de la calle. En cuanto a qu¨¦ organismo debe correr con los gastos y los da?os causados en los coches, Angel Cano manifest¨® que el problema est¨¢ en manos de los servicios jur¨ªdicos municipales, y que su obligaci¨®n personal se orienta al buen t¨¦rmino de las obras.
El 5 de febrero, Angel Dom¨ªnguez, uno de los dos propietarios, present¨® sendos escritos ante el Ayuntamiento y el Canal de Isabel II reclamando da?os y perjuicios. El 26 de febrero insisti¨® con la presentaci¨®n de nuevos escritos, que tampoco han recibido respuesta. Asimismo, y en su calidad de presidente de la comunidad de vecinos del inmueble, requiri¨® que le informaran oficialmente sobre el alcance y las dimensiones ocultas del socav¨®n y respecto a la seguridad de la finca. Como en el caso anterior, no ha habido contestaci¨®n.
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