'Frankenstein', un cl¨¢sico del cine de terror
Televisi¨®n interrumpe hoy su ciclo sobre Douglas Sirk, incompatible con la programaci¨®n deportiva, para ofrecernos la primera versi¨®n cinematogr¨¢fica de la novela de Mary Shelley, Frankenstein, que dirigi¨® en 1931 James Whale y catapult¨® a la fama a su protagonista masculino, Boris Karloff.Han sido numerosas las versiones que el personaje del monstruo ha tenido desde entonces. La mayor¨ªa, insistiendo s¨®lo en su posible car¨¢cter terror¨ªfico, considerando que cualquier obra realizada por el hombre encierra m¨¢s peligros que las nacidas naturalmente, mientras que otras, las mejores, intentaron ahondar en la peculiaridad de ese monstruo cuya peligrosidad surge solamente de la desconfianza de quienes le tratan.
El propio James Whale dirigi¨® cuatro a?os despu¨¦s una nueva versi¨®n, La novia de Frankenstein: en ella, el monstruo ofrece con mayor claridad su aire desvalido, su ternura incomprendida, su soledad: necesitado al menos de una mujer que comparta su marginaci¨®n, pide al doctor Frankenstein la fabricaci¨®n de esa compa?era. Pero su destino no mejora: al nacer, ella grita horrorizada al contemplar la fealdad del monstruo.
Muchas han sido, por otra parte, las interpretaciones sociol¨®gicas y freudianas que el mito de Frankenstein ha recibido a lo largo de su amplia trayectoria. Intentando estudiar la personalidad de Mary Shelley, los cr¨ªticos literarios empezaron desarrollando todo tipo de conjeturas: desde la que entend¨ªa que la novela expresaba el miedo a la capacidad del var¨®n para fabricar seres a su servicio, a la que aseguraba que tras el cuento de Frankenstein se escond¨ªa una, muda protesta por la imposibilidad de comunicar cuanto no se ajuste a unas normas.
En su vertiente cinematogr¨¢fica, Frankenstein ha inspirado, igualmente multitud de interpretaciones, aunque la mayor¨ªa de ellas queden enjugadas en una consideraci¨®n global del cine de terror que se realizaba en los a?os treinta. Quienes consideraron que el expresionismo alem¨¢n, donde por vez primera aparece, por ejemplo, Dr¨¢cula, signific¨® una premonici¨®n de la inmediata ascensi¨®n de Hitler al poder, entendieron tambi¨¦n que la afici¨®n del p¨²blico por el cine de terror auguraba el desastre de la segunda guerra mundial. En cualquier caso, el mito de Frankenstein supera en sugerencias cualquiera de las adaptaciones que haya tenido en cine. Aunque ninguna de ellas pueda liberarse de la imagen concreta del espl¨¦ndido Boris Karloff, que suyo dar, desde el principio, la mezcla de peligrosidad y ternura que compone su personaje.
Frankenstein se emite hoy, a las 22.20, por la segunda cadena.
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