Falleci¨® Gloria Swanson, una actriz cuya vida ha estado unida a la historia del cine
Ten¨ªa 84 a?os de edad, y su ¨®bito se produjo mientras dorm¨ªa
, Gloria Swanson muri¨® ayer, a los 84 a?os, en un hospital neoyorquino. Hab¨ªa sido internada el pasado d¨ªa 20 de marzo, y su muerte se produjo dulcemente, a las 4.45 horas, mientras dorm¨ªa. Sobre su cuerpo breve y fr¨¢gil -apenas 1,50 metros- no pesaba otra enfermedad que la avanzada edad. Y ese morirse despu¨¦s de mucho haber vivido parece la mejor forma de desaparici¨®n para alguien que empez¨® casi al mismo tiempo que las pel¨ªculas y cuyo nombre acompa?a la gran aventura del cine desde sus comienzos.Nadie va a poder hacer en el futuro la historia de Gloria Swanson, la historia de una vieja gloria que no se resigna a envejecer y que cultiva el mito del pasado, porque esa pel¨ªcula tuvo el coraje de protagonizarla ella misma cuando, en 1950, hizo El crep¨²sculo de los dioses -su ¨²ltimo gran filme-, a las ¨®rdenes de Billy Wilder y junto a un viejo amigo, un antiguo amante: el genial Eric von Stroheim. Gloria Swanson, descendiendo las escaleras de su casa de Beverly Hills bajo la luz de los focos, en la ¨²ltima secuencia de la pel¨ªcula, no s¨®lo nos brindaba una interpretaci¨®n magistral: cerraba toda posibilidad a quienes, en el futuro, pudieran pretender vampirizar su historia.
Gloria Josephine May Swanson hab¨ªa nacido en Chicago, el 27 de marzo de 1898, y desde ni?a quiso ser actriz. Frecuent¨® el Art Institute de su ciudad natal, y a los 17 a?os fue contratada por la compa?¨ªa Essanay, interviniendo a continuaci¨®n en dos cortos filmes realizados por Charles Chaplin, The meal ticket y His new job. Al a?o siguiente le lleg¨® una nueva oportunidad, la de entrar a formar parte de la escuder¨ªa de bellezas formada por Mack Sennet, mundialmente conocidas como las bathing beauties. Pero en su carrera fue fundamental su encuentro con otro fuera de serie, Cecil B. de Mille, que supo ver en ella la materia prima ideal de un tipo femenino que iba a hacer furor en los a?os veinte: la mujer fatal.
Con De Mille a su lado y su propio talento, Swanson empez¨®, a partir de El admirable Crichton (Male and female, 1919, de Cecil B. de Mille), a construirse un f¨ªsico y un estilo, un halo misterioso del que quedaban prendidos cuantos ca¨ªan en la red de sus pesta?as apesantadas por el rimmel, su boca finamente perfilada y la inteligente dosificaci¨®n de sus artima?as de mujer. Para el autor de Cleopatra y tantos otros filmes monumentales, Swanson se convirti¨® en el paradigma de la mujer extravagante y caprichosa que, en aquel tiempo, el p¨²blico parec¨ªa solicitar.
Convertida en una figura m¨ªtica del cine, obtuvo un importante contrato con la Paramount y mantuvo una fren¨¦tica actividad, trabajando para Sam Wood de 1921 a 1923, y para Allan Dwan de 1923 a 1925. Aunque durante esta etapa se la encasill¨® en la mujer fatal, su talento iba m¨¢s all¨¢ del estereotipo, y supo extraer de sus personajes todo tipo de complejidades que iban desde la picard¨ªa al dramatismo, de la alta comedia a la tragedia. ?Por qu¨¦ cambiar de esposa? (1920) y El se?orito Primavera (1921), ambas para De Mille; La octava mujer de Barba Azul (1922 Sam Wood), El salario de la virtud (1924) y De la cocina al escenario (1925), de Allan Dwan, son t¨ªtulos que pertenecen a esa etapa. En 1926 rod¨® en Francia un filme hist¨®rico, Madame Sans-G¨ºne, de L¨¦on Perret, y ese mismo a?o form¨® su productora, asoci¨¢ndose con la United Artists, la compa?¨ªa creada por Douglas Fairbanks, Mary Pickford y Charles Chaplin.
Poco despu¨¦s lograr¨ªa dos de las mejores interpretaciones de su carrera: la de prostituta en La fr¨¢gil voluntad, de Raoul Walsh, y la ingenua novicia de La reina Kelly, para Eric von Stroheim, con quien, al parecer, estuvo ligada por un ardoroso y nada f¨¢cil v¨ªnculo sentimental. Fue precisamente su ruDtura con Stroheim lo que estuvo a punto de hacer naufragar La reina Kelly, que finalmente Swanson termin¨®, mont¨® y estren¨® personalmente, en contra de la voluntad de su director.
La estrella
Con la llegada del cine sonoro, la estrella de Gloria Swanson estaba irremisiblemente condenada a apagarse en la pr¨¢ctica, aunque su figura, como mito, jam¨¢s haya perdido vitalidad. Gloria adivin¨® que los nuevos procedimientos iban a implicar una revoluci¨®n profunda, y se esforz¨® para estar a la altura de los tiempos. Estaba en la madurez de su temperamento art¨ªstico, en la c¨²spide de su arte, y no se pod¨ªa resignar.
Tom¨® lecciones de declamaci¨®n, trat¨® de adaptarse a las nuevas condiciones de rodaje, pero su carrera entr¨® en una fase de declive de la que ya no se recuperar¨ªa. Indiscret (1931, Leo McCarey) y Perfect understanding (1932, Cyril Gardner) fueron sus dos ¨²ltimos trabajos importantes antes de entrar en una oscuridad laboral de la que s¨®lo la rescatar¨ªa Billy Wilder en 1950, aunque, eso s¨ª, con todos los honores: porque Gloria Swanson era la ¨²nica actriz que pod¨ªa interpretarse a s¨ª misma, a la vieja estrella del mudo encerrada con sus recuerdos en una vieja casona del bulevar del Crep¨²sculo.
Wilder tuvo el talento, adem¨¢s, de enfrentarla a su antiguo amigo y director, Eric von Stroheim, en el papel de ch¨®fer y ex esposo de la vieja star, y del choque de ambas personalidades -y hay que pensar que tambi¨¦n de la chispa de sus mutuos recuerdos- surgi¨® una pel¨ªcula pat¨¦tica, en la que Swanson estaba realmente estremecedora. Casi simult¨¢neamente, el p¨²blico la aplaudi¨® hasta el delirio en su aparici¨®n en Broadway interpretando una comedia de Ben Hecht y Charles Mac Arthur, Twentieth century. Aplaud¨ªan a la actriz, pero tambi¨¦n al mito que no pod¨ªa morir, a la historia del cine que se encarnaba en ella.
Memorias
Hace tan s¨®lo tres a?os, Gloria Swanson sorprendi¨® a todo el mundo publicando un enjundioso volumen de memorias -Swanson sobre Swanson-, en donde recog¨ªa sus experiencias cinematogr¨¢ficas y tambi¨¦n sus idilios. El m¨¢s espectacular, sin duda, fue el que la uni¨® al patriarca Joseph Kennedy, padre del asesinado presidente de los Estados Unidos, cuando el famoso hombre de negocios y pol¨ªtico dem¨®crata ten¨ªa 40 a?os y una aparentemente s¨®lida situaci¨®n familiar. La actriz ten¨ªa entonces 26 a?os y estaba casada con el marqu¨¦s de La Falaise. Al parecer, uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos de sus relaciones con Kennedy se produjo cuando intervino el cardenal de Boston, monse?or O'Connell, para tratar de disuadir a la actriz de sus pecaminosos amor¨ªos.
Gloria Swanson fue una star a la antigua, y su vida sentimental corri¨® pareja a su vida profesional. Estuvo casada en seis ocasiones: su ¨²ltimo marido. William Dufty, con el que contrajo matrimonio a los 76 a?os, ten¨ªa 30 a?os menos que ella.
Babelia
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