La prohibici¨®n del uso del ¨¢cido b¨®rico seguir¨¢ en vigor pese a los armadores
El Ministerio de Sanidad y Consumo ser¨¢ inflexible en la aplicaci¨®n de la prohibici¨®n del uso del ¨¢cido b¨®rico como agente conservador de los crust¨¢ceos, seg¨²n manifest¨® ayer el ministro Ernest Lluch en la reuni¨®n que mantuvo con los representantes de los armadores onubenses, quienes solicitaron una nueva pr¨®rroga para la entrada en vigor de la prohibici¨®n. A cambio, el ministerio ha ofrecido ayuda t¨¦cnica y econ¨®mica, adem¨¢s de comprometerse a proseguir las investigaciones para encontrar el conservante m¨¢s eficaz.
Una comisi¨®n, compuesta por cerca de cincuenta personas y que representaba a los armadores de los puertos de la provincia de Huelva, se desplaz¨® ayer a Madrid para entrevistarse con los ministros de Agricultura y de Sanidad, con el fin de solicitar una pr¨®rroga para la entrada en vigor de la prohibici¨®n del uso del b¨®rico, norma que se aplica desde el pasado d¨ªa 1 de abril.Seg¨²n los armadores, la aplicaci¨®n de esta norma supondr¨¢ el amarre de la flota pesquera -unos 144 barcos-, que faena en la costa marroqu¨ª y que se dedica a la captura de mariscos y pescados con unas estancias m¨¢ximas de 20 d¨ªas. Esto significa que para mantener en buen estado los crust¨¢ceos durante este per¨ªodo los armadores necesitan un conservante potente que les asegure que el marisco llegue en buenas condiciones al mercado.
Por su parte, la Confederaci¨®n de Empresarios de Andaluc¨ªa (CEA) ha solicitado tambi¨¦n una prorroga de seis meses para la entrada en vigor de la prohibici¨®n, y aseguran que su inmediata aplicaci¨®n puede afectar a un total de 564 embarcaciones y a cerca de 7.000 marineros enrolados en la flota. Seg¨²n la CEA, los productos utilizados hasta el momento como sustitutivos del b¨®rico no han dado el resultado apetecido e indican que, pasados cuatro o cinco d¨ªas, las cabezas de los crust¨¢ceos presentan un color oscuro por lo que es rechazado en el mercado.
La alternativa m¨¢s sencilla ofrecida por el Ministerio de Sanidad es vender los crust¨¢ceos descabezados, tal y como se hace en los pa¨ªses del Mercado Com¨²n, donde el uso del ¨¢cido b¨®rico como conservante est¨¢ absolutamente prohibido. Sin embargo, esta medida llevar¨ªa unida una subida del marisco motivada por un mayor coste de elaboraci¨®n y por el descenso de peso que sufrir¨ªan los crust¨¢ceos.
Nuevas investigaciones
En la reuni¨®n mantenida ayer con los altos cargos del Ministerio de Sanidad y Consumo, los armadores se mostraron favorables a sustituir el ¨¢cido b¨®rico por cualquier otro conservante que no fuera considerado como peligroso para la salud, por lo que pidieron que se prosiguieran las investigaciones.El ministerio accedi¨® a esta propuesta y ofreci¨®, adem¨¢s, su ayuda t¨¦cnica que consistir¨¢ en acompa?ar a los pescadores durante los periodos de captura para probar otras alternativas al b¨®rico. Tambi¨¦n se propuso conceder a los armadores ayudas econ¨®micas, que ser¨¢n repartidas por los ministerios de Sanidad y Consumo y Pesca y Agricultura, con el fin de paliar las posibles p¨¦rdidas que cause la prohibici¨®n en el sector.
Durante el a?o 1981, un equipo de expertos del Ministerio de Sanidad y Consumo realiz¨® experimentos con otros aditivos autorizados, lo que di¨® paso a aprobar una resoluci¨®n de la Subsecretar¨ªa de Sanidad y Consumo por la que se restablecia la prohibici¨®n absoluta del ¨¢cido b¨®rico.
Los experimentos empezaron en abril de 1981 cuando, con la colaboraci¨®n de la Asociaci¨®n Nacional de Armadores de Buques de Pesca, se flet¨® un buque que durante diez d¨ªas trat¨® los crust¨¢ceos con cinco aditivos distintos, posibles sustitutos del b¨®rico. Las pruebas demostraron que cuatro de los cinco aditivos era v¨¢lidos, ya que ofrecieron un buen resultado contra la melanosis -putrefacci¨®n de las cabezas de los crust¨¢ceos- para un per¨ªodo de 15 d¨ªas.
Sin embargo, a petici¨®n de los armadores de volvi¨® a realizar otro experimento, esta vez patrocinado por los propios interesados, que volvi¨® a dar los mismos resultados. La orden definitiva de prohibici¨®n del uso del b¨®rico se public¨® el 27 de diciembre de 1982, dando un plazo de tres meses para su aplicaci¨®n en el marisco fresco y seis para el marisco congelado.
El ¨¢cido b¨®rico se ha utilizado durante a?os como conservador de productos alimenticios. Su acci¨®n impide las alteraciones qu¨ªmicas y biol¨®gicas, y en el caso concreto de los crust¨¢ceos evita la melanosis u oscurecimiento de las cabezas. Sin embargo, a partir de un informe elaborado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OM S), que atribu¨ªa a este producto qu¨ªmico una serie de efectos t¨®xicos que eran considerados graves para la salud, su uso fue prohibido en todos los pa¨ªses del Mercado Com¨²n, as? como en Estados Unidos.
En Espada, la Direcci¨®n General de Sanidad prohibi¨® el empleo del b¨®rico en 1965. Un a?o despu¨¦s el Sindicato Nacional de Pesca solicit¨® la suspensi¨®n de esta medida aduciendo problemas econ¨®micos, por lo que fue levantada en abril de ese mismo a?o.
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