R¨¦cords
El famoso Guiness Book of World Record va camino de convertirse en un list¨ªn de tel¨¦fonos tan abultado como el Espasa. Al urban¨ªcola medio le ha entrado la fiebre de los r¨¦cords y se pasa los ocios intentando aparecer en el nuevo libro sagrado. No se trata ya de procrear un parado, plantar un pino en el jard¨ªn el piso-chal¨¦ o escribir una novela de aventuras veraniegas con muchas novias. Ahora es bastante m¨¢s sencillo "realizarse", como entonces se dec¨ªa: basta establecer una plusmarca mundial de algo.Mucho m¨¢s decisivo que coronar el Naranjo de Bulnes, es pasarse cinco o seis semanas colgado de la pared ventolera. Pero hay procedimientos menos inh¨®spitos para engrasar ese esp¨ªritu de r¨¦cord que invade los egos postindustriales. Qu¨¦ se yo, fabricar el E.T. de chocolate m¨¢s enorme o la tortilla de patata de mayor di¨¢metro; lograr el chotis m¨¢s largo de la historia, la miniatura m¨¢s grande del planeta, la paella con menos arroz del universo, el beso m¨¢s excesivo del cosmos.
Al ciudadano medio le ha entrado la fiebre narcisista de las plusmarcas idiotas para salir en la historia, en el libro ese. Pero lo verdaderamente dif¨ªcil es pasar por la vida sin inflingir alg¨²n r¨¦cord, homologado o no. Cuando un equipo de f¨²tbol va de cr¨¢neo en la Liga, descubre con orgullo que ha conseguido batir la marca de empates o de penaltis no pitados. Si una novela no asoma en la lista de bet-sellers, siempre queda el orgullo de ser la ficci¨®n m¨¢s injustamente tratada por la cr¨ªtica. Un pol¨ªtico municipal no solo puede ser el m¨¢s votado o el menos votado en los anales de su barrio flamante, sino cosas peores.
En realidad, nuestra mediocridad cotidiana est¨¢ compuesta de infinitos r¨¦cords an¨®nimos. Entre otros, ostentamos el de velocidad mundial entre el cuarto de estar y el estanco de la esquina, el de fondo entre la mesa camilla y la mesa ,de oficina; el mayor n¨²mero de viajes de ida y vuelta desde nuestro pasillo a cualquier lugar del planeta.
Olvidan los plusmarquistas obsesos que el r¨¦cord no es diferencia, sino repetici¨®n. Insistencia en lo mismo, habilidad en la monoton¨ªa, reincidencia, cantinela.
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